Capítulo 27: Estrategia

173 10 1
                                    


{Jack}

Era cierto que era huraño esos días, pero tenía que deja esa actitud y concentrarme para poder vencer. Conejo había tratado de animarme bastante, así que cuando me invitó a acompañarlo a correr terminé aceptando.

- ¿Cómo sigues?- me preguntó. La verdad yo solo lo había acompañado, que no pensara que iba a hacer ejercicio yo
- Mejor. Pero tenemos que hacer algo, una estrategia. No podemos permitir que avancen más que nosotros.
- ¿Y como planeas que ganemos?
- Tendremos que matarlos a todos- sentencie, Conejo se detuvo y me miró seriamente. Creo que yo había mantenido la misma expresión molesta desde hacía un poco más de una semana
- Entiende que si los matas, no habrá vuelta atrás, además, nosotros no somos asesinos, es ir en contra de lo que somos, de lo que creemos... ¿También matarías a Merida?
- Si lo haría. Ella ya no está con nosotros
- Entiendo que estes herido- dijo mientras comenzaba a golpear un árbol como sacó de box- pero ¿no crees que podrías arrepentirte?
- No, preferiría no hacerlo yo, pero si es necesario lo haré
- Las cosas cambiaron mucho, ¿No es así? Es decir, hace un mes parecía que ganaríamos, ahora parece que no vamos a vivir.
- ¿Cómo se mata a un espíritu?- pregunté con curiosidad
- Depende. Todos los hijos de la Luna Roja mueren de la misma forma, tienes que atravesarles el corazón, apuñalarlos con una daga de plata incendiada y dibujar un circulo en su frente.
- ¿Nada más?- pregunté con ironía
- Nosotros morimos diferentes cada uno...
- ¿Estás segura?- se escuchó una voz familiar demasiado cerca
- Si. Lo que nos hace falta está aquí- le dijo Anisa a Mérida. Nosotros guardamos silencio y llegamos a donde ellas estaban
- ¿Solo nos falta la rama de Sándalo?- preguntó ella mientras movía sus pies impacientes
- Ya te dije que si- respondió la bruja
- Y esto es para...
- Matar a Conejo, lo necesario para Norte lo tienen mis hermanas- ambos nos quedamos helados con lo que dijo Anisa, aparentemente ellas también nos querían matar, pero claro, era de esperase. Hice un ademán para salir del escondite, pero Conejo me detuvo y con una sella me dijo que me callara.
- ¿Quién va a ir por los niños?- preguntó Mérida
- Pitch, es el indicado, para matar a Norte es necesario la sangre de un niño entregada por voluntad, así que tendremos que reunir al menos 15 niños para que al menos uno la ofrezca. No es tan complicado, en lo que preparamos las estacas para matar a los demás, transcurrirán 4 días. ¿Estás segura que los ingredientes que necesitas para matarlos son estos?
- Una rama de pino bañada en sangre de Niño entregada voluntariamente para Norte. Una rama de Sándalo bañada en lava para Conejo. La punta de un colmillo de elefante impregnado de veneno de Cobra para el Hada. Una daga de arena negra y hielo para Sandman y un trozo de hielo con sal para Frost.
- Bien, pues sólo faltaba esto. El ritual lo haremos en el bosque Norte de Canadá dentro de 4 días, en la noche. Ahora vámonos antes de que...
- Silence se moleste. Además, tengo que ir con mi esposo
- Ambos me dan asco- le dijo Anisa mientras desaparecía y Merida se convertía en una bola de fuego y se iba de allí.

Ambos salimos con apariencia aturdida de nuestro escondite

- Está bien. Tenemos que ponernos en acción y conseguir dagas suficientes
- ¿Así es como nosotros morimos?- pregunté extrañado
- No lo sé- dijo él. Ese libro se lo robó Pitch hace mucho. Supongo que Mérida sabe traducirlo desde las runas.- Hay que avisar a los Guardianes.

Nos fuimos de allí y cuando les contamos todo Norte se dejó caer en su asiento, el Hada se tapó la boca y las haditas se escondieron detrás de ella; Ivanushka se cruzó de brazos y se recargó en una columna y Sandman se paró en el suelo.

- No podemos dejar que secuestren a esos niños- dijo Norte
- Al menos no saben que estoy vivo- dijo Ivanushka y todos lo miramos con reproche- perdón, no era momento.
- Pero tienes un punto- dijo el Hada; si Merida sabe que estás vivo, ¿porque no decirles?
- Tal vez aún espera que me pase de su bando- dijo él encogiéndose de hombros
- Algo no me cuadra- dijo ella
- Tenemos que impedir lo de los niños- dijo Conejo- y tenemos que idear algo.

Fuego, Hielo y oscuridad (Jarida)Where stories live. Discover now