× 67 ×

2.2K 382 54
                                    

" Ve tú..."

" No... Anda tú, yo fui hace una hora..."

" Ink, pasaron treinta minutos..."

" Es lo mismo, anda, Ruru..."

Me brindaste un pequeño beso somnoliento, a lo que no pude decirle no a tu sueño, con pereza me levanté escuchando los llantos de los bebés.

Como estaban al lado de nuestra habitación no tuve que caminar mucho, aunque estuviera irritado por ver los horarios de mi sueño distorsionados.

Nadie dijo que tener hijos, gemelos iba a ser fácil e iba a aceptar la realidad en la que me encontraba, no por no soportar aquellos llantos me harían arrepentir de mi vida.

Era perfecta para mí si estabas tú y ellos, siempre y cuando se callaran.

Tomé a Romer al ser el más llorón entre los dos, con cuidado lo mecía y acuné, era difícil tratar con dos, cuando dejaba de llorar uno el otro seguía haciendo un ciclo vicioso.

Me iba a rendir, hasta sentir como el otro bebé dejaba de llorar aún no lo estuviera meciendo entre mis manos, eran tan pequeños... Miré hacia un lado, y ahí estabas tú abrazando a Romer con cuidado.

Gradient se tranquilizó rato después, ahora los dos volviendo a dormir, era un alivio, y sin ti no lo hubiera logrado.

Me cuestionaba bastante mi paternidad... No podía siquiera a un bebé calmar.

" Toma su cabecita con una mano, es lo más importante, sus cráneos siguen siendo blandos, les gusta estar apretados, les recuerda cuando estuvieron en mi vientre."

" Naciste para ser madre..."

Reíste con suavidad, y besaste la frente de Romer y Gradient, dejandolos en sus cunas, tocando el móvil despacio, tus ojos parecían brillar en la oscuridad.

" Somos novatos... En el curso de yoga ya había una con bebé y pude conocer como cargar o hacerlos dormir... Pero respecto a lo demás estoy como tú, con miedo a estropearlo."

" Tú no vas a-

" No, nosotros no vamos a estropearlo. " Me miraste susurrando, con una linda sonrisa acariciando con un dedo el rostro del bebé azabache. "Ellos son nuestro amor físico, vamos a aprender como amarlos y mantener sano, yo confío en ti porque sé que lo que quieres lo obtienes, eres un hombre al cual todos pueden envidiar, guapo, maduro, serio cuando la ocasión lo amerita y paciente con lo que te importa... Solo llevamos un mes con ellos, después todos van a querer un padre como tú. Pero... " Bostezaste, recargado en la cuna te estabas durmiendo. "Tú eres mi esposo y el padre de nuestros hijos... De nadie... Más..."

Fue adorable verte dormirte apenas hablabas, sin dejarme posibilidad de hablar, te tomé como princesa para llevarte a la cama y quedarme a tu lado, y así dormir pensando en tus palabras.

Que creyeras en mí me bastaba para tener más valor de intentarlo.

Común. [ ErrorInk ] Where stories live. Discover now