CAPITULO 15

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...PROBLEMAS...

*PDV MIRTELIANOL*

De verdad es tierna cuando duerme. Es una pena que no me llegase a pedir ser su novio, terminó muy agotada, como no si gastó todas sus energías en el museo. Estuvo corriendo de un lado para otro todo el día que si; "mira esto", mira aquello", "mira lo otro". Lo más importante es que de verdad parecía estar feliz.
Me dá gracia recordar las caras raras que ponían las personas al vernos, he, eran como si ella estuviera loca... Bueno, lo está.

-Mite- la miré, estaba muy adormilada, tan linda.

-¿Si?- acaricie su mejilla haciéndola cerrar sus ojos.

-¿Quieres ser mi novio?- su sonrisa era honesta y a la vez burlona. Besé sus labios con suavidad.

-Que pregunta más estúpida e innecesaria- paaara luego cambiar a una actitud creída. Ella tan solo besó mi mejilla y con una sonrisa volvió a quedarse dormida. Me levanté y me fuí al baño.

Ya luego de unos minutos de terminar de bañarme y demás me acosté a su lado abrazandola, odió la sensación de querer hacerla mía, de escucharla gemir... Lo odió, tan solo quiero estar un día sin querer pasarla como conejos, el querer pasarla juntos, riendo, besándonos y demás.

Besé su cabeza en un intento de calmarme. Sin darme cuenta ya estaba dormido.

~Tres días después~

-Mite~, quiero mantecado~, porfa~- pedía o más bien rogaba con un puchero en su rostro. Estaba sentada sobre mis piernas, tan...

-Ya te dije que no, cállat... Je, muy bien, te daré mantecado, pero, lo tendrás que comer de mí- juraría que mi rostro cambió a uno lleno de malicia. Al contrario de la reacción que esperaba sonrió y me empujó a la cama.

-Odió cuando me dás ordenes o condiciones, yo hago las cosas a mi manera- lamió mi cuello. Lástima que el timbre tocó- te lo digo enserio, estamos malditos o algo así- se quejó para después bajar y abrir la puerta. Se quedó paralizada, juraría que su expresión era de terror y odio puro.

-Buenas, mi nombre es Enrique Zequeira, tengo entendido-- aaah, jejeje, hola... Hermosa- sonrió con malicia mirando a Aledia con odio y rencor. Enrique... MIERDA, no, nononono, ÉL ES...

-TÚ, HIJO DE PUTA, ALÉJATE DE ELLA- lo aparté furioso, no permitiré que este patán le haga algo a mi princesa. Este es el asesino de su familia.

-Vaya, por lo que veo sigues siendo una puta manipuladora, estar con alguien por dinero, no pensé que caerias tan bajo- la tapé con mi cuerpo entero sin dejar que la viera. Ella tenía miedo, demasiado. Estaba temblando a más no poder y sus ojos estaban llorosos. Es una chica que no llorá y apenas y muestra en algún momento un poco de sus debilidades.

-Te puede ir por donde mismo viniste- lo miré con superioridad y advertencia, no era bueno el que me pusiera a pelear.

-¿Creés que me puedes hacer algo? ¿¡a mi?! Obviamente sabes quien soy, una lástima. Déjame hablar con tu puta, le voy a mostrar el porque conmigo NADIE juega- dió un paso en frente. Le dí un fuerte empujón haciendo que su mirada se volviera más sombría. Sacó su cuchillo el cual hice que fallará. Lo tomé y lo apunté a su frente.

-No seas tan idiota- con el mango lo iba a golpear pero lo esquivó y salió corriendo. Supongo que sabé que no me ganará. Ahora no la dejaré sola en ningún momento, no puedo.

Ella seguía parada con su mirada pérdida. Estaba aún temblando. La abracé para tranquilizarla. Empezé a acariciar su espalda mientras besaba su hombro.

¿Casualidad O Destino?Onde histórias criam vida. Descubra agora