No hay nada que pueda hacer.

1.1K 99 7
                                    

El viento soplaba de manera tranquila en Konoha, Izumi observaba como Sasuke entrenaba a lo lejos, de suerte nadie la había descubierto y mucho menos reconocido, ahora mismo solo se encargaba de cumplir una petición que le hizo su esposo en una carta: "Cuida de Sasuke", lo cual ahora hacia, casi.

Sasuke entrenaba muy arduamente logrando que cualquiera que lo viera se sintiera cansado. Izumi sobo con ansiedad su vientre mientras seguía con sus ojos todos los movimientos que hacia su cuñado.

Solo dos meses habían pasado y le parecía toda una vida, Tsunade la estuvo protegiendo al igual que Kurenai, pero aun así no habían logrado evitar que Itachi le visitara, siendo un su supuesto "suegro", o el mismo pero muy de noche.

Sasuke paro de entrenar y que encontró con la mirada de Izumi, ya estaba acostumbrado de verla hay y aún que al principio le molestara después de tantas explicaciones (como que admiraba su resistencia, o le recordaba a su difunto hermano, y hasta que quería que su hijo fuera igual de fuerte que él) había residido simplemente ignorarla y comer como si nada a su lado.

—Lo hiciste increíble— felicito Izumi acomodándose unos mechones de su peluca.

—No es suficiente— dijo cortante e Izumi le vio fijamente.

—¿A quién tratas de superar? —dudo suponiéndose ya de quien se trataba, después de todo le había contado toda la verdad el día que le propuso matrimonio.

—A mi hermano —respondió con odio logrando estremecer a Izumi— Quiero matarlo.

Se mordió el labio viendo como Sasuke apretaba con fuerza sus puños y ponía una expresión fria.

—¿Se puede saber porque si es tu hermano? —pregunto sabiendo la respuesta, pero fingiendo no saber nada de lo que pasaba para no levantar sospechas.

—Porque el masacro a todo nuestro clan— lo dijo con tanto odio que logro empalidecer a Izumi.

Se sobo el vientre nerviosa, no quería que su bebé creyera que su padre es un asesino (cosa que es en parte) por culpa (si es que alguna vez lo conocen) de su tío. Pensó en que decir para darle la impresión de haberse quedado el shock.

—¿Sin ninguna razón alguna? —dudo logrando ganar una mirada de odio por parte de su cuñado— Digo, no es porque lo defienda, sino porque todo asesino siempre tiene un porque para todas sus muertes— se excusó rápidamente.

—Para medir su poder.

—Pero...

—No hablare esto con una maldita desconocida.

Se levanto sin más y desapareció, pero a Izumi no le importo ya había planteado el don de la duda en su cabeza. Miro al cielo encontrándose con un halcón, sonrió comenzando a seguir al con la vista al halcón, al notar que se comenzaba adentraba al bosque decidió pararse para ir donde Itachi.

Mientras caminaba tenía una en su vientre enorme, cuando el halcón cambio a un cuervo y se adentró a una cueva lo siguió, adentro estaba oscuro así que espero hasta que sintió una mano en su vientre.

—Sabes que causarme sustos no le hacen bien el bebé ¿Verdad? —rio girándose para abrázalo.

Las luces se encendieron y hay estaba el amor de su vida.

—Lo lamento— dijo escondiendo su rostro en el cuello de Izumi.

—Si claro.

Los dos se abrazaron con cuidado de no hacerle daño al bebé. Y hubieran seguido así hasta que Itachi se apartó tosiendo.  Izumi se extrañó, pero no dijo nada hasta que se dio cuenta que no dejaba de toser.

—¿Pasa algo? —dudo preocupada acercándose a él.

Itachi se dio la vuelta y estiro su mano indicándole que no se acercara, Izumi se dio cuenta aterrada que su mano estaba llena de sangre.

—Itachi.

Las piernas le fallaron e Itachi callo todavía tosiendo, Izumi se acercó corriendo y le miro desesperada, no sabía qué hacer. 

La tos paro, pero Itachi estaba abatido, Izumi trato de calmarse para saber cómo actuar y sobre todo para no afectar a su bebé por el miedo que le invadió. Itachi solo se dignó a verla mientras rompía en llanto y miles de piezas de un rompecabezas de preguntas se iban uniendo en la cabeza de Izumi.

Ahora entiendo porque pasaba demasiado tiempo en la enfermería y porque Kakuzu siempre le miraba con pena cuando estaban juntos.

Se acerco a él y le beso la frente, le ayudo a limpiarle la sangre de su boca y manos mientras Itachi seguía paralizado, no dijeron nada, no podía decir nada, porque ahora Izumi entendía muchas cosas y sabía que no podía hacer nada más que estar el mayor tiempo posible con él.

—¿Por qué no me lo contaste antes? —pregunto, pero no en forma de reclamo sino con tristeza.

Itachi no dijo nada, pero Izumi entendió el porqué.

Lo intente.

pensó.

Intente que cambiara de opinión y que no se dejara matar por Sasuke, pero no porque formemos una familia, o ahora que está enfermo, no lograba podre cambiar su opinión.

Memorias de una UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora