Capítulo 24

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Ni bien ni mal

Felicia no se sentía ni remotamente feliz por la noticia. Ella quería ser una justiciera, invisible y discreta, no una figura publica, incluso una criminal si era necesario.

-no entiendo tu enojo.. -le dijo Peter- sera increíble.

-tu sueñas ser el héroe, araña, yo no. A mi me gusta la discreción, a ti la atención.

Peter estaba confundido.
Entendía que ella no estuviera emocionada, tal vez impactada, pero no que estuviera enojada. No le hacían nada.

El seguía colgado del techo, ella pensó: 'el ventilador encienda y el caiga'.
Y paso.
Claro que el cayo de pie, algo molesto con ella.

-!Tu hiciste que a mitch se le mojaran los libros! -dijo Peter molesto, ella solo rodo los ojos.

-yupi, adivinaste el misterio. -dijo ella desanimada, o bueno, mas amargada.

-¿por qué lo hiciste?

Ella solo lo miro, sabia que no podía decirle: 'lo hice porque estoy enamorada de ti, y te gustaba, y la odio, por perra'.
No, no funcionaría.

-deja de meterte en mi vida, parker.

-¡no es tu vida! ¡es la de ella! Tu no sabes como se esfuerza en comprarse esos libros, tu los arruinaste. Tu solo piensas en ti...

Peter se dio cuenta que la cago cuando vio la cara de Felicia, tan decepcionada de el por esas palabras.

-por eso no puedo ser héroe, peter.. -dijo ella, poniéndose con los brazos cruzados frente a el- no le debo nada a nadie, no necesito justificar nada. No me importa mas que mi propia vida hermosa en mi maldita torre de marfil llena de cosas lujosas y sentimientos vacíos lanzados hacia mi constantemente... como los tuyos.

Ella paso aún lado de el saliendo del cuarto azotando la puerta. Saliendo del edificio y llamando a su mamá.

Peter se sintió mal.
Si, Michelle era su buena amiga, pero Felicia era su mas grande amor.
Constantemente la cagaba con ella.
Aveces olvidaba que su Lucille estaba ahi, su verdadero amor, y que no debía hacer sentir mal... como antes.
Dejarla sola como antes no era algo que el se pudiera permitir.

Tony entro a la sala y peter ya iba de salida, pero lo detuvo tomándolo del hombro.

-las chicas van y vienen, chico, no te preocupes.. -le dijo Tony relajado.

-si, pero dime,¿cuantas chicas hay que quiera como a ella? -dijo peter, algo apurado.

Tony se quedo perplejo mientras peter se iba, se daba cuenta que el chico maduraba mas rápido de lo que creía. Tal vez no era el mas responsable, pero cumplía tarde o temprano.

De camino a la casa de Felicia (en la zona más rica de Queens) escucho un perro ladrar y alguien gritando.
El fue, poniéndose el traje en el camino, cuando llego un tipo tenia una navaja con sangre.. y había una chica en el piso... sangrando. El perro le ladraba al tipo.
A peter se le encogió el corazón, jamas había presenciado tan cosa. En su guardia jamas moría nadie.

-¡he! ¡tu! ¡estupido! -lo llamo.

El tipo volteo, la araña le dio una patada golpeandolo en la pared, aventó unas telarañas y lo dejo ahí pegado. Se arrodillo frente a la chica.

-Karen, signos vitales.

-esta... esta muerta, peter.

Una chica tan parecida a Felicia que incluso cuando llego y la miro pensó que era ella.
El se quedo ahi, tirando en el piso, y el perro sentado junto a el llorando.
Miro a el perro, seguro era de la chica. Pequeño, menos de un año, era un pitbull cafe.

-hey chico.. -le llamo la araña. El perro al mirarlo retrocedió. La araña de quito la máscara- esta bien.

El perro se quedo mirándolo un segundo, y luego se lanzó sobre el, llorando, con tanto dolor que peter no se permitía dejarlo.

Llamo a la policía sin decir quien llamaba, solo la calle y el estrecho callejón.
Colgó.

Aún tenia que ir con Felicia.
Pero le daba pena dejar a la chica asi, con la falda levantada y la blusa desabrochada. Tomo su suéter y se lo puso encima, sabia que ella ya no tenia frio, pero igual valía la pena el jesto.

Se puso la mascara, tomo al perro y paso junto a la porquería.

-ella no merecía eso.. -le dijo peter a la porquería- pero tu si mereces lo que te pasara.

Volvió a ponerle mas telarañas. El tipo gritaba y pataleaba, pero a peter no le importaba en lo mas minimo.

Se puso la ropa normal. El perro no dijo nada, ni pío, solo se acurrucaba en sus brazos.
Al llegar a la casa de Felicia no supo que cuarto era el suyo, había una infinidad de ventanas y balcones.
Empezó a avanzar por cada una de las ventanas mientras Karen cortaba la transmisión de las camaras.
Llego a una, donde una mujer mayor, parecida a Felicia, estaba. Sentada en un sillón con la puerta de balcón abierta mientras fumaba un cigarrillo y veía una foto.

Peter siguio, sin dejar el nerviosismo atras, acababa de ver a su suegra, y vería el cuarto de Felicia por primera vez.

Llego a otra ventana, Felicia mirando una película en su cuarto mientras hacía la tarea con unas luces de navidad encendidas en la pared del respaldo de su cama. Tenia puesta una pijama algo gruesa de nubes.

La intención de peter con el perro era dárselo a Felicia. Su casa se miraba tan vacía y gris a pesar de tenerla a ella dentro.

Toco la ventana dos veces.
Felicia ya sabia que el estaba ahi.

-no te dejare pasar... -dijo ella sin mirar la ventana.

A el no le importo y entro.
Dejando a el perrito en la cama, este salto sobre Felicia, no feliz, sino para que lo consolara.

-¿y el? -dijo ella.

-su dueña tuvo un... terrible día.. -no hizo falta decir mas para que ella supierta- no podrá hacerse cargo de el mas. Te lo traje para que ambos se alegren el día.

Ella miro al perro, tan frágil como ella algunas veces. Lo tomo y lo abrazo, acariciándolo.

-ni creas que con esto estamos bien, parker.

El se sentó en su cama, frente a ella.

-lo se.

Y la beso.

Rubies y Telarañas -peter parker & tu- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora