Capítulo 13 (Maraton 2/4)

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Arctic Monkeys sonaba por toda la tienda, por petición mía.

Ya estaba algo cansada de que Mabel escuchara 5SOS todo este rato, así que me metí en la computadora sin que ella se diera cuenta.

Arabella era de mis canciones favoritas de esa banda. Pero algo andaba mal, la habían parado justo en el estribillo.

— ¿Don't Stop Me Now? ¿En serio Dipper?—me apoye en el palo de la escoba, sonriendo.

Pero el ni siquiera me escucho, se dedicaba a hacer Playback con su palo de escoba.

—Don't stop me now! I'm having such a good time, i'm having a ball—canto Mabel, debajo de la caja registradora.

Ambos comenzaron a cantar, como unos malditos locos. Tome mi celular y les saque varias fotos, además de un video. Luego me uní.

—I'm traveling at the speed of light I wanna make a supersonic woman of you!

—Don't stop me, don't stop me—cantaron ambos.

—Have a good time good time!

Los micrófonos se convirtieron en guitarras. Mabel subió el volumen y comenzamos a saltar.

—Ohhhh, burnig through the sky, yeah. Two hundred degrees that's why they call me Mr. Fahrenheit, hey!

—Travelling at the speed of light I wanna make a supersonic man out of you, hey hey!

—Don't stop me now!

—I'm having such a good time, I'm having a ball.

—Don't stop me now!

—If you wanna have a good time, just give me a call!

—Don't stop me now! 'Cos I'm having a good time.

—Don't stop me yes, I'm having a good time.

—I don't wanna stop at all!!

La puerta se abrió dejando ver a mi abuelo y al señor Stan, con cara de enfadados.

—Veo que ya terminaron—dijo sarcástico mientras Mabel bajaba el volumen.

Esta vez, terminamos de hacer todos nuestros deberes y nos dieron permiso para salir.

Fuimos con mi abuelo hacia nuestra cabaña y de ahí tome mis cosas. Mire mi celular, por si tenia alguna llamada pero nada. No es como que esperará la de alguien, claro.

¿A quien quiero engañar? Extraño a Chad y no me gusta que estemos peleados. Pasamos muchas cosas juntos y estar así con el me parte el corazón.

Se que hace unas horas estaba pensando en Dipper, pero Chad es mi novio. No puedo hacerle esto, el nunca haría lo mismo conmigo.

¿O si?

Callate conciencia, eso solo fue un error y ni siquiera estábamos saliendo cuando beso a Rachel.

Recuerdo esa imagen y mi estomago se revuelve. Dipper lo nota y coloca una mano en mi hombro.

—¿Te pasa algo? Te noto rara desde que salimos.

Le sonrío y niego con la cabeza.

—No he hablado con mis padres, eso es todo—miento y el me sonríe.

Daría todo por ver esa sonrisa todo el tiempo, de verás. Parece un niño cuando lo hace.

Mabel sale del baño y nos mira, emocionada.

—Es hora de abuchear un show.

*********

Mi abuelo no nos dio problema. Seguramente cree que iremos a una cervecería o a bailar. Jamás se le pasaría por la cabeza que iremos a ver el Show de Gideon, la competencia.

Nos tomó veinte minutos llegar al lugar, el cual tenía su cara en todos lados. Habían niños, ancianos, personas adultas, todas con algún accesorio de la estrella.

—¿Como pudieron ser enemigos de alguien tan famoso?—pregunto, mientras cruzamos la entrada de la tienda.

En todo aspecto se parecía a la cabaña del misterio, incluso tenían un Soos. Solo que este tenia el logo de la tienda de la telepatía en vez del signo de pregunta.

— Mabel y su encanto—hablo Dipper y dirigí mi mirada hacia la gemela, la cual se sonrojaba.

— Digamos que, siempre estuvo enamorado de mi—dijo con cierto nerviosismo. Dipper rió secamente.

—Fue secuas de Bill y era el guardián de la burbuja de Mabel. Además, una vez nos robo la cabaña.

— ¡¿Qué?!—exclame, enfadada. Algunas personas dirigieron su mirada hacia mi.

— Tranquila, eso fue hace años—me relajo Dipper—. No ha intentado atacarnos nunca más. Bueno, excepto esa vez cuando nos robamos su orden especial de ositos de goma.

— Valió la pena, cada sufrimiento de esa semana—comento Mabel y negué con la cabeza, divertida.

Nos ubicamos, cinco filas atrás del escenario. El show comenzó, con todo un espectáculo de luces. Del centro del telón, apareció el chico que vimos en la feria. Solo que esta vez tenia un traje y una capa.

Comenzó con una ridícula canción, luego empezó a pasearse por todos los asientos, resolviendo preguntas y problemas.

—Es como ir a las iglesias esas truchas, donde el cura te hace creer que tendrás millones de dolares si metes todo su dinero en una caja—Dipper y Mabel rieron, pero sus caras brillaron de diversión al ver detrás mía.

Volteé y, en efecto, el hombrecillo estaba sonriendo a tan solo unos centímetros de mi.

— ¡Oh, los Pines! Y trajeron a la novia de Dipper —frunci el entrecejo.

— ¿Novia? —cuestionamos Dipper y yo al mismo tiempo.

— ¿Novia?—preguntarons unos adolescentes en el fondo.

— ¡¿Novia?!—oh, toda la multitud. ¡METANSE EN SUS ASUNTOS!

— ¿Acaso aun no es oficial?—llevo su mano a su corazón, ofendido.

—Oh, lo siento. Tengo novio, pero no es Dipp.—respondi sencilla.

—¿Y porque el futuro me dice que serán novios eh? Incluso, sucederá este verano—rode los ojos.

—Ja, claro y tendremos gemelo— ironizó Dipper y reí.

Gideon poso su vista en mi, pero vio algo que no le gusto debido a su cara. Sus ojos estaban fijos en mi marca de nacimiento, en mi brazo izquierdo.

— ¡Bueno, eso fue todo amigos! ¡Los espero en mi próxima función, chaito!—grito de repente Gideon.

La gente comenzó a dispersarse, mientras nosotros comenzamos a pararnos pero me tomo del brazo y me obligo a seguirlo.

— ¡Oye, enano ¿que te pasa?!—grito, tratando de safarme de su agarre, pero es mas fuerte de lo que parece.

— ¡_____! ¡Gideon, sueltala! —escucho a Dipper detrás mía.

El enano abre la puerta que dirige a un pasillo, y antes de que abra la segunda puerta, Dipper me sostiene del otro brazo.

— ¡He dicho que la sueltes!—Dipper vuelve a repetirlo y me siento una damisela en apuros.

Me liberó de su agarré y mire mal a Gideon.

— ¡¿Por que demonios me sacaste así?! ¿Acaso no podías pedirme que te acompañe? ¡¿Acostumbras a tratar a tu público de esta manera, ridículo?!

Parecía que Gideon se estaba conteniendo para no darme con una sartén ahí mismo. Pero estaba enfadada. Y no soy de enfadarme así, pero no me gusta que me traten como un perro con correa.

— Es que creí que eras un mito—dijo, así sin más. Reí sin gracia.

— ¿De que hablas?

El miro a los gemelos, que parecían tan enfadados y confundidos como yo. Dijo algo en voz baja, y abrió la puerta.

— Pasen, esto es algo largo.

Love Me {Dipper Y Tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora