"Insufrible" [Terminada]

9. Normalidad

El resumen de aquel fin de semana de Sheel consistió en una ruta entre la casa de Aizawa y el hospital, durmiendo por las tardes en su casa, y velando por su profesor en el hospital por la noche. Aunque ya no requería de tantas atenciones, Sheel continuó haciéndolo, mientras el pelinegro continuaba buscando opciones para que ella no se quedara en la calle. Toshinori y el resto de profesores le visitaron varias veces para comprobar qué tal estaba, haciendo que la estancia allí no fuera tan aburrida.

Así, la tarde del último día de la semana llegó, y con ello terminaron las "vacaciones" de la Academia. Las clases comenzaban al día siguiente, y Aizawa había recibido el alta a media tarde. Sheel, que se ofreció a llevar sus cosas, iba a su lado en el autobús, intentando ayudarle en lo que pudiera (aunque él tampoco se dejaba mucho), puesto que aún tenía los brazos y la cara vendados. Al llegar a casa Sheel abrió, y la gata se lanzó a por su dueño, mostrándose más cariñosa de lo que ella había visto jamás. Aizawa sonrió al verla, y la acarició como pudo con sus brazos.

-Te ha echado mucho de menos, ¿Sabes? Todo el rato miraba a la puerta, como si te esperase.

-Yo también la he echado en falta.- respondió Shota, volviendo a ponerse de pie.- por cierto, no te lo he dicho antes, pero mañana ya tendrás casa. Bueno, no es el mejor lugar que existe, pero está bastante bien. Es un pequeño estudio cerca de la academia, mañana lo verás.

-¿En serio? -Sheel se quedó levemente entristecida, pero al instante sonrió.- muchísimas gracias por todo... Quizá no seas tan insufrible como pensaba.

Aizawa, que sabía lo mucho que le costaba decir eso a la chiquilla, simplemente negó con la cabeza, y la miró.

-Te recuerdo que eres tú quien ha estado molestándome en el hospital todo el rato.- contestó él, para acto seguido sonreírle por primera vez, sin ocultarlo.

-Serás idiota...- Sheel miró al suelo, sonrojada, y se giró para darle de comer a la gata y ocultar su sonrojo.

-No hace falta que lo hagas, puedo hacerlo yo.

-No, no puedes, al igual que tampoco puedes cocinar, ni nada parecido. Bastante es que te hayan quitado las escayolas. Si tan racional eres, descansa los brazos y no molestes. Ayer me encargué de comprar algunas cosillas con el dinero que tenía para que hoy pudieras cenar, por cierto.

-¿Hay que cocinarlas?

-Sí, pero puedo hacerlo si quieres.

Aizawa asintió, mientras se sentaba en la silla de la cocina a ver cómo la chiquilla comenzaba a sacar cosas de la nevera. Sacó varias verduras, además de una pequeña bolsa de arroz y carne, junto con varias especias.

-He tenido que regatearle bastante al vendedor, pero me lo ha dejado todo bastante barato... ¿Te gusta el arroz con curry?

-Sí, no está mal.- respondió Shota, impresionado al ver que Sheel sabía más de cocina de lo que aparentaba.- ¿Pero está bien tu hombro?

-Sí, lo detuviste en el momento exacto para que no me dañara ningún hueso ni ligamento, tan solo la piel y el músculo, por lo que sólo tengo que llevarlo vendado y ya.

-Bien... Ese enemigo era muy peligroso, la verdad.

-Sí, tanto él como el de los portales y los dos monstruos...- Sheel apretó el cuchillo que estaba usando para trocear la carne al recordar los gritos de Aizawa.- pero la próxima vez no escaparán.

Sheel estuvo un rato cocinando, haciendo el arroz, el curry, y las verduras, para acto seguido servirlo en dos platos, y colocarlos en la mesa. Aizawa inspiró un poco, al notar ese sabroso aroma. La chiquilla terminó de poner los palillos y los vasos y, y la botella de agua, por lo que ambos comenzaron a comer en silencio.