Capítulo cinco.

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No soy buena narrando el smut. Así que, si prefieren omitir esto-que en realidad no tiene nada de importante-; está bien, omitanlo, la idea central está después de este encuentro sexual.
No odiar a Louis, aunque lo dudo porque Louis es un bebé.

2018: btw lean mi nueva fic " Es un hecho", gracias.









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—Harry... —gimió ante las caricias que el alfa joven le proporcionaba en su entrepierna, mientras sus lágrimas en su rostro se secaban—. Diablos... Esto está mal... Uh —gimoteó nuevamente en susurros ante el toque del alfa—, bastante mal.

Harry besó la coronilla de Louis dejando rastros de saliva en él. Descendió sus besos hasta el cuello, queriendo dejar una marca ahí para proclamar al omega, lo quería suyo. La fuente de aroma de Louis era más fuerte y deseosa, no quería alejarse de ahí. Quería hacerlo suyo. Tan suyo.
Los sentimientos que él tiene por Louis estaban creciendo nuevamente, era imposible evitarlo cuando lo tenía a su merced debajo de él. Su lado animal le pedía que lo proclamara suyo, solamente suyo y de nadie más, pero una pequeña parte de su lado humano decía que aún hacia falta para eso, que debía cortejar al omega. Que no debía aprovecharse más de lo que ya estaba cometiendo.

Lamió y lamió el punto débil de Louis, quien sólo se retorcía por el éxtasis creciendo dentro suyo, el castaño no se sentía así tan bien después de tanto tiempo. Ahora se sentía tocado y deseado, sin embargo, seguía repitiéndose mentalmente que esto estaba mal. Que debían parar. Pero las feromonas que el alfa expulsaba lo hacían querer nunca detenerse. Ese olor varonil lo hacía sentirse débil e insoportablemente sumiso. Estaba mojado y lo podía sentir, se estaba lubricando para Harry, ese alfa que era menor que él. Incluso podría venirse con todo el tacto, la atención que le daba el adolescente a su cuerpo.

Su omega pedía más y más, tenía que controlarlo. No debía dejar que éste respondiera así ante los toques del estudiante, pero estaba tan cegado y necesitado.

Un error, un error, un error, repetía su conciencia.

El alfa siguió moviendo su mano encima de la pequeña erección del omega proporcionándole más placer.

Ha–Harry... Por favor...

Simplemente, el castaño no había podido controlarlo, aspirar el aroma del alfa lo volvía: Insano. Ambicioso. Deseoso.

Minutos atrás, Louis, su omega no paraba de pronunciar que lo tomara en el automóvil cuando de su mente había eliminado la idea de ir por los supresores. Era culpa del alfa sentirse así, rogando por ello, el ser llenado ahora, había comenzado a llorar en el auto cuando no resistió más. Y, el alfa no podía ir por los supresores cuando su omega le pedía que lo tomase ahí mismo, hasta ese momento estaba consciente de que lo que haría estaba mal.

Cuando finalmente habían cruzado la puerta: Harry cargando a Louis y llevándolo hasta la habitación, tranquilizándolo con susurros de todo estará bien, omega. Y Louis, rogándole con lágrimas y mejillas carmín a sus costados que se apresura a disminuir el dolor.

Harry más que nunca quería satisfacer las necesidades del cuerpo delicado y pequeño de su omega.

La entrada del ojiazul estaba húmeda y ardiendo. El alfa seguía provocándolo con las miradas que este tenía sobre él, ya no aguantaba.

—Te... —no pudo completar la frase porque un dolor lo hizo retorcerse—. Te necesito... Por favor...

Era un error, ¿qué rayos hacía?

Cercana obsesión. Where stories live. Discover now