Capítulo 9

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¿Celos?

Derek frunció el ceño al leer aquella nota en el espejo. Miró confuso a Stiles y éste tenía la misma atónita expresión.

Hasta donde tenía entendido, los únicos que sabían de su retorcida relación eran Isaac y Scott, pero ellos serían incapaz de bromear así. O eso es lo que creía. Aparte, aquello tenía que ser obra de una mujer. Por eso el labial y era fácil haberse escabullido al baño de hombres una vez que todos entraron a sus respectivas clases. Y Aunque intuía quien podría llegar a haber sido, trató de negarse a creerlo.

Ella no podía estar en Beacon Hills...

—¿Qué significa eso, Derek? —inquirió el chico medio asustado. Lo que menos le apetecía era ser el centro de atención por meterse con un profesor. O peor aún, que Derek perdiera su trabajo.

—No sé —dijo el moreno sacando un pañuelo del bolsillo de su pantalón, limpió el espejo lo más rápido que pudo y miró al chico a los ojos—. Tranquilo. Nadie vio lo que hacíamos —dijo poniendo las manos en sus hombros.

—Pudieron no ver esto, pero nos habrán visto en el salón... por eso te dicen esto —farfulló alarmado... aterrorizado en realidad.

—No te preocupes... hey... —se apresuró en acunar el rostro del castaño en sus manos—. Nadie te dirá nada.

—No me importa lo que me digan a mi, Derek —repuso haciendo que Derek le soltara—. Podrían despedirte por esto.

Conmovido porque el chico se preocupara así por él, se inclinó y le besó en sus labios.

—Seremos más discretos entonces —le tranquilizó sonriendo. Acto seguido, salió del baño y Stiles esperó a que pasara unos minutos para poder tomar su clase con Derek y que nadie sospechara.

Habían pasado dos días desde aquel mensaje en el espejo y por seguridad, Stiles trató de no cruzarse con Derek en el colegio y en la casa solo lo besaba de pasada, sin profundizar. Le aterraba la idea de que echaran a Derek de su trabajo, porque gracias a verse en la escuela de aquellas formas llegaron a ser algo más que dos inquilinos del Tío Peter.

Le preguntó a Kira si por las dudas le intentó hacer una broma y ella respondió que no. Se disculpó con ella ante tal pregunta y luego fue con Isaac y Scott, pero tampoco fueron ellos. Lo único que le quedaba pensar era que se refirieron a otro Derek o un estudiante cualquiera que les escuchó mientras estaban en el cubículo decidió escribir aquello. Pero, ¿de dónde sacaron el labial?

Estaba acostado en su cama tonteando con su móvil hasta que se aburrió y decidió ponerse el traje de baño para ir a la piscina. Mientras cambiaba por el pasillo camino a la puerta trasera, escuchó las voces de Peter y Derek en el despacho. Estaba apunto de entrar y avisar que iba a meterse al agua y de paso invitarlos, pero le extrañó que estuvieran discutiendo.

—¡No puedes irte, Derek! —gritó Peter golpeando su escritorio-. Ni siquiera estás seguro de que fue ella.

—Nadie mas que los profesores y mis alumnos me conocen en esta ciudad —repuso el moreno, se escuchaba muy preocupado—. No sé quien más puede ser.

—Fue una broma. Eso es todo.

—No lo sabes, Peter. Pero está bien —reprimió angustiado y resignado, haciendo una pausa para resoplar—. Si esto pasa una vez más, me marcho.

El castaño se escondió rápidamente y Derek pasó a su lado sin verlo antes de subir las escaleras. Él tuvo que volver a su cuarto para analizar lo que había escuchado, porque al parecer Derek sospechaba de alguien. O más bien sabía quién fue el que escribió eso en espejo.

La casa del Tío Peter | Sterek | Where stories live. Discover now