Alterno (knb)

Familia (Kikasa)

Los esposos Kise tienen una hija algo... Suelta, por no decir nada vulgar. Es una omega bella, con un cuerpo de curvas grandes. Es coqueta, rebelde y una modelo famosa. Su cabello es igual de rubio que el de su padre y sus ojos son azules, al igual que los de su madre. Le gusta mucho el escote, salir a fiestas, emborracharse y volver a casa al amanecer.

Así que... A Yukio no le sorprendió que su hija estuviera llorando con una prueba de embarazo en su mano, positivo. Cuando ella solo tiene dieciséis. Yukio suspiro, ya lo veía venir. La casa estaba vacía, su hijo alfa estaba en la practica de basket y Kise junto a su hijo omega salieron de compras. Así que solo estaban él y Mei. Se acerco a su hija, que estaba en el suelo de su habitación.

"Mei..." Murmuró suave, con cariño. Su hija se sobresalto y escondió la prueba al notar la presencia de su madre. "No lo escondas, ya vi la prueba." Dijo sentándose en el suelo junto a su hija.

"Y-yo... Lo si-siento mami... Debí haberte escuchado aquellas veces que intentabas protegerme..." Su hija sollozo y no pudo hablar más. Yukio también quería llorar, sentía el dolor de su hija. Pero debía ser fuerte por su hija. "É-él me abandonará... No querrá saber de nosotros... Me sacará de aquí.." Murmuró ella después de varios sollozos.

Yukio la abrazo fuertemente y suspiro intentando que el nudo en su garganta se soltará. "De quién hablas princesa?" murmuró el también, no queriendo asustar a su hija. Aún así su hija se estremeció y se abrazo a Yukio mientras sollozaba más.

"S-sato... Y papi... Ambos me van a detestar! Yo se que tu también me odias! Desde que paso lo de Koumi me odias! Siempre la prefieren a ella!" A Yukio le entraron unas ganas de gritar, claro que tenia que ser el hijo de los Aomine. Y lo de Koumi lo tiene claro, le había gritado por horas a sus hijos y su esposo por eso. Si tenia un cariño especial hacia ella, pero ella nunca estaría sobre sus hijos.

"Hablaremos con tu padre y hermanos cuando lleguen. Veremos que harás con el bebé. Llama a Sato, lo quiero presente y no le digas nada, se lo dirás conmigo y tu padre presente. También quieró a los Aomine aquí." dijo fríamente, su hija tembló y asintió, dolorida por la frialdad de su madre y arrepentida de sus palabras.

Yukio se retiró de la habitación y cerro la puerta tras de si. Tomó su celular para llamar a su esposo mientras caminaba a la sala de estar.

"YukioCchi!!!" Grito una voz chillona al otro lado, Yukio suspiró.

"Ryouta, te quiero en la casa en cinco minutos, tenemos que hablar, es importante." Dijo serio a lo que Ryouta le contesto que ahí estaría. Enganchó para poder llamar a Ryou Aomine.

"Yukio-san?" Contesto una voz al otro lado. "Ocurre algo? Esta todo bien?" Dijo preocupado.

"Estas en lo cierto, como lo supiste?" Pregunto, ya que el castaño no suele contestar así.

"Bueno, Mei esta hablando con Sato y dice que ella nos esta citando a tu casa. Tambien dice que llora." Dijo el castaño, mientras ve a su hijo hablar desesperadamente por el celular, pidiendo que la chica le explicara que le ocurre.

"Bueno, no es fácil lo que va a ocurrir de ahora en adelante, creen que puedan venir? Lo más pronto que puedan." Dijo Yukio, rezando que Daiki no este en la estación ese día.

"Estaremos ahí en diez minutos, creo que ya se lo que ocurre." Y así Ryou engancho. Se escucho la puerta abrirse y vio a su hijo alfa entrar cansado y sudoroso por las prácticas. Su hijo alfa, Kiba, tiene el pelo negro y ojos ámbar, es alto y también un modelo. Mientras su hijo omega, Keito, también es pelinegro de ojos azules platinados, también es modelo.

"Hola, ma! Por qué la cara?" Pregunta Kiba dándole un beso en la mejilla a su madre.

"Pronto lo sabrás." Dijo Mei, quien aparece en la sala, ya cambiada y con mejor aspecto. Aunque aún se nota que ha llorado gracias a sus ojos rojos e hinchados. Kiba va a donde su hermana y le besa la cabeza, preocupado.