||Cap.32||

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Me levanté de la cama, sé lo que se viene. Vacaciones. Suspiré dejando al libre mi tensión y preocupaciones.
Contemplé a Riggs durmiendo, recostado de un lado mirando hacia mi cama, con el cabello alborotado, mejillas rojas y la boca un poco entreabierta. Se ve tan lindo y pacifico. Eso solo me deprime más y también reconocer como lo traté. Me odio por hacerle eso, él no lo merecía; en definitiva.

Pisé el suelo, rápidamente su frío me cubrió pasando por mis piernas hasta mi columna vertebral. Llegué a su lado y me inqué quedando a su altura. Deposité un delicado beso en su frente y retiré un poco de cabello de esta.

Lo siento, lo lamento tanto, pensé.

Tomé un conjunto de ropa de mi armario, uno casual, y me encargué de cerrar la puerta del baño con cuidado y no provocar ruido.

Me cambié rápido, y por primera vez en mucho tiempo, hice algo que temía. Caminé al lavamanos cabizbaja, aferré mis manos a este...alcé mi mirada al espejo. De solo verme mis ojos brillaron en lágrimas. Simplemente, no era yo. Yo no tenía ojeras, no estaba demacrada, mi piel no era tan pálida y grisácea como lo es ahora. Tapé mi boca con mis manos y las mordí por no soltar sollozos.
Enseguida abrí la llave del lavabo y deje que corriera el agua, luego junté mis manos formando un espacio para recolectarla y vaciarla en mi rostro. Estiré mi brazo buscando la toalla, la encontré y sequé mi cara.

Esta vez mi interior no pudo evitar soltar sollozos; uno tras el otro. Luchaba sola para retomar aire y no dejarlos salir, pero era inútil, ni siquiera voltearía a verme de nuevo, no puedo.

Inhalo, exhalo, inhalo, exhalo. Con mis manos apartó las lágrimas que sobraron en mis mejillas y de un cajón sacó desesperadamente mi maquillaje, destapo el corrector y lo pongo por mis ojeras sin girar al espejo. Lo esparzo debajo de mis ojos, luego el polvo lo pongo en todo mi rostro, me coloco rubor, me rizo las pestañas y cubro con máscara. En paso final me cepillo el cabello y salgo del cuarto de baño.

Sorpresa. Chandler ya está despierto alistando unas cuantas de sus cosas en una maleta. Me mira como si hubiera visto un fantasma, justo como me veía.
Agacho la mirada y comienzo con mi maleta. Él no se mueve hasta que me ve guardando cosas. Sentía su vista en mi, una vista incomoda.

{...}

Una hora pasó sin ruido en la habitación, solo nuestras cosas acomodándose. Tomaríamos el desayuno a las nueve de la mañana; y cuando llegó el momento cada quien tomó su propio camino hacia el mismo destino.
Posicioné mis audífonos en mis orejas y me limité a ignorar el mundo afuera y concentrarme en la música que recorría mis tímpanos. Una melodía tenue y calidad sonó.

Zara Larsson - Uncover.

"Nobody sees, nobody knows
We are the secret can be expose".

Esa canción solo me provoca pensar en una sola y única persona. Will. Me cuestiono, ¿qué estará haciendo ahora?, ¿qué será de su vida en estos momentos?, ¿encontró a otra chica que lo haga feliz?, ¿se habrá olvidado de mí?. Todo eso recorre mi mente siempre. Es complicado si lo vemos de esa manera. Pienso en muchas cosas, a veces me bloqueo de tanto que tengo aquí dentro.

En el desayuno al primero que reconozco es Lian. Estaba solo él y su desayuno, así que caminé a su mesa.

-¿Puedo?- miré la silla a un costado de él. Me regaló una sonrisa mostrando sus dientes y asintió. Me senté sin pensarlo.

•Fucking Boarding School• {Chandler Riggs y tú}.Where stories live. Discover now