•Capítulo 30•

302 42 26
                                    

*Un mes después*

Shawn se aferra a mi cuerpo sin dejarme mover. Miro su rostro y suspiro ¿Es real este hombre?.

Con cuidado subo mi mano y la coloco en su cara para dar suaves caricias. Mis dedos recorren su mejilla hasta llegar a sus labios. Todo era tan perfecto.
Shawn se mueve y abre los ojos para encontrarse con los míos.

-Buen día preciosa.- Lo miro anonada y me sonrojo.

-Buen día dormilón.- Me suelto de su agarre y me siento en la cama para poder mirarlo mejor.

-¿Que haces?.

-Te miro.- Le digo sonriendo. Shawn me acerca a él  y me besa. Él toma mi cara entre sus manos, profundizando el beso, nuestras lenguas se mueven en sincronía. Nuestras respiración se empieza a acelerar haciendome sentir que en cualquier momento me desmayo por la intensidad del beso.
Me sentía tan bien en sus brazos.
Shawn presiona mi cuerpo con el suyo y puedo sentir su erección, un pequeño gemido sale de mis labios. Mi cuerpo está electrificado con sensaciones, cada nervio respondiendo a cada toque por mínimo que sea.
Jamás pensé que alguien me podría hacer sentir de esa forma.
Sus ojos verdes me miran, ¿Como puede ser tan perfecto este hombre?.

-Te amo Shawn.- Suelto sin pensar.

-Yo también te amo Rosie.

Me despierto de golpe y miro a mi alrededor asustada.

Estaba en el cuarto.

Paso mis manos por mi cara y suspiro. Otra vez el mismo sueño de todas las noches.

Como lo extraño.

Extrañaba tanto a Shawn y esto lo comprobaba. Lágrimas brotan de mis​ ojos sin control y me encuentro llorando desconsoladamente.

Tiro todo mi peso sobre la cama y abrazo mi almohada con fuerza.

Desde que me había ido no sabía nada de él. La última vez que estuve a su lado fue cuando tuvimos que ir a declarar en el juzgado por el caso de Karen.

Maldita loca sicópata.

Por suerte ella ya está pagando todo lo que hizo.

Días después me fui, él ya lo sabía pero no fue al aeropuerto a despedirse, nunca apareció. En el transcurso de las horas dentro del avión me la pase llorando, tenía la mínima esperanza de que Shawn me pidiera que me quedara pero no fue así.

Miro la hora de mi despertador, eran las 6:45 AM y eso significaba​ que ya tenía que levantarme. El instituto era tan distinta a la universidad que iba, además de contar que está muy lejos de mi hogar y que vivo completamente acá.

Con mucho cuidado, sin hacer ruido para no despertar a mi compañera de cuarto, me levanto y salgo de la habitación.

-¿Rosie?.

-Oh mierda.- Me doy vuelta de golpe asustada y miro con mala cara a Derek.

-¿Tan mal me veo por las mañanas?.- Me dice bromeando. Lo miro enojada hasta que me percato de que se encontraba sin camisa dejando en vista su increíble abdomen.
Me sonrojo y miro para otro lado.

-No, solo me asustaste.- Le digo y trato de entrar otra vez a la habitación pero Derek me agarra del brazo.

-Esta vez no te vas a escapar Rosie.- Me doy vuelta y lo miro. Su mano viaja a mi cara y la acaricia.

-Derek por favor no.- Le digo suplicandole con la mirada.

-Rosie ya pasó un mes. Él está muy lejos tuyo y seguramente ya está haciendo su vida, tú también tienes que hacerla.- Lo miro sorprendida por sus palabras. Él tenía razón y lo sabía pero una gran parte de mi se aferraba a todo lo vivido con Shawn, lo bueno y lo malo.

Antes de que pueda hablar, pone un brazo alrededor de mi cintura y me jala hacia él, besándome tiernamente.

-Quiero que me des una oportunidad Rosie.-   Sus ojos azules me miran esperando una respuesta ¿Como le digo que sigo amando a Shawn sin lastimarlo?.

-Lo voy a pensar.- Le digo y él me sonríe.

(***)

Cierro el libro y apoyo mi frente en este. Apenas había terminado la clase vine hacia las biblioteca del instituto.

Me levanto para llevar el libro a su lugar y agarrar otro. Miro atenta para ver si encontraba uno de los libros que habían pedido en la clase de contaduría.

-Loteria.- Digo sonriendo sin mostrar los dientes. Me estiro todo lo posible para alcanzar el libro pero aún así no llegaba, frustrada me doy vuelta para irme y me choco con un cuerpo.

-Lo siento.- Digo avergonzada.

-No pasa nada.- Me dice la chica morena y le sonrio con amabilidad.

-Soy Camila Mendes.- Me dice extendiendo su mano hacia mi.

¿Mendes? ¿En serio?.

Es inevitable no pensar en Shawn en este momento pero trato de no darle importancia a su apellido.

-Un gusto Camila, soy Rosie Hudson.- Ella me queda mirando por unos segundos como si estuviera recordando algo.

-¿Tu eres Rosie Hudson?.- Me dice entusiasmada.

-Emm si.- Le digo y siento como mi corazón empieza a acelerarse.

-El gusto es mío. Nos vemos luego Rosie.- Me dice y me deja sola desconcertada por lo que acababa de pasar. Tratando de no pensar en lo que había pasado, salgo de la biblioteca y me voy directamente hacia mi habitación.
Una vez allí agradezco que mi compañera no esté.

-Hoy eres completamente mía habitación.- Si alguien me viera hablando sola seguramente pensarían que estoy loca. Me acerco a mi cama y dejo mis cosas ahí. Antes de que pudiera acostarme en la cama golpean la puerta.

-Oh.- Me agacho para agarrar la rosa con la tarjeta. Miro hacia los dos lados y no había nadie. Cierro la puerta y me siento en la cama.
Acerco la rosa a mi nariz y respiro hondo cerrando los ojos.

No puede ser.

Abro los ojos y leo la tarjeta.

     "Te compré esta rosa y necesito saber ¿La dejarás morir o la dejarás crecer?"
           
                                                                  SM.

(Fin)
________________________________________

OH POR DIOS.

Si, después de tanto tiempo está historia a llegado a su fin ahre.

Espero que les haya gustado esta historia como a mi me gustó escribirla. Sé que tarde mucho en actualizar pero tengo un gran motivo 🙄 pero aquí está.
No sé olviden de votar y comentar que les parecio. Los quiero ❤️

-Marian🌹

Roses ~ Shawn Mendes ~Where stories live. Discover now