Karol Sevilla dueña se una de las mejores empresas a nivel de Argentina. Es su vida nada es fácil y menos teniendo a una mamá que la culpa de una muerte y a la hermana que busca hacer la vida imposible. ¿Cómo su propia familia es capaz de ello?
Rugg...
Al entrar el ambiente se lleno de lujos pero a la vez algo tranquilo, con la luz del día en su tope.
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—Buenas Tardes—saluda Rugge.
Noto como el señor dirige su mirada hacia nosotros y sonríe.
—Buenas tardes. ¿Karol Sevilla y Ruggero Pasquarelli?—nos pregunta, a lo que asiento con una sonrisa.
Los nervios me ganaban.
—Karol Sevilla un gusto—me presento estirando mi mano, él me la estrecha.
—Un gusto señorita Sevilla. David Brown— se presenta, sonrió asintiendo.
—Mucho gusto David Brown. Ruggero Pasquarelli— ahora es el turno de mi acompañante de presentarse.
—El gusto es mío Pasquarelli—bromea y estrechan sus manos—tomen asiento— dice sin perder su sonrisa, hacemos lo que nos dice— ¿Ruggarol Company cierto?—pregunta leyendo su computadora.
Me da un escalofrió al escuchar el nombre de la empresa.
—Desde que sus representantes los inscribieron tuve una duda ante el nombre tan... inusual que tienen ustedes. ¿podría saber la historia de su nombre tan original?—pregunta divertido.
Me sonrojo, es Ruggero quien toma la palabra.
—La idea en si no fue de nosotros—responde— en el momento de que nos llego la carta, digamos que nos cayo como un balde de agua fría. Tras una reuniones y sobrellevando diferencias— Ruggero me mira por unos segundos, sonrio— la asociación se dio muy rápida, nuestros representante vinieron para la inscripción y todos los papeles...—asiento agarrando su mano indicándole que yo continuaría.
—...cuando ellos llegaron nos dijeron que ya teníamos nombre como única empresa, es decir asociada oficialmente. Nos resulto curioso el nombre. Es una combinación de nuestros nombres, hubo una reunión donde nosotros no pudimos asistir, pero, todo fue democrático, la mayoría estaba a favor del nombre y quedo—sonrió nerviosa al señor que nos miraba atentamente.
—¿Ustedes están de acuerdo con su nombre final?—pregunta curioso.
Miro a Rugge por unos segundos para luego volver nuestra mirada al señor.
—Claro—decimos al unisono, lo que provoca una risa en David.
—Me resulta curioso verlos como solo una empresa—dice, frunzo mi ceño confundida—pensé que vendrían cada uno representando su propia emprsea. "Pasquarelli Company" y "Generation Sevilla"—explica.
—Perdón señor Brown, pero, en el sobre que nos mandaron, hablaba de una asociación obligatoria para poder asistir a este evento—respondo obvia, el señor suelta una risa que me deja confundida.
