「Amar y Servir」 [TaeKook-VKook]

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Silbaba mientras caminaba en las calles. La sombras de la oscura noche abrazaban mi silueta impidiendo que se vea mi propia sombra. No había una dirección definida. Solo era yo junto a Luna, pensando en él. En su pelo castaño. En sus ojos. 

¿Cómo me pude enamorar de alguien como Taehyung?

El amor es algo difícil y es muy molesto cuando se escapa de tus manos, pero si decidimos a quien amar sería menos doloroso. Más fácil, sin embargo, más aburrido y sin ninguna pizca de magia.

 Cuando dio la madrugada decidí volver. Sería un gran día.

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La mañana vino más rápido de lo que pasó la noche, el Sol azotó cada rincón del apartamento de Hoseok y como siempre, Lalisa se encontraba llorando por un poco de atención de sus humildes padres.

—Nunca tengas hijos —Hoseok entró en la cocina, supongo que su esposo se hizo cargo está vez. Tenía ojeras y su cabello revuelto; usualmente yo me quedo toda la noche despierto cuidando de su bebé, pero esta vez salí a caminar. —Son un pequeño dolor en culo.

—Lo tomaré en cuenta, pero para eso estoy —empecé a servir café negro en tres tazas y junto a estas puse la leche y el azúcar.

—Ups, perdóname —agarró una de las tazas y, sin añadir nada, tomó de ella. —Aunque sabes que amo a Lisa.

—SÍ, lo sé —me preparé mi taza y me senté enfrente de el. Alcancé el pan que estaba sobre la mesa y le extendí uno. —¿Cómo supiste que Corín era la persona indicada?

—Eso es larga historia —empezó a comer.

— Tengo tiempo; Jeongguk, un gusto —le extendí mi mano y reímos juntos por la respuesta.

Escuchamos fuertes pisadas bajando los escalones, un pequeño Corín no ha terminado de levantarse.

—Jeongguk, nunca tengas hijos —Corín vino directo a la mesa, agarró su respectiva taza de café y se la tomó de un solo bajón, sin respirar —¡Son un gran dolor en culo, unos malvados despertadores humanos!  

—Por eso lo sé. Voy por más café —Hoseok se levantó y fue a la cocina por lo dicho.

—En verdad, sabes que la amo y todo, pero también amo dormir. —empezó a comer muy rápido —Anoche de verdad estuvo muy mal.

—Puede estar enferma o quizás le estén saliendo sus dientes.

—Puede ser —respondió mirando la nada.

—Vístanse —Hoseok vino demasiado serio. Y cuando quiero decir demasiado serio quiero decir que está anormalmente serio.  

—¿Qué sucede? 

—Dolores accedió a hablar con Namjoon y nosotros. Vienen en camino.

Santa Mierda.

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Llegaron no tan tarde ni tan temprano. Estaba muy nervioso. Estamos hablando de meter a alguien intocable en la cárcel.

—¡Jeongguk! ¡Mi muchachito! —Dolores me abrazó muy fuerte y le devolví el abrazo. —Estás bien. Estoy tan feliz de que estés bien.

Olía tan bien. Olía a la casa de Taehyung.