*Narra Sandra*
Nagore sabía que cuando me rozaba el cuello con sus labios, me encendía y no podía parar, le vino muy bien porque se me olvidó completamente que nos podía ver alguien.
Mi mano se coló por dentro de su ropa interior haciendo movimientos circulares lentos y mientras apretaba su culo. Tras unos minutos donde nago tenía la mirada hacia arriba, y su mano apoyado en el techo, yo seguía teniendo mi mano en su nalga y me la acerque hacia mi, y mi boca fue a su parte más íntima hasta que llegó al orgasmo. Su cara de satisfacción me daban ganas de continuar hasta llegar a su límite, pero de eso ya tendríamos tiempo,ahora lo importante era llegar a Basauri.
Tras terminar ese "polvete " rápido continuamos nuestro trayecto, íbamos con bastante retraso. Yo no sabía donde me llevaría Nagore si a un hotel a casa de sus padres o a una cabaña en medio del monte, pero que más daba, la tenía a ella y eso me bastaba .
Me quede dormida las otras dos horas que faltaban, me desperté gracias a unos besos y un frío helado, al abrir los ojos la vi a ella, con un abrigo de pelos y sujetando mi chaqueta para que me la pusiera.
- Creo que el bikini no me va a hacer falta. Dije yo mientras tiritaba de frío .
- Nunca se sabe lo que puede pasar señorita Barneda.
Esta chica estaba loca, y me lo estaba contagiando aunque no sé si eso es posible, observaba el brillo que tenían sus ojos al enseñarme donde nos íbamos a quedar estos días .
No se como nunca me había hablando de este maravilloso lugar, era perfecto, apartado de la gente y se respiraba la calma, que en las grandes ciudades como Barcelona o Madrid, no se podía .
