Tormenta de amor

#6

Al llegar a la casa de Bruno, empezó a hacer palomitas para ver su película favorita.,que por cierto, era de ciencia ficción. No era mi tipo de peliculas pero ni modo, el había  pagado los helados.

–La proxima vez que tú pagues,  entonces nos tocará mirar tú película favorita-mencionó con una sonrisa en sus labios.

-Bien como digas-le devolvi la sonrisa

–¿De cuáles te gustan más, de queso o caramelo?– pregunto levantando los dos paquetes.

–Las de caramelo, el queso deja un olor apestoso.

Bruno introdujo el paquete de palomitas en el microondas, el olor a caramelo me hacía  agua la boca, mientras, me dirigí hacia la sala para esperar en el sofá .

–Hola hermosa– su madre entró por la puerta con un par de bolsas de compra.

–Hola señora Holt– respondí con una risa nerviosa.

-Hola mamá , pense que llegabas tarde-dijo Bruno con las palomitas en sus manos.

-La Sra. Myers no estaba, así  que decidí  llegar temprano para hacer un pastel.

–Déjeme señora Holt,  yo le ayudo–tomé las bolsas y las encaminé hasta la cosina.

–¿Quieres ayudarme con el pastel?– me preguntó la madre de bruno.

– Si por supuesto,  pero ¿de que será?– pregunté curiosa.

– Hermosa,  será de chocolate– me dijo con una sonrisa en sus labios.

La Sra Holt y Bruno tienen los mismos gestos.

–¿Alguién mencionó el chocolate?, porque yo amo el chocolate– comentó Bruno mientras se acercaba a la cosina con las otras bolsas.

–Le preguntaba a Zoe que si nos quiere ayudar a hacer un pastel– su madre me miró.

–¿Que dices Zoe aceptas nuestra propuesta?– dijo Bruno haciendo un gesto con sus hombros.

–Bueno está bien,  me hará bien despejar mi mente,  ya que mañana entramos a clases– Sonreí nerviosamente.

Esa tarde fue extraordinario pasarla con la Sra Holt y Bruno, son una familia muy unida eso es agradable.

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Mi despertador sonó a las 6:00am,  no quería levantarme pero en ese momento apareció mi madre tocando mi puerta

– Zoe, tú nuevo uniforme esta en el sillon,  bañate y baja a desayunar por favor–

–Si madre– con mis ojos entre serrados.

No quería asistir pero mi madre insistía, decía que era mi deber y esas cosas.

Me estaba  alistando cuando toco mi hermana la puerta.

–¿Necesitas ayuda con el uniforme?– dijo asomando su rostro por la puerta.

–Si por favor, ¿no crees que me queda un poco corto? – le mencione haciendo un gesto frente al espejo.

–No claro que no,  te ves hermosa– me dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

–No me mientas por favor– dije haciéndole un gesto de desagrado.

–Sabes que no miento cuando digo que eres hermosa y tienes un bello cuerpo.

Bajamos juntas a desayunar,  mi madre había preparado tostadas con jalea de fresa,  ella sabía que era mis favoritas.

El timbre sonó, me levanté y corrí hacía la puerta para ver de quien se trataba.

–¡Wow!- hizo un gesto de asombro y sus ojos se abrieron como platos.

–¡Wow! ¿Qué?– le pregunté confundida.

–Solamente que te queda super bien el uniforme– mencionó relajando los musculos de su cara.

– Se me olvidaba, buenos días señorita hermosa, espero hoy sea la mejor entrada a clases que puedas tener– su sonrisa se formo de oreja a oreja.

–Gracias,  pero espero que tú estés conmigo–dije con una sonrisa traviesa.
 

Para mi suerte así comenzó el día que sería el peor de mi vida.

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Espero lo hayan disfrutado..