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Al llegar a la administración del instituto nos recibió una señora de cabello muy blanco, de poca estatura, vestía una enagua roja y una blusa marrón.

Nos dieron ahí nuestros respectivos horarios y emocianadas (notese el sarcasmo)salimos de la administración, miré la hoja que se encontraba en mi mano.

Mi día va cada ves peor, Historia no era algo que me agradaba del todo pero ni modo.

Caminando por los pasillos del instituto, llegaba tarde a mi primera clase <<genial mi primer día de clases, tarde a mi primer materia>>

-ten más cuidado torpe-me dijo un chico con seriedad en su rostro.

Caminaba deprisa y con ansias de llegar aunque sea 20 minutos tarde, que no note de quién se trataba me disculpé y baje mi cabeza.

-Pero miren quién esta aquí, la señorita fría- mencionó Mateo con una sonrisa de burla-veo que la hija de mami y papi es problemática-añadió.

-No me agrada tú sentido del humor-mencioné mientras lo fulminaba con la mirada.

-Uy! Pero si lo único que quiero es que la señorita fría me de una sonrisa-dijo el mientras me cerraba un ojo.

-No entiendes que no me agradas, solo quiero que te mantengas alejado de mi-comenté un poco irritada.

-Te veo un poco extraviada-afirmó el con seriedad en su rostro.

-No lo estoy, bueno si necesito encontrar la clase de historia-añadí al instante de soltar un largo suspiro.

-Pero me dijiste que me alejara, tú forma de ser me confunde señorita fría-contestó negando con su cabeza.

Mateo solamemte señalo a su derecha indicandome donde se encontraba el salón.

Nunca en mi vida me había puesto tan enrojecida por tanta torpeza, no le agradecí simplemente lo dejé en el pasillo.

La puerta estaba abierta pero no lo note por lo tanto tropecé y caí dejandome a la vista de todos.

Solo escuchaba las burlas de los demás, solo quería que se abriera la tierra o que callera un meteorito.

Cualquiera de las dos opciones me ayudaría a desaparecer y no volver.

-Señorita Huff bienvenida a la clase de historia, pero estaría mejor recibida si hubiera llegado hace veinte minutos-dijo el profesor con seriedad en su rostro-tomá asiento junto a tú compañero-añadió.

Todos me observaban detenidamente hasta llegar a mi asiento, algunos con extrañeza y los otros con sorpresa.

Caminé hacia mi asiento junto a un chico que no pasaba el 1.78, con su cabello negro y ojos celestes como el cielo.

-Rebelde?-mencionó mientras yo me terminaba de acomodar en mi asiento.

Molesta por su comentario, lo enjache para dejarle en claro mi disgusto, al parecer eso fue suficiente para que se volteará hacia el pizarron.

-Así son más lindas-escuche que hablo de nuevo.

-Podrías callarte?-exigí.

-Y tu quien eres para callarme?-se defendió.

-Soy Zoe y no me gusta lo que dices, así que te ordeno que te calles.

-Puff,no eres nadie-se rió.

-Callate!

-Señorita Huff le exijo que haga silencio si no quiere que la saqué del salón-intervino el profesor.

Todos comenzaron a reírse como si fuera muy gracioso lo que estaba ocurriendo,me sentí muy mal,y fue cuando me di cuenta que estaba muy a la defensiva,en otras palabras más grosera ¿Pero que me estaba ocurriendo?

De seguro mi instinto defensivo tenía que ver con ese chico del cual siempre olvido el nombre, pero aparece donde quiera que esté.

-Eres la nueva sierto?- preguntó una peliroja, de ojos negros y poca estatura.- mucho gusto, soy Marina Greg y tú eres?- añadió mientras estendia su mano por lo bajo para que el profesor de história no la regañara.

-Me llamo Zoe Huff y si soy la nueva-le respondí mientras le tomaba el saludo a su mano.

-No le hagas caso es un tonto y no sabe lo que dice- dijo la peliroja mientras me miraba de reojo-por sierto el se llama Iban Valles-añadió mientras retomaba su posición de chica aplicada.

Sin poner mucha atención a la hora, el timbre del instituto me informó que ya era cambio de lección.Al salir a los pasillos me entré con una gran multitud de personas, caminado hacia todos los lados posibles.

-¡Oye!-

Me volteé sobre mi cuerpo para ver de quién se tragaba, era la peliroja que venía a paso veloz para llegar donde me encontraba.

Tormenta de amorWhere stories live. Discover now