- 82 -

1.8K 306 210
                                    


"Entonces... ¿Cuánto es cinco más dos?"

"Siete." Dijo Gradient.

"¡Bravo! Y Romer. ¿Cuánto es tres más cinco?"

"Siete."

"¿Y ocho más tres?"

"Siete"

"¿Dos más dos?"

"¡Siete!"

Gradient miró a su hermanito con su expresión normal que hacía, mientras Romer sonreía orgulloso de su descubrimiento, siempre iba a dar siete, no pude evitar reír enternecido, pero antes de poder darle la verdadera solución ya había tomado la manita del azabache para correr a la habitación.

No me quedó otra que reír suave, mientras sentía como me abrazabas desde atrás besando mi cuello.

"¿Mañana les harás más matemáticas?"

"No, lenguaje, letra por letra. Gradient le gusta mucho aprender y tratar de escribir, salió cerebrito. Me encanta."

"Y Romer es más revoltoso."

"Tú le vas a enseñar entonces cómo correr. Espera. ¿Y si vamos a la piscina?"

"Es invierno, Ink."

"¡Entonces patinaje!"

"Acá no nieva."

"Pues iremos donde hay nieve." Sonreí emocionado, y tú solamente suspiraste antes de soltarme y abrir una barra de chocolate. "Sigues comiendo mucho chocolate, Ruru."

"Es dulce. Me gusta lo dulce."

"¿Es tu prioridad?"

"No, mi prioridad son tus labios."

"Entonces cómeme... Ya terminaron las tareas los pequeños, dudo que bajen hasta que tengan hambre."

"Qué peticiones tan tentadoras, Kiki, pero deberás de hacer algo mejor que eso para aceptarlo."

Como estábamos frente a frente solo pude sonreír y levantarme cerrando los cuadernos de los pequeños para dejarlos a un lado, y sentarme en la mesa frente a ti, así ganaba más altura, pudiendo deslizar mis manos por tus mejillas y bajar al pecho, tú solo reíste con galantería, llevando tus falanges por mis piernas deslizando cual serpiente.

"Tan cansados estamos que siempre caímos en la cama y nos dormimos..." Susurré moviendo la cadera con tal de acercarme más al borde, teniendo mis labios cerca de los tuyos para tentar. "Aprovéchame... Antes que me arrepienta y vaya a jugar con los niños ~."

No pude seguir diciendo frases provocadoras cuando tomaste desde mi pelvis para dejarme sobre tus piernas, solo pude mover mis caderas para hacer un roce continuo sobre tu entrepierna, mientras nos besamos con pasión, sintiendo tus lenguas nuevamente, siendo aliado del pecado.

No pude saborear más cuando me volviste a tomar para guiarme al sofá, con tal de apoyar mis brazos en el reposabrazos boca abajo, estando de pie con el torso recostado, besaste mi cuello en un camino peligroso, acariciando sin pudor mis huesos bajo la ropa, haciendo rápidos preparativos que me hacían suspirar hasta llegar a la parte donde morder con fuerza una de las almohadas los gemidos tenía que aguantar.

Me embestiste, y estaba por delirar, tocando mi punto dulce sin razón, inclinando tu propio cuerpo para alcanzar mi espalda, no podía evitar soltar ruidos desde la garganta, y para que no se escaparan me volví a alzar buscando tu boca, nuevamente cambiándome de postura, quedando sentado en el reposabrazos, hasta llegar al punto culmine del placer.

Risueño, me dejé caer para acostar mi espalda en el sofá, mientras te arreglabas el pantalón y me volviste a besar encima de mí, me arreglaste la ropa con manoseos extras, haciéndome sentir el calor otra vez.

Te reíste coqueto, antes de separarte y hacer como si nada sucedió.

"Voy a jugar con los niños, mientras tú te das una ducha, siento que aún estás acalorado... ~"

Jadeé, agotado, y solo pude tirarme otra vez al suelo, no podía evitarlo, me tenías loco, más cuando me dejabas en este estado de ruego, doliendo mi pecho por los sonidos aguantar, asentí cómplice y me fui a bañar.

Pero cuando entraba a la bañera te colaste y un pequeño amorío tuvimos con el agua cayendo en nuestros cuerpos.

Imposible quejarme, eras un hombre sexy y fascinante.

"'"' "'"' - "-" - "-" - "-"

Sé que esto salió muy espeso pero es el último Lemmon de esta historia.

Común. [ ErrorInk ] Where stories live. Discover now