1-MurciGatos Y Perreo intenso

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La vida con sus idas y vueltas cruza caminos, no todo los caminos se unen. La frase que todos los caminos llevan a Roma es una tontería porque no creo que si camine por un puente y me caiga me lleve a Roma, no claro que no. Eso me lleva a una muerte bastante dolorosa y si en una de esas casualidades mi torpeza y mala suerte se unen podría hasta quedar viva, pero vamos ¿Quien demonios quiere vivir luego de una caída que posiblemente te deje con tus huesos rotos? Pues yo no, y me vale si ustedes si.

-Maldita sea Emily deja de colgarte mirando la mismísima nada y prestale atención al amor de tu vida-Y ahí estaba yo, mirándole sin captar absolutamente nada de lo que estaba ocurriendo-No me mires así, pareces más perdido que carnicero en la luna.

-Una duda, ¿Qué haría un carnicero en la luna?

-¡EXACTO!

-No tiene sentido tu...

-Mira te callas o te beso-Levante mis manos objetivamente.

-Oye tranquilo viejo-Golpeo su mano con su frente hartado de mi estupidez, seguramente.

-Bueno entonces tenemos que comprar un par de bebidas para poder entrar a esa fiesta, en realidad me pidieron drogas pero creo que las bebidas son más baratas aparte que más accesibles. Tardaríamos semanas en conseguir lo demás.

-Oye, ¿Sabes donde se encuentra América?

-¡Joder! Es imposible hablar contigo, enserio vas a hacer que te bese.

-¿Entonces...no viste a América?-Este automáticamente se lanzo encima de mi pero yo coloque mi mano sobre su rostro cubriendo su boca y parte de su nariz alejándolo de mi-Bueno ya, iré a comprar las bebidas para la noche.

Tome mi abrigo, mi celular y dinero para largarme ya al supermercado. Me puse los auriculares y coloque la canción Havana de Camila Cabello. Uff esa mujer me vuelve loca, digo, la admiro bastante.  Iba caminando lo más difícil cuando de repente me tropiezo y si no fuera porque me agarre de un palo de luz hubiera caído de cabeza. De repente un grupo de chicos pasan a mi lado mirando aquella escena, la vergüenza que sentí fue épica. Porque vamos, era una loca abrazando un poste de luz totalmente normal. Me repuse en el momento que ya estaban lejos de mi y ya estaba fuera de su vista. Cuando llegue tome un carrito y lo arrastre hasta la zona de bebidas, tome un par de bebidas alcohólicas, cervezas, wisky, tequila y demás. 

Bueno ahora que lo pienso fue una mala idea venir caminando y no en auto. Marque el numero del cabeza de chorlito de Julian pero el muy pendejo tenia el celular apagado. Lo insulte en tres idiomas mentalmente y luego llame a mi queridisima América, y no. No estoy hablando de America el continente no sean raros joder. Es una chica que adoro demasiado, si.

-¿Aloh?-Se escucho del otro lado de la linea.

-Mira pendeja, mueve tu trasero al supermercado Kroger donde compramos siempre o te juro que te corto el cabello mientras duermes.

-Oh hola America, bebita hermosa. ¿Como estas? Yo bien ¿Y vos? Todo perfecto, si.

-No me vengas con tus dramas, vamos vente que no quiero cargar todo a casa sola.

-Bueno ya voy carajo, espérame tantito que estoy en una cita con un chico super sexy.

-Arthur no estaba para tanto.

-¡Oh no! Arthur fue el de ayer, hoy es Carlos.

Ya decía yo.

-Bueno ya apúrate-Mientras esperaba a su amiga fue hasta la entrada del supermercado cargando el carrito con las bebidas, dejo el carrito a un lado de la puerta y se sentó en la vereda del estacionamiento. Estaba por ponerme a jugar con mi celular cuando recibo una llamada de Julian, lo voy a matar.

-Hola, ¿Qué paso?-Estaba por decirle la verdad pero se me ocurrió una idea.

-¡JULIAN!  Tienes que venir, hay un gatito con alas en medio de la acera del supermercado, todos estan aterrorizados.

-¡No me jodas! Sabia que los murcigatos existían, voy para allá tengo que grabar eso así dejaran de tomarme como loco. Te amo adiós-Corto la llamada y entonces yo me mate de risa como media hora. 

En el momento que América llego le conté lo que había hecho y entonces Julian también apareció con una cámara y super agitado. Al parecer había corriendo por toda la avenida hasta llegar aquí.

-¿¡DONDE ESTA!? Tengo que verlo y probarle al mundo que no tengo tantos problemas mentales.

-No lo se, tal vez en tu imaginación-Eleve mis hombros desentendida y luego choque los cinco con América la cual apenas se podía mantener parada. 

-Osea que vine corriendo aquí como demente, ¿Para nada?

-No para nada no, para ayudarme a llevar las cosas casa-No pude ni terminar aquella oración cuando ya tenia a Julian encima mio intentando agarrarme pero America se había interpuesto.

-Wowowo, ya paren y vamos a casa que estos tacones empiezan a doler-Julian dejo de intentar "matarme" y yo tome alguna de las bebidas. Ellos hicieron lo mismo y luego nos largamos pa casa.

***

Habiamos llegado a la dichosa fiesta con pase VIP gracias a las bebidas que habíamos comprados, América desapareció rápidamente y yo me fui directamente a la barra por algo de beber.  Y bueno Julian, también lo perdí de vista.

El maldito alcohol es mi perdición. 

No había pasado ni una hora cuando ya me encontraba bailando con un chico que ni recordaba su nombre pero era lindo, o al menos eso era lo que se veía con la poca luz del lugar. Vi a América pasar a mi lado con un chico y entonces me separe del extraño para tomar a mi amiga, pero no le dije nada solamente me puse a bailar a lo cual ella me siguió dejando de lado a ambos chicos que nos acompañaban.

-¿¡Donde crees que este Julian!?-Le pregunte mientras bailábamos.

-¡No lo se! Revolcándose con alguna extraña, como siempre.

-Cuando no-Solté una carcajada de la nada, genial ya perdí el sentido común. Tome nuevamente de mi bebida hasta el fondo-¡Oye ire por más bebida!

América asintió con su cabeza y siguió bailando. Me deslice entre las personas intentando no chocar a nadie pero se me hacia imposible por la cantidad de que gente que se encontraba ahí. Estaba esperando que me dieran mi bebida en la barra cuando veo a un chico subirse arriba de una mesa mientras se quitaba la remera antes de ponerse a bailar como loco.

-Vaya, parece que se divierte-Dije en voz alta. La chica que se encontraba a un lado mio, me miro por un momento.

-Y si que es sexy-Antes de escuchar eso reconocí a aquel chico, era Julian. Ignore totalmente el comentario de aquella chica desconocida y me acerque. Este al verme estiro su mano para que subiera, no lo dude ni dos segundos y la tome. Comenzamos a bailar ambos sobre aquella mesa la cual no dejaba de moverse pero a quien le importa. Movía mis brazos de a un lado a otro y mis caderas al ritmo de la música.

-¡Oigan! ¿Como se atreven a bailar de esa forma sin mi?-Nos reprocho América desde abajo, Julian extendió su mano y la ayudo a subir. Los tres comenzamos a bailar como animales salvajes. Y eso fue lo ultimo que recuerdo que paso.


Ya va a empezarWhere stories live. Discover now