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-Entonces te acompaño a tu casa para que me des tu ropa y la lave.

-Claro -dice de mala gana.

Ansel, Agar y Aarón insistieron en acompañarme con furia ya que los tres cayeron rendidos a sus pies, los tres están enamorados de ella y no entiendo porque. Tal vez sea linda pero tiene el peor de los genios; o quizá sólo sea así conmigo.

Los cuatro hablan de no sé que cosas y, sin prestarle atención, busco mis audífonos por todos lados pero no los traje. Pienso en unirme a la conversación pero me da algo de flojera.

-Es aquí.

Furia sube las escaleras y jala el mosquetero que tienen las típicas casas de aquí. Nos invita a pasar.

-Esperen mientras me cambio -nos dice una vez que nos sentamos en el sillón de la sala.

Ella desaparece escaleras arriba y mis amigos la ven con cara de bobos. Me harto de que a pesar de que ella no está presente aquí siguen viendo las escaleras como si ella estuviera ahí.

-¡Vamos! -les grito.

-Calla, suertudo -dice Ansel.

-¿Suertudo porqué? -les pregunto sin saber a que se refieren.

-Le gustas -Agar dirige su vista a mi.

-Dice que eres un perfecto idiota -Aarón termina con el "chisme"

-Ustedes están locos ¿Acaso no se han dado cuenta?

-Es cierto lo que decimos -ahora los tres me ven- dice que eres un chico muy lindo pero eres un idiota, distraído e inútil pero muy caballeroso.

-Qué contradictorio es eso -le respondo a Ansel por lo que acaba de decir- reacciona Ansel, tu eres el inteligente de nosotros cuatro.

-Para el amor no hay reglas -responde el.

-Listo -anuncia furia mientras baja las escaleras- aquí está la ropa, gracias.

-Claro -recibo la ropa extrañado por su amabilidad conmigo.

-Y tu sudadera es ésta -me da mi sudadera.

-Bien -me limito a decir- yo me tengo que ir, nos vemos mañana.

Salgo de esa casa y paso a la mía para cambiarme y luego llego a mi trabajo en el centro comercial. Es mi primer día en el Teens una tienda de ropa y accesorios para hombre y mujer, no sé realmente cual será mi puesto pero si sé que ganaré la increíble cantidad de trescientos dólares a la semana; son treinta horas a la semana con los martes como día de descanso, de cuatro a ocho con media hora de comida, sábados y domingos de once a seis y descuentos especiales para empleados.
Mis padres no están de acuerdo con que trabaje porque ellos me dan todo por ser buen hijo y tener un promedio regular pero quiero independizarme un poco porque estoy en último año de preparatoria y después a la universidad, aparte estoy ahorrando.

Por mi estatura me veo mayor pero la verdad es que sólo tengo dieciocho escasos años, bueno, me faltan un par de meses para cumplirlos. Considerando que aún soy pequeño mis padres desconfían en darme más libertad, en esa 'libertad' que no quieren darme es el trabajo porque temen que baje mi desempeño escolar y por eso me pusieron a prueba durante un mes; si sigo con mi buen promedio mientras tengo mi empleo ellos me dejarán seguir ahí.

-Eres Ethan ¿Cierto? -me pregunta Mónica, la señora que me hizo la entrevista.

-Sí.

-Como podrás ver soy la dueña y lo que harás aquí es fácil, vas a atender a toda persona que llegue aquí. Buscarás tallas y todo lo que hace una persona que atiende; Diane es la cajera y Alejandra igual atiende.

Un amor complicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora