De las tantas veces que extrañé tu boca.

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Es el momento en el que su cuerpo se desploma sobre la cama, el sudor resbala sobre un pecho firme y su boca se abre para exhalar e inhalar continuamente.
Sehun está a mi lado y se relame los labios. Sus cabellos están alborotados debido a mis manos, que, minutos atrás, no hacían más que jalar de ellos para pedirle en ruegos que me besara en la boca. Mis ojos se ven tentados ante tanta piel al desnudo, deleitándose una y otra vez del cuerpo que instantes atrás estaba encima de mí.

Aún tiene el pantalón puesto y la bragueta hacia abajo. No sé si es raro (¿o más de lo normal?) Pero verlo así, después de tener un orgasmo, me ponía demasiado. Daban ganas de quitarle el pantalón y volverlo a hacer, mas no hacía nada, solo acurrucarme contra su pecho. Sehun me abraza, besándome en la sien con cariño.

— ¿Sabes cuánto extrañé esto? Dios, Luhan, antes ni siquiera miraba porno, pero cuando te fuiste no paraba de ver y pensar en ti mientras lo veía.

— ¿Así de mucho me extraño, señor Sehun? -Dije burlón, apartándome un poco para quitarme la última prenda que me quedaba.

— Así de mucho, mi amor.

No dije más, y los silencios con Sehun nunca me parecían incómodos. Con él no era necesario hablar para saber que estábamos tranquilos y cómodos, para saber, que solo en nuestros brazos y en el abrazo que compartíamos, estábamos en paz. Su mano bajó con cuidado y tomó la mía, acariciando con delicadeza el anillo que portaba su nombre.

— Por un momento pensé que lo habías tirado...

— No me lo quité, Sehun, por más que quisiera no podía—. Confesé. El recuerdo de las veces que me miraba el anillo mientras pensaba en él dolía. ¿Cómo objetos tan pequeños, pueden significar tanto en nuestra vida? Busqué su mirada, Sehun parecía perdido en sus pensamientos-. Sehun... no vuelvas irte así, por favor... cada día dolía y pensé que... que me habías dejado.

— Nunca te abandonaría, Luhan—. Le creí al escucharlo de una manera tan fácil, que poco importaba si eran mentiras—. El viejo tomó mi celular y no tenía como avisarte. Sabes que me enfocó mucho en mis trabajos y lo siento, en verdad lo siento mucho. Pero... —Sehun sonrió— aún tengo dos semanas de vacaciones ¿por qué no vemos alguna película juntos, mh?

Sehun era el tipo de novio que disfruta una película en silencio, pero yo no. No sé si era por extrañarlo tanto, que cada que salía algo que me gustaba comenzaba a hablar mucho, y cuando digo que es mucho, es porque Sehun tenía que detener la película para reírse de mis tonterías. A veces, las risas de Sehun significaban una razón para existir y sentirme útil.
Y siempre, las medias lunas de Sehun robaban mi corazón (aunque este ya era suyo desde siempre).

Sehun escoge ver "Los juegos del destino". Es la segunda vez que él la ve, y yo me había quedado a la mitad de la película luego de que a mi hermana le pareciera simple y sosa.

— Están locos—. Susurré en medio de una risa.

— ¿Serán por qué tienen problemas mentales? —Respondió.

Y así pasamos una tarde del 6 de mayo, en nuestro pequeño mes aniversario. ¿No era curioso regresar casi en nuestro número especial? ¿No era aún más curioso, encontrarnos en este día?

Tan solo han sido nueve meses juntos, pero que se cargan de tantos recuerdos y sentimientos. Nuestra primera navidad se llenó de pequeños mensajes a escondidas de nuestros padres. En año nuevo fue lo mismo; lo extrañé tanto cuando mis padres se dieron un beso, me hubiera gustado haberlo besado mientras los fuegos artificiales explotaban en los cielos. Pero cuando lo vi a la mañana siguiente a escondidas y nos fundimos en un abrazo... sabía que quería pasar otra navidad y año nuevo con él. No solo eso, quería estar junto a él los 365 días del año (aunque por desgracia, casi un mes lo habíamos perdido).

Volví a recorrer el sendero de sus labios, hasta tocar la punta de sus pies desnudos; volví a contar los lunares para verificar que no me había perdido de ninguno. Y sin pedir permiso y de manera descortés, mi boca fue a parar a la suya. Él se estremeció, a mí se me salió un suspiro; sus manos sobre mi cintura, mis piernas a los costados de sus caderas. Lo había besado tanto en este día; en el parque, en el ascensor, en la puerta de su departamento, en su cama mientras lo hacíamos. Mas mi boca no se saciaba aún del hambre que había dejado sus labios cuando se fue. ¿Cuántos besos no se habían perdido en tan solo un mes? ¿Cuántas caricias no imploraban mi cuerpo cuando lo tuve lejos?

— Luhan... —Su dulce voz rozándome en los labios, me derretí en sus brazos sin que él lo supiera.

— ¿Mh?

— Te amo más que a mi vida misma, lo sabes ¿verdad?

— Lo sé bien, hyung—. Susurré, sabía cuánto amaba que lo llamara así.

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Sé que tuve más de un mes de ausencia por aquí y lo siento mucho <|3. Di el examen de mi vida y no tenia mucho tiempo para escribir (además de que me fue prohibido).
Trataré de volver a actualizar esta misma semana. Un beso y un abrazo ♡.

Cuando una lágrima cae del cielo (HunHan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora