• diez •

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Antes de que pudieran hacer o decir algo, la chica de la piscina alzó la cabeza y los vio. Su expresión fue muy similar a la de los recién llegados, con la única diferencia de que sus ojos no permanecieron fijos en sus rostros, sino que pronto descendieron hasta sus manos unidas. Notándolo, Lisa y Jungkook se soltaron de manera poco disimulada, más por la insistente mirada de la joven que porque realmente quisieran hacerlo. En ese preciso instante, el chico que estaba con ella volteó el rostro y se los quedó mirando con una expresión inescrutable, que contrastaba con el asombro reflejado en el rostro de su acompañante. Acto seguido, se irguió con elegancia y alzó una mano a manera de saludo.

— ¡Pero si son los desaparecidos! —exclamó Taehyung, aunque Jungkook notó que su rostro no mostraba la sonrisa que en cualquier otro tipo de situación habría acompañado un comentario de ese estilo.

Jungkook vio que Lisa finalmente se dignaba a caminar hacia ellos, por lo que la siguió, interrogando a su hyung con la mirada mientras se acercaba hasta su posición. Éste captó su intención, y por una fracción de segundo Jungkook creyó que le diría algo, pero al parecer se equivocaba porque el otro se decantó por mirar a Lisa con detenimiento, para luego dedicarle una amistosa sonrisa. Ella, un tanto cohibida por lo imprevisto de la situación, le devolvió un asentimiento de cabeza y se encaminó hacia su mejor amiga, tomando asiento a su lado. Jungkook completó la ronda de saludos cuando captó la interesada mirada de Rosé sobre él, por lo que le dirigió una inclinación de cabeza mientras se quedaba allí de pie incómodamente.

Se quedaron mirando entre sí, en medio de un silencio que nadie supo cómo llenar. Ahora que los veía con más detenimiento, Jungkook reparó en que, por alguna razón, ambos tenían el cabello mojado y la ropa húmeda. Entrecerrando los ojos, el morocho reparó entonces en algo que le había llamado la atención desde el primer momento en que los había visto allí. Rosé, cuyo largo cabello castaño se encontraba levemente revuelto por estar secándose al aire libre, llevaba una chaqueta que le quedaba notoriamente grande. Y el dueño de esa chaqueta no era otro que Kim Taehyung.

¿Qué estaba sucediendo, exactamente?

Jungkook buscó la mirada de Lisa y, cuando sus ojos se encontraron, supo que ella estaba haciéndose la misma pregunta. A decir verdad, la parte de Lisa que no estaba aún sorprendida lo encontraba levemente divertido, especialmente porque Jungkook parecía haber sido repentinamente dominado por una timidez que no estaba dejándolo actuar con naturalidad. ¿Quién se habría imaginado que el siempre confiado Jungkook se estaría comportando como un niño encontrado en medio de una travesura?

Taehyung le hizo una seña a Jungkook para que se sentara a su lado.

— ¿Qué diablos has hecho con tu teléfono?

— Se apagó —contestó el maknae sencillamente, encogiéndose de hombros. Rosé sonrió en dirección a Taehyung, quien señaló al otro con un dedo acusador mientras volteaba el rostro para mirarla.

— Te dije que respondería algo así —Jungkook alzó una ceja ante la confianza que denotaba la manera en la que su hyung y esa chica se hablaban, pero no dijo nada porque sus ojos volvieron a encontrarse con los de Lisa. Ella señaló a la otra pareja con la mirada, con una expresión de confusión tan evidente en su rostro que Jungkook no pudo evitar soltar una sutil risita. La tailandesa, habiendo entonces decidido tomar el toro por las astas, interrumpió a los otros para evacuar sus dudas.

— Uh, disculpen, pero... ¿cómo es que ustedes dos están aquí? —la pregunta llamó la atención de los interpelados, pero antes de que pudieran responder, Lisa volvió a hablar, esta vez dirigiéndose únicamente hacia su amiga—. ¿No dijiste que te irías a dormir si no regresaba pronto?

Like tomorrow doesn't exist  #LISKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora