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Abrí mis ojos de golpe y sentí un dolor en la cabeza y espalda ¿Qué pasó? Tratando de recordar el dolor en la parte lateral de mi cráneo incrementó, pero logré lo que quería, la pelea con Erd y como me noqueó.

-Veo que despertaste -dijo una voz familiar, procesé por unos segundos antes de responderle, miraba el techo de madera fijamente -Sí -respondí sentándome en la cama, al hacerlo el dolor aumentó así que cerré mis ojos en acto reflejo.

-Toma esto, Hanji dice que ayudará con el dolor -dijo pasándome algo que parecía té, lo olí y era algo fuerte y amargo así que lo tragué de un tiro, su sabor era peor de lo que imaginé por lo que arrugue la cara - ¿Cómo te sientes? -preguntó seriamente.

-Supongo que es lógico que de la mejor manera definitivamente no -dije de manera irónica, él suspiró y se sentó en el borde de la cama mirándome fijamente a los ojos lo que me incomodaba un poco, sus ojos muy en el fondo decían que estaba preocupado y aliviado al mismo tiempo, aunque a simple vista no sería sencillo deducir tal cosa ya que trataba de aparentar molestia -No quiero tener que decirte te lo dije, pero te lo dije.

-Lo sé Damian, me advertiste y no te hice caso -dije mirando a sus negros ojos -Pero sabes que no puedo ignorar una orden de mi superior a menos que quisiera un castigo o algo similar -él lo sabía, el capitán me pidió que luchara contra Erd a pesar de mi condición y como soldado no podía decirle que no solo porque me sentía un poco mareada.

-Tienes razón, ya no importa ¿Te puedes levantar? -preguntó y yo asentí colocando mis pies en el suelo, me tendió la mano y me puse de pie, se sentía extraño y el dolor aún estaba presente -Vamos a comer -dijo y yo lo miré, ¿Comer?

- ¿Ya es hora del almuerzo? -pregunté confundida ¿llevo un par de horas dormida? No comprendía como pude desmayarme de esa manera - ¿Almuerzo? __________ es la hora de la cena, menos mal que despertaste o nos habríamos quedado sin comer -dijo Damian, no lo puedo creer estuve desmayada por varias horas.

Cuando entramos en el comedor había mucho ruido, las personas comían y hablaban muy alto, pude sentir algunas miradas sobre mí lo que me incomodaba más que el dolor en la cabeza. En el fondo pude ver la mesa de mi padre que hablaba con otra persona, parecía no notar mi presencia. Seguimos caminando y vi la mesa de Levi y su escuadrón, Petra levantó su mano en señal de llamada, pero no quería comer con ellos así que miré a Damian un segundo y la volví a mirar, la saludé con una seña y entendió el mensaje por lo que bajó su mano dándome una ligera sonrisa.

Me senté con mis amigos y las preguntas no se hicieron esperar, por lo que tardé más de lo planeado comiendo, mi humor no era muy bueno y quería que hicieran silencio solo que no me atrevía a decirles, poco a poco el lugar se fue quedando vacío y lo que me dio Damian para el dolor funcionaba por lo que me sentía mejor físicamente, pero había algo por dentro que no se sentía bien para nada, una molestia en el pecho.

Miré atrás mío, a la mesa del escuadrón de operaciones especiales quienes hablaban muy alegremente, el capitán miraba su tasa de té muy concentrado como si no tuviera a nadie alrededor de él, al mirarlo la sensación en el pecho empeoró por lo que retiré la mirada.

-Chicos, me siento muy cansada y creo que mejor me voy a dormir -dije en un tono alto para que me escucharan a pesar de sus conversaciones, me miraron y empezaron a hablar para que me quedara, pero Damian los convenció de dejarme ir a descansar por mi salud.

Caminaba lentamente por el cuartel, al parecer tenían la costumbre de dormir temprano porque eran pocas las personas que todavía caminaban por el lugar. Miré una piedra lo suficientemente grande para sentarme y miré a la luna fijamente.

-Hoy está más grande -escuché saltando de la sorpresa y miré a quien me habló -Muy pocas personas se toman el tiempo para ver la luna -dijo nuevamente, me miraba podía sentirlo -Siento lo de la mañana, pero...

-Pero es entrenamiento y si no puedo ni con un combate menos voy a poder contra un titán ¿Verdad? -dije cortando su discurso, sabía que eso sería justamente lo que diría y era lo que me molestaba más, después de todo vencí a Petra, Gunther y Auruo quienes forman parte de su escuadrón y son catalogados como la élite de la legión ¿a pesar de esto aún tiene el descaro de decirme eso?

-Sí eso era lo que iba a decir, es solamente entrenamiento y debes estar preparada para cualquier cosa fuera de los muros -él definitivamente sabía como hacer sentir especial a una chica, tan especial como una roca.

-Pues en lugar de decirme estas cosas a mí, deberías decírselas a los miembros de tu escuadrón porque al parecer a ellos les falta más entrenamiento que a mí ¿no crees? -dije atacándolo como si mis palabras fueran un cuchillo, él me miró con su única expresión facial estoica, pero no dijo nada porque sabía que era cierto lo que decía vencí a la mayoría de su equipo de élite.

-Hasta los mejores pierden, fuera de las murallas el perder equivale a la muerte y deberías considerarlo, aún no has visto a un titán real y no sabes cómo reaccionarás cuando lo veas. -dijo solamente y se fue del lugar dejándome perpleja, creo que tiene dos personalidades distintas he escuchado que las personas cambian al anochecer, pero creí que se referían a la fiesta, no que al parecer la luna saca el lado sensible de las personas, después de unos minutos decidí irme a dormir y olvidar todo esto, el capitán me provoca más dolor de cabeza que cualquier golpe.

-____________ despierta, llegarás tarde a tu entrenamiento -escuché una voz lejana -____________ -volví a escuchar y me quejaba para que se callara -¡_________! -dijo ahora la voz en tono más alto por lo que abrí mis ojos y me senté muy molesta.

-Por fin despiertas llevo horas tratando de despertarte y no reaccionabas, por un momento creí que estabas muerta -dijo Charles en una risa -Las chicas me enviaron a despertarte porque terminé mi desayuno antes y ellas no habían logrado el objetivo de despertar a la bella durmiente por lo que enviaron al príncipe encantador.

Lo que decía mi amigo que daba mucha risa hasta que comprendí sus palabras completamente y supe que era demasiado tarde - ¿Todavía puedo desayunar? -pregunté con esperanzas.

-A menos que te cambies y comas en 5 minutos, no lo creo -dijo él levantándose de la cama -Te dejo para que te prepares -dijo y salió del lugar, demonios voy a llegar tarde a la práctica de hoy, me preparé lo más rápido que pude, pero en unos cuantos minutos es imposible y me estaba muriendo del hambre, salí y corrí a mi entrenamiento.

-Llegas tarde, por eso tendrás que correr hasta el medio día -dijo el capitán y yo lo miré sorprendida, los demás del escuadrón me miraban apenados y no podía moverme de mi lugar ¿pretende que corra cuando ni desayuné? -Empieza -dijo tajantemente y si no fuera por que siempre es serio realmente sentiría esto como un ataque personal. 

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¿Qué les pareció? ¿Les gustó? Espero sus comentarios

Y también agradezco demasiado los comentario que me dieron en el capítulo anterior, en verdad que cada uno de ellos me motiva para escribir más rápido. 

Similares (Levi y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora