Evasión

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El destino parecía burlarse de ella cada día de su existencia. Gaara estuvo acechándola desde la lejanía en cada rincón de Suna, era obvio que se había percatado de su falta de visión y su inexperiencia en el campo sensorial, por lo que prácticamente se la pasaba a una distancia necesaria para que su don hiciera de las suyas y le provocará dolor. Aunque este no era tan intenso como la primera vez, aun así llegaba a molestarle y causarle intriga y preocupación a las dos mujeres que le acompañaban en su día a día.

Karin no había hablado sobre aquel pequeño incidente con el pelirrojo, era obvio que no quería saber nada de él, pero por algún motivo que desconocía, este se empeñaba en acercarse a ella.

No lo comprendía y tampoco quería hacerlo, no quería tener nada que ver con la persona que su don utilizaba para dañarla. Se había encontrado con muchas personas a lo largo de su vida, pero contadas eran los que lograron aquel efecto que hacía que su don se manifestará de forma agresiva.

Todos parecían tener algo especial, algo tan único que hacía enojar a su don a gran escala.

₍㍿₎

—¿Por qué no puedes quedarte más tiempo?, creí que estaríamos juntas para siempre —preguntó Takara con un tono afligido.

Karin entendía que después de tanto tiempo no quisiera separarse de ella aun si tenía ya a su madre y estaba de nuevo en su hogar, pero también entendía, que Takara estaría mejor sin ella, porque nadie quería ni debía cargar con todo lo que ella arrastraba.

Todo lo que alguna vez fue, lo que la perseguiría hasta el último de sus días.

—No puedo arrastrarte conmigo, tú aún tienes una segunda oportunidad. Regresaste con tu madre como querías, yo tengo que terminar lo que empecé.

Al escuchar otra negativa como respuesta, Takara agachó la cabeza intentando pensar en algo para hacerla cambiar de opinión. Karin se había convertido no solo en su salvadora, sino que también fue como una segunda madre para ella. La cuido cuando su salud empeoró sin importar cuántas veces, ni por cuanto tiempo sucediera, la protegió con su vida, dejó atrás sus ideales y le pidió ayuda a dos grandes aldeas solo por salvar su vida. Takara estaba muy agradecida por todas esas cosas, Karin hizo por ella lo que solo sus padres hicieron, pero no sabía como hacérselo ver, buscaba la forma de hacer que se quedara porque debía agradecerle. Y porque quería que lo hiciera.

Tras otra plática con Benko en donde Karin continuo con su negación a quedarse, las discusiones con el tema se dieron por finalizadas al ninguna poder hacerla cambiar de opinión.

Karin anhelaba quedarse con las únicas personas que no la trataron con desprecio, ni la miraron como un arma, pero aún no podía, pues aún tenía que enmendarse por sus errores con muchas personas.

Aquel día sería el último que pasaría en Suna.

₍㍿₎

La noche arribo con rapidez mientras que Karin se encontraba en el exterior, alejada del centro de la ciudad y disfrutando del invernal frío que proporcionaba el desierto, un clima completamente opuesto al que se llegaba a sentir durante el día.

Disfruto por horas la tranquilidad, su don no se había manifestado en todo el día, por lo que podía mantener su mente y cuerpo en paz, sobre todo tras los tormentos vividos desde el día en que su vida y la de él se juntaron para nunca separase

Un par de horas después su tranquilidad dio fin cuando sintió como su don se manifestaba, miró en todas las direcciones hasta dar con el causante. Temiendo por el dolor que le pudiera causar, se colocó de pie de inmediato

ashes with blood. ⧽ 𝗴𝗮𝗮𝗿𝗮.Where stories live. Discover now