【Segunda temporada de "¿Quién es mi Padre?". Si aún no lees la anterior no sabrás lo que está pasando, y te recomiendo no sigas leyendo porque puedes hacerte auto-spoiler. Puedes encontrarla en mi perfil.】
-Debes elegir, no tienes opción. -
-¡No hay...
El albino se escondía entre las espaldas de Laito y Kanato con la cara totalmente rojiza.
–Bueno, bueno~ Vamos Bunny-kun... No te ves tan mal~ –
–¡Debes estar ciego! –dijo Haruto sin separarse de ellos – ¿¡Cómo carajos no me voy a ver mal si estoy vestido de chica!?
Así es, digamos que una apuesta perdida nos llevó hasta aquí... con un Haruto de 18 años portando un vestido femenino y un moño en la parte de atrás de su cabello.
–Ayase-kun tiene facciones finas y puede ser confundido con una chica, así que ahora que esta vestido como una es imposible creer que no lo es... ¿No, Teddy? –
–¡En serio, Mai! ¡Voy a asesinarte! –
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
[...Unas horas antes...]
–Oye, maldito rubio... ¿¡Podrías hacerte a un lado!? ¡Siempre estás tirado en medio de las escaleras! –
Haruto fue totalmente ignorado por Shu.
–¡Oye, por lo menos abre los ojos! –
–¿Qué estás haciendo Shironezu? – Mai caminó hacia el menor.
–Nada. Sólo trato de quitar a este vago de las escaleras para evitar la muerte de alguien. –
–Mmm... Nunca lo lograrás. –dijo la azabache.
–¿Ah? ¿Es un reto? –
–Bueno, si lo pones así... –una sonrisa malévola se formó en la mayor. – ¿entonces por qué no hacemos una apuesta?
–¿Qué? ¿Qué podría apostar contigo? –
–Bien, si tú logras quitar a Shu de ahí... Haré todo lo que le pidas a tu Onee-chan. –dijo – Pero, si por el contrario yo logró quitarlo de ahí... Te vestirás de mujer en el festival de esta noche del Makai.
–Heh, era solo eso... – Haruto sonrió. – Bien, acepto.
Y así comenzó la guerra... que Haruto perdió. Y no sólo eso, en plena desesperación por hacer que Shu moviera su trasero de ahí rompió su auricular derecho ocasionando que el mayor lo mirara fijamente y soltara un efímero “te haz ganado un castigo.”
Mai por su parte reía frenéticamente ante el fracaso de su hermano menor.
–¡Uatedes dos conspiraron, malditos! –dijo Haruto
–Se un buen perdedor y acepta tu derrota... – Mai limpió una de las lágrimas que le habían salido por la risa. – Bien, le pediré a Laito y Kanato que te acompañen.
