T R E S

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—¿Glow? Glo. ¡Gloria! —Anto movía su mano frente a mi cara, tratando de captar mi atención. Sacudí mi cabeza y formé una sonrisa casi imperceptible.

—Lo siento, ¿Que decías? No te escuché —Mi mejor amiga negó con la cabeza y soltó una risita.

—Escuché por ahí, que viene un chico nuevo —dijo algo emocionada. Yo la miré y asentí con la cabeza.

—Interesante —dije, aunque estaba completamente desinteresada. La escuché suspirar pesadamente.

—Glow, piensa en otra cosa, por favor. No me gusta verte así de triste. No pienses en tu hermano —Al escuchar sus palabras, sentí un nudo en la garganta, y mis ojos acuosos.

—Anto, no puedo. Un mes, hoy cumplió un mes. No puedo... —Mi voz se quebró y no pude seguir hablando. Las lágrimas empezaron a salir sin permiso, y de un momento a otro, me encontraba llorando en un pasillo de la escuela. Miré a mi amiga, sus ojos estaban rojos y cristalizados. Mi hermano era muy importante para ella también. Anto se acercó a mi y me abrazó.

Y ahí me encontraba yo. En medio del pasillo de la escuela llorando, pero siempre tenía a alguien que me apoyara y que estuviera conmigo en los momentos más difíciles.

•~•~•~•

No lograba concentrarme en ninguna clase. Mi mente siempre andaba en las nubes, y por más que lo intentara, no conseguía prestar atención.

Sentí unos suaves golpes en mi hombro que me sacaron de mi trance. Miré hacia atrás y me encontré con la sonrisa de Jean.

Jean es un compañero de clases con el que a veces hablo. La primera vez que hablamos fue por un proyecto que tuvimos que hacer juntos. Desde ahí siempre hablamos ya sea en la escuela o por mensajes.

Me pasó un papel pequeño todo estrujado.

"Hey, Glow. ¿Que te parece si vamos por un helado después de clases?"

Pensé en la propuesta de Jean. Hoy iba a ir a la tumba de Sebas, mi hermano. Pero ir por un helado no me haría daño.

"Claro, ir y despejar mi mente un rato estaría bien."

Escribí rápidamente y le entregué el papelito sin que la maestra nos viera.

—Perfecto —susurró muy cerca de mi oreja, haciendo que me estremeciera levemente al sentir su aliento tan cerca.

•~•~•~•

Iba caminando con Anto hacia la salida de la escuela. Mis ánimos estabas un poco más arriba, gracias a Jean.

"Te espero en la salida."

Leí el texto de Jean y sonreí.

—Uy, alguien está enamorada —canturreó Anto, con una sonrisa de oreja a oreja. Yo negué frenéticamente con la cabeza.

—Claro que no, Jean es solo un amigo —dije lo más seria que pude.

—Y los amigos tienen citas —dijo ella con sarcasmo.

—No es una cita.

—Si lo es.

—No lo es.

—Si lo...

—Hola chicas. —Jean interrumpió a Anto. Yo le sonreí y le saque la lengua, y ella me imitó. Somos tan maduras.

—Hola Jean —dijimos ambas al unísono.

Lo siguiente que Jean hizo, nos dejó sorprendidas a ambas.

Hasta la ultima tecla de mi piano Where stories live. Discover now