Tormenta de amor

#7

Salimos los tres de nuestra casa, hacía mucho frío, por ese motivo llevaba un abrigo gigante, unos jeans azules y una blusa Blanca.

Nos dirigíamos hacia la parada de autobús  que se encontraba al frente de mi casa.

Al subir al bus eramos los primeros en el.

Después de tres paradas el autobús estába lleno, muchos amigos reencontrados ya que era el primer día de clases.

Antes de llegar al instituto el autobús hizo su última parada, al detenerse se subió un muchacho hermoso con su cabello castaño, de unos bellos ojos verdes, su piel era morena y como 1.78 de estatura.

Había mucho ruído y no pude escuchar, pero si logre observar que un muchacho y una mujer lo saludaron con mucha alegría de verlo.

–¿quién es ese muchacho Bruno?–preguntó mi hermana con una mirada traviesa.

–Se llama Mateo Manz, esté es su ultimo año en el instututo,  es el más popular pero es muy problemático.–Le comentó Bruno con seriedad en su rostro.

–Yo no le veo nada de problemático–le hizo saber mi hermana con su rostro de enamorada. 

–Aveces falta a algunas lecciones, una vez llegó con su rostro muy golpeado,  nadie sabe a donde se va ni que problemas tiene– comento bruno con mistério en su rostro.

– No importa aun así es hermoso–volvio a comentar con cara de boba enamorada.

–Para mi es una gran perdida de tiempo, no creo que valga la pena una persona así.–le mencione con seriedad en mi rostro y dirigiendo la mirada hacia la ventana.

–Que agua fiestas–dijo mi hermana asiendo un gesto de desagrado.

La ignoré y me coloqué los audífonos,  es más interesante escuchar música y estar en mi mundo, que andar viendo a gente boba que se pasan la vida jugando de interesantes y no son más que unas personas huecas y sin sentimientos hacia los demás.

Estába buscando el libro que estaba leyendo en ese momento, por sierto uno de los mejores,  que he leído.

Pude ver de reojo que se acercaba una persona a el lugar donde nos encontrábamos.

–Hola Bruno, ¿cuánto tiempo? Hola señoritas–dijo con vos grave.

–Hola Mateo–comentó seco.

-Hola-dijo mi hermana.

Yo solo lo ignoré.

–Hey! Bruno dile a tú amiguita que no sea tan fría no le he hecho nada–dijo con risa de burla.

Ellas son hermanas,  esta señorita que está a mi izquierda se llama Lila Huff y la señorita a mi derecha se llama Zoe Huff

–Mucho gusto Mateo–comentó mi hermana con una sonrisa de oreja a oreja.

–El gusto es mío señorita lila–en su rostro se formo una sonrisa traviesa.

Mateo me miro con el rabillo del ojo y frunció el ceño.

-Bruno me avisas cuando hemos llegado por favor–solamente negué con la cabeza y bastó para que Mateo se marchara decepcionado.

–Hemos llegado– Bruno tocó mi hombro regresandome a la realidad.

–Ash, clases otra vez...– bufé mientras tomaba mi mochila y guardaba mis audífonos.

–Creo que ahora será más interesante– mi hermana me lanzó una mirada perversa,  frunci el ceño al ver su rostro alegre, ojalá yo pudiese tener el mismo entusiasmo.

Me levanté del asiento sin ninguna gota de ánimo hasta que tropecé con un chico, el chico que había mencionado Bruno, el tal... Mateo Manz o algo así.

–Oye ten más cuidado– gruñó adelantándose.

–Disculpa...–le dije sin intenciones.

Con solo ver su rostro ya podía adivinar que era el típico arrogante el cual todas las chicas seguían como locas enamoradas, lo bueno era que no había causado impresión en mi, o eso creía, pero conozco a alguien que se sumará a su lista de seguidoras.

Era verdad el chico estaba guapo pero no era para tanto, como para que mi hermana se uniera al grupito de seguidoras que tenía el arrogante.

A Lila y a mi nos estaban esperando al frente del instituto para explicarnos el reglamento del lugal.

–sigamen señoritas, las llevaré a la dirección– dijo la secretaría del instituto

Solté un largo suspiro y me propuse a entrar a los pasillos interminables del que sería mi nuevo instituto.

Mientras más nos adentrabamos en los pasillos los chicos y chicas nos miraban con el rabillo del ojos,Para ellos eramos unos monstruos.