— ¿Como va todo?—preguntan Fani y Dasha.
—No muy bien...—susurro, las chicas se observan entre si preocupadas y luego me observan detenidamente. — ¿Que pasa?—pregunta Dasha.
Me levanto de mi escritorio y camino hacia el baño de mi habitación, tomo la caja y se las muestro.
— ¿Estas embarazada?—pregunta Fani sonriente.
— ¡No sé! He tenido un retraso... Y constantemente todo me marea y me da nausea y ni hablar del apetito... ¡Como cómo si no hubiera un mañana!—
—Hazlas.—niego en silencio y las chicas me toman de los brazos encerrándome en el váter.
— ¡Tengo miedo!—susurro, las chicas comienzan a abrirlas mientras me las van pasando.
— ¿Pueden voltearse?—se voltean hacia la puerta mientras comienzo a hacer pis, en cada una de los sticks.
Observamos el mármol frente a nosotros esperando ansiosa mente que pasen 15 minutos.
— ¿No creen que sean muchas?—pregunto observando todos los sticks.
—Es mejor que sobre, además en 30 sticks pueden variar, es mejor estar seguras.—asiento convencida esperando el resultado.
—Tengo hambre.—comento
—Comeremos después ¿de acuerdo?—
Mi cuerpo tiembla y dentro de mi, crece una incertidumbre enorme.
— ¡Ya cambiaron!—grita Fani emocionada. Nos acercamos como si de una bomba se tratara, observando como sumo cuidado todos y cada uno de los sticks...
Dos rayas...
— ¡Felicidades mamá!—comenzamos a llorar incontrolablemente, mientras la puerta es abierta de un golpe por Daario y los demás chicos observándonos asustados.
— ¿Que pasa nena? ¿Estas bien?—asiento sin para de llorar, mientras observa todos los sticks en el mármol.
— ¿Nena? Tu estas... ¿Tu estas...?—señala mi vientre con alegría y asiento tirándome a sus brazos.
Todos los presentes comienzan a gritar de alegría y felicidad, mientras nosotros nos besamos.
Volteo hacia el frente y me encuentro con toda la familia, reunida en el pequeño sanitario de mi habitación, llorando de felicidad.
Esto es vida.
Es amor.
Es familia.