Capítulo 19

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Tenemos diez minutos de haber salido de casa pero solo existe un silencio incómodo entre nosotros, de vez en cuando siento la mirada de Damian en mi pero solo es por segundos obviamente tiene que mantener su vista fija en la carretera.

--¿Estamos lejos?--Le pregunto porque estoy harta los silencios no me gustan mucho solo cuando duermo porque eso si es sagrado.

--A una hora. Leah-- El tono de su voz se vuelve inseguro y veo como los dedos de sus manos juegan con el volante, intuyo que está nervioso.-- Se que crees que todos los hombres estamos hecho a la misma medida pero; quiero que sepas que no es así y te lo demostraré.-- Sus palabras me dejan pensativa pero por alguna extraña razón ahnelo que de verdad me demuestre eso.-- ¿Música?

-- No, estoy bien así-- Abro mi boca para tratar de sacar conversación pero la cierro de nuevo, hasta que recuerdo a mamá.-- Damian y como va todo con mamá.-- Creo ver que sus ojos se iluminan y una sonrisa se dibuja en su rostro.

--La tía Alice es genial saber que ella fue parte de la vida de mamá y poder compartir todo lo que hubiese hecho con mi madre es asombroso.

--Eso me alegra mucho, ella igual se ve muy feliz.

El tiempo pasa mientras seguimos hablando sobre estos días que a estado en mi casa porque desde que sabe  que mi mamá es su tía no quiere salir de casa. Llegamos a un hermoso lugar donde hay un camino con palmeras a ambos lados está iluminado y un gran portón negro nos espera. En él están dos guardias que reciben a Damian y lo saludan muy divertidos; al abrirse mi boca casi se cae, es un lugar hermoso. Hay un bello jardín de rosas pero no cualquier rosas, son las de colores que Damian me llevó el otro día; ya veo de donde las sacó, a lo lejos veo las mesas y una pista de baile, la hacienda es enorme rústica pero eso solo realza su belleza.

--¿Te gusta?-- De seguro tengo cara de niño en juguetería.

--¿Que si me gusta?-- El asiente-- No, ¡me encanta!.-- Suelto de golpe porque no puedo evitar mi emoción es un hermoso lugar.

Damian sonríe mientras estaciona el auto y baja de él, voy a abrir pero el se apresura y me abre la puerta; ya lo dije una vez el simio tiene modales.

--¡Dios! No es fácil cuando no me dejas hacer mi trabajo-- Su comentario me hace reír.-- Estoy soñando porque si es así no me despiertes. Estas riendo por lo que dije.

-- Si, claro no me río contigo, me río de ti muy diferente fijate-- El finje un puchero pero fracasa lo que me hace reír mas-- idiota.

Voy caminando donde veo será la boda mientras Damian viene detrás de repente siento sus manos en mi cintura y su aliento se estampa en mi oído, una gran corriente corre desde mi nuca hasta el final de mi espalda.

--El idiota que te hará creer en el amor de nuevo-- Lo dice bajo solo para que yo escuche pero su cercanía me afecta y mucho.

Se aleja hacia el lugar donde están las sillas muy bien arregladas. Me cuesta recuperar el aliento, estoy segura que en este momento mi cara es un dilema. Logro alcanzar a Damian y una idea se instala en mente; no se si lo que diré será un paso para mi desgracia o el inicio de algo bueno pero está vez decido arriesgarme creo que merezco una oportunidad de ser feliz así que seré valiente y enfrentaré mis miedos, después de todo no todos los chicos son iguales ejemplo de eso Liam que esta totalmente idiotizado por Angie, se que el bobo de mi hermano la ama y es capaz de hacer todo por ella.

Me acerco a Damian mientras tomo su mano y me posiciono al frente a él, sus ojos marrones se posan en los míos.

-- Tienes una oportunidad aprovechala-- se sorprende ante mi declaración pero estoy decidida, algo dentro de mi dice que esto es lo correcto.-- A la menor estupidez sabrás quien soy y la fiera a como me dijeron tu y Paul sacará sus garras-- me voy y lo dejo con la palabra en la boca. Espero que esto no salga mal no quiero ser lastimada de nuevo pero esta vez tampoco lo pondré fácil aún, hay fantasmas que rondan mi cabeza, eso y la preocupación de saber que José esta libre me tienen desesperada pero esta vez si defenderé a los míos.

Buscamos lugares mientras anuncian que la boda ya iniciará, el tío de Damian es un señor que no pasa de los 40 a decir verdad es muy simpático y su esposa es una despampanante pelirroja que tiene un cuerpo de muerte, lleva un vestido que se acomoda perfectamente a cada parte de su cuerpo.

Damian toma mi mano pero no la  aparto su tacto  no me incómoda, mas bien se siente cálido y muy bien nuestras manos encajan correctamente como si fueron formadas para estar unidas.

--Algún día seré yo quien este en ese altar contigo-- Su comentario me pone nerviosa pero trato de no desmostarlo-- Dalo por hecho.

--Punto menos para ti querido -- A como dije está vez no será fácil-- Yo no soy la típica princesa de los cuentos de hadas. No creo en eso de "te daré el cielo y las estrellas si me lo pidieras"

--Lo se Leah, no creas que no lo e notado-- Gira su vista a mi y me pierdo en su mirada. ¿Que tienen esos ojos que me hacen perderme y olvidar todo?-- Te tengo una sorpresa, luego de la boda te la enseñaré.

¿Sorpresa? No se de que estará hablando pero esta vez si no logro ocultar cuanto afectan sus palabras, jamás me había sentido de esa manera, jamás un chico me inquietaba solo con unas palabras. Solo tengo que calmar esto que me está pasando porque no quiero acabar como la otra vez sola y rota por dentro.

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Hola personitas no sean lectores fantasmas comenten que sus comentarios me ayudarán  a crecer como escritora. Acá otro capítulo de ECDA espero que les guste.

Originalmente no es lo que tenía preparado pero Damian es muy terco y quiso guardar la sorpresa para el otro capítulo.

En fin un abrazo a todos y siempre mil gracias por leer mi historia.

El Color Del Amor (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora