cap.1

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-Madre- trató de tomar aire para calmar sus nervios, pero fracasó totalmente en el intento. Sin poder evitarlo las lágrimas caían por sus mejillas, las aparto de un manotazo para enfretar a la Duquesa de Bruxes. -¿Sucede algo querida?- le preguntó con un gesto de desaprobación.

-Nada...- le contestó encogiéndose por la intensidad de la mirada, sin poder articular palabra decidió salir  del salón pero se paró a medio camino. Se giró y decidió enfrentarla- ¿Porqué padre ha rechazado esta vez a Lord Adam ?- espetó esperando una respuesta por quinta vez. Su padre había estado rechazando a todos los pretendientes que habían captado su atención.

Observo como su madre soltaba un suspiro y le dirigió una dura mirada que le caló los huesos.
-No es digno- dijo tranquilízamente, sus ojos verdes se abrieron por el asombro. Lord Adam era uno de los mejores partidos de la temporada. Rico, hermoso, alto todo lo que una dama desea.

-Pe...pe...pero- trató de hacerla entrar en razón mientras sus ojos se  llenaban de nuevo de lágrimas. Sacudió bruscamente la cabeza para evitarlas.
-Sofia, somos tus padres y sabemos lo que es mejor para ti. No discutas más. Ahora vete a tu recámara y piensa en que este comportamiento no es propio de una dama de tu talla- no quiso escuchar sus palabras así que salió sin dejar que termine de hablar.

Necesitaba respirar y alejarse de la multitud, subió lentamente las escaleras hasta llegar a su recámara. Una vez dentro se dejó caer en la cama sin miramientos. No le importaba que el vestido de última moda se arrugara, no le importa nada.

Un sollozo escapó de su garganta, por las mejillas se deslizaban lágrimas de rabia. Estaba arta de todo, no sabía porque no querían verla feliz. -Lady Sofía, han venido a buscarla- la voz de cecilia interrumpió sus amargos pensamientos.

La miró y fue consciente del cambio drástico de su cara mientras se acercaba despacio. Colocó una mano en su espalda siendo consciente de la tristeza que tenía la jovencita.
-Creo que debería lavarse la cara, iré a por agua, su visita puede esperar- dijo mientras se alejaba hacia la puerta.

Nada más entrar en el salón unos delgaduchos brazos le rodearon y  puedo evitar enganchar los suyos en la otra cintura... Anne había vuelto. Era su  mejor amiga, la única. Había estado mucho tiempo fuera de la ciudad en su casa de campo y la había echado mucho de menos.

-Cada vez estás más hermosa, ¿Cómo puedes lograrlo?- le dijo mientras sacudía la cabeza. Mechones rubios se escapaban de su apretado moño, era sin duda muy hermosa, sus ojos pequeños brillan prometiendo travesuras. Muchos se habían escandalizado por su coquetería.
-Y tu cada vez estás mas fea- sonrió cuando vio como arrugaba la nariz, nunca le gustan sus respuestas- ¿Cómo ha estado tu viaje?- su pregunta la hizo resoplar. Se alejo de ella y se sentó en el sillón mientras sus ojos vagan por el paisaje de la ventana.

Su actitud le decía que algo grave había sucedido durante su estancia allí, asi que me acomodo enfrete de ella y la miro expectante.

-¿Que ha pasado Lady Anne?-

***

La Archiduquesa De LermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora