19. Erosión

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Segundo día de la semana en la que habían vuelto a clase, e Iida caminaba junto a Sheel por los pasillos de la UA. El peliazul siempre conseguía sacarle algunas palabras, pues, al haber sufrido el percance junto con su hermano, se sentía identificado con la chica. Cada vez podían denominarse más "mejores amigos", lo que reconfortaba a Sheel aunque no lo dijera en voz alta. 

La mañana volvió a ser similar a la del día anterior. Con un Aizawa totalmente autoritario como profesor, y una Sheel casi muda, la tensión en clase y en el comedor aumentó exponencialmente, tanto en el grupo de profesores como en el de clase. 

Nadie se atrevía a preguntarle a ninguno de los dos por las razones, pero tampoco los vinculaban más allá de Iida, Uraraka y Midoriya, quienes sabían quién era la causa de que su amiga estuviese así. 

En el caso de Shouta, nadie tenía ni la más remota idea. Siempre había sido un hombre extremadamente solitario, utilitario y frío, pero era exagerado. Hizashi se planteó preguntarle varias veces pero, al recordar el conflicto de la cajetilla de cigarros, se echó atrás. *Quizá solo es cuestión de tiempo*.

Quizá no se equivocase, pero en el caso de ella no fue así. El jueves, en una clase práctica, Sheel se escapó de allí, corriendo sin parar hacia un aula vacía. No podía más, tenía el corazón totalmente afligido, no era capaz de reprimir más sus lágrimas; estaba llorando. Al cruzar una esquina de la escuela, su cuerpo chocó con algo, cayendo al suelo. 

Levantó la mirada, deseando que no fuera quien pensaba.

Pero no, claro que no tendría tanta suerte. Era Aizawa, y tenía sus ojos dirigidos a los suyos.

-¿Kumo?-pronunció su apellido, haciendo que ella sintiera una opresión aún más fuerte en su pecho.

No le dio tiempo a nada más, se levantó en un instante y echó a correr, huyendo de aquel hombre, quien se quedó allí confuso.

-¿Pero qué...?-murmuró, mientras miraba al lugar donde ella había huído.* Yo... Debería de ir tras ella, supongo... Es mi deber como profesor...* pensó, mientras suspiraba.- Maldita sea, siempre tan problemática.

Corrió hacia el pasillo donde la había perdido de vista, y aguzó el oído. Unos leves sollozos se escucharon en una clase cercana, por lo que caminó hacia allí, y abrió la puerta, que estaba entornada.

La chica estaba sentada al final de clase, con la cabeza hundida entre las piernas, llorando sin parar.

-¿Qué pasa?

-Nada que le importe. 

*¿Me trata de usted?* pensó el pelinegro, aún más confuso.

-Soy tu profesor... es mi deber preguntar.

-Tu deber, tu deber. Todo tiene que ser cuadriculado, regido por reglas. Solo te importa eso.
Aizawa le miró, y se alarmó al ver que bajo su mano se había formado una quemadura... Ella estaba usando su quirk, no sabía si conscientemente, pero lo estaba haciendo.

Le tomó del brazo, y se agachó frente a ella, poniendo una rodilla en el suelo, y borrando su quirk. Sheel le dirigió la mirada fijamente a sus ojos, rojos como dos rubíes. 
-¿Qué te ocurre?
Ella no puede mantener la mirada, y simplemente sigue llorando, tensa por el contacto.
-¿Te han hecho algo?-el pelinegro no sabía ni qué preguntar, todo aquello le estaba llegando a agobiar.
Ella asintió.
-¿Ah si? ¿Quién?
-...
-Vamos, dímelo. Tomaremos medidas, Kumo.
-No es su problema, deje de hacer como si lo fuese.
-Sabes que sí lo es, así que dilo, estás perdiendo clase.
-Me dan igual las clases, ni siquiera sé que hago en la UA. Nunca tuve que pedir venir aqui, no quiero ser heroína, no quiero ser nadie... Solo quiero ser feliz...
Él se mordió el labio,levemente entristecido .Sabía qué sensación era aquella. Él había pasado por una época igual, en la que no quería tener más futuro que poder tener una sonrisa en los labios, sin preocupaciones, sin reglas, deberes.
-Escúchame.-le tomó de la mano, desactivando su propio quirk, y dirigiendo sus negros ojos a los de ella una vez más. Su pulgar acarició el dorso de la mano de Sheel.- No sé lo que te sucede ni quién o qué lo ha causado, pero no debes decir eso. Tú entraste aquí con tu esfuerzo, quieres seguir el ejemplo de tu padre... ¿acaso no puedes seguir adelante? Sois de las pocas clases a las que no expulsé a ninguno, y tú eras a quien pretendía expulsar, junto con Midoriya. Pensé que no tenías talento, ni potencial, simplemente me parecías una niñata engreida...
Notó como ella apretaba los dientes, soltándole la mano. 
-Call...
-Pero vi algo en ti que hizo que no pudiera echarte: vi un sueño, y me lo confirmaste con tu nombre de héroe, la acción en la USJ, la pelea contra el Asesino de Héroes... Ya sé la verdad, sé que no quisiste vengarte, querías ayudar a Iida...Así que no seas imbécil, vamos.-le tendió la mano al levantarse.- si realmente alguien te hace daño, y me lo quieres contar a mí o a cualquiera de los profesores, hazlo... Estaremos ahí para ayudarte... Siempre.
Ella no tomó su mano, sino que se levantó por su cuenta, y echó a andar dejando atras a Shouta.
-No hable como si me conociera, porque no lo hace. No hable de mi padre... No le conoció.
-Ahí te equivocas.
La chica se paró quedando de espaldas a Aizawa, quien se acercaba poco a poco.
-¿Qué? 

"Insufrible" [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora