Quiero cazar cosas en tu mente,
que se esparza tu imaginación
y se exprese al exterior.
Que sepas que imploro a la vida
una libertad infinita,
que se posea y se libre
de las jaulas de la desesperación.
Y si el viento llora,
explota y retumba en mi corazón;
tengo que abrirme pero no quiero,
porque sé que al exterior no hay bien,
e imploro en quedar rendido
a los pies de la libertad
y seguir implorando, como ser humano.