Capítulo 5: Mi mejor amigo.

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Era una tarde preciosa, debo admitir.

Y no porque estuviera con alguien tan increíble como Chris, aunque su compañía mejoraba el día sin duda alguna, sino simplemente por el brillante sol y el despejado cielo con el que habíamos amanecido hoy después de la tormenta de ayer.

Durante la comida intercambiamos sólo información básica: edad, familia, escuela, etc. El tipo de datos que le das a alguien a quien acabas de conocer y que, por cierto, "te salvó la vida".

No pude evitar notar sus hermosos ojos color verde, y como a diferentes tonalidades de luz cambiaban ligeramente. Me encantaba poder verme en su reflejo, y como entrecerraba los ojos cuando sonreía.

Algo que me gustaba de él era lo mucho que me podía hacer reír, y como me respetaba.

Está bien, lo normal es que un hombre te respete, pero me llevaba hasta cierto punto "pesado" con Finn, y aunque siempre me respetaba, no me trataba como Chris lo hacía: como una dama.

Niños, es cierto, la caballerosidad les da puntos.

Después de comer Chris preguntó si quería un helado, y me dio la libertad de escoger el lugar. Estaba tan metida en nuestra plática que ni siquiera me di cuenta que, inconscientemente, me dirigí a la heladería que Finn y yo más frecuentábamos.

Al llegar no sólo me sorprendí por haber llegado ahí sin darme cuenta, sino también al ver que Finn estaba sentado en "nuestra mesa" con dos conos de helado en las manos, con la mirada perdida.

Instintivamente miré mi reloj: 3:30 pm.

Media hora después de la hora a la que había dicho que estaría esperándome en el parque.

¿Cómo sabía que iba a venir aquí? ¿Tan bien me conoce?

Estuve a punto de pedirle a Chris que fuéramos a otro lado, cuando Finn levantó la vista y me miró fijamente.

Al principio pude notar su mirada de confusión. Claro, era de esperarse. No conocía a Chris.

Pasó su mirada de mí a Chris, y de vuelta.

Casi podía anticipar su siguiente movimiento: ladeo de cabeza casi imperceptible. Enseguida el ceño fruncido, la mirada baja, la tronada de dedos y el desvío de mirada "casual", como si nada hubiera pasado.

Después de hacer lo predicho, estuve a punto de correr hacia él y decirle que no estaba enojada con él, que simplemente me había molestado en ese momento y que me perdonara, que no soportaba verlo triste.

En cambio, como orgullosa persona que soy, me limité a mirarlo fijamente, sin decir nada.

Chris enseguida notó que algo andaba mal, y me miró con su ceño ligeramente fruncido y una mueca en sus labios.

-¿Todo bien, Allison? -preguntó tímidamente.

Asentí con la cabeza y, sintiendo un nudo en la garganta, hablé.

-Es solo que... La verdad no me siento muy bien. ¿Te parece si salimos luego?

Definitivamente tenía que salir de ahí lo antes posible, no podía soportar ver a Finn en esas condiciones. Recordé de pronto que cuando Finn tuvo su primera desilusión amorosa, le había jurado que rompería la cara de aquella que se atreviera a dejarlo plantado o romperle el corazón. Qué ironía, ¿No es así?

Un Chris un poco confundido asintió, y no tardó en regalarme una sonrisa más.

-¿Intercambiamos teléfonos, no es así?

Asentí y bajé la mirada.

-Espero que te sientas mejor, y ojalá podamos vernos pronto. Un gusto, Allison.

Chris abandonó la heladería aún sonriendo.

**

Entonces fue cuando comenzó el verdadero problema. ¿Debería irme? ¿Debería acercarme a hablar con él? Y en caso de que así lo hiciera, ¿Qué le diría?

Sentía que mi mundo se venía abajo, no sabía qué hacer. Y justo en el momento oportuno, con todo el estilo de Finn, el gemelo se levantó de la mesa hacia mi dirección.

Mirándolo más de cerca pude notar el dolor en sus ojos, la pesadez de su mirada. Me miró fijamente y logró sostenerme la mirada.

Tenía que decir algo, cualquier cosa que me sacara de esta situación. Evidentemente, comencé a tartamudear.

Finn sacudió la cabeza y bajó la mirada. Aún sin verme, dijo:

-No hay nada que decir.

Y abandonó la heladería sin más, dejando el par de helados en nuestra mesa.

**

Era mi mejor amigo. Era mi hermano. Odiaba discutir con él, más por una estupidez así.

Llevaba dándole vueltas a mi habitación casi una hora, por más que intentaba no encontraba las palabras para dirigirme a él... ¿Qué hago, Dios mío?

Finalmente, sin querer seguir pensando por mí misma, decidí llamar a mi mejor amiga. Ella sin duda sabría qué hacer.

Tomé mi teléfono y a toda prisa marqué el número más reciente que tenía registrado.

Un timbre... Dos... Tres... ¿Cuatro? Usualmente Emily contesta al segundo timbre...

De pronto contestó. Suspiré aliviada, por un momento creí que se había enojado conmigo por no hablarle los últimos días o algo así.

-Emily, tengo tanto que contarte... No sé por dónde empezar. ¿Podemos vernos o algo así? Creo que será más fácil en persona...

-Número equivocado. -contestó una voz demasiado conocida.

Tardé unos segundos antes de darme cuenta que había marcado a Finn en lugar de a Emily. Genial.

En ese momento juro que era la persona más experimentada en silencios incómodos.

Sin pensar muy bien lo que iba a decir a continuación, hablé de una vez por todas.

-Finn, no sé porque exageramos tanto en todo esto... En realidad, no fue más que una estupidez por la que nos "peleamos", ¿No crees? Aun así, discúlpame por favor, no me gusta estar peleada contigo.

-¿Para ti fue una estupidez? ¿Tienes idea de cómo me sentí al ver que preferiste salir con un gato completamente desconocido que conmigo?

-¡Chris no es ningún gato, Finn! Ni siquiera lo conoces...

-No hace falta, se le nota por todos lados. En cualquier caso...

-No tienes por qué estar celoso, Finn, es solo un amigo. -interrumpí.

-¿Celoso? ¿Crees que estoy celoso?

-¿Qué podría ser, si no?

-A veces creo que no me conoces lo suficiente, Allison...

-Te equivocas.

-¿Es que acaso no entiendes nada?

-Quizás lo haría si me explicaras.

-No tengo nada que explicar.

-Entonces no tengo nada que escuchar.

Y colgué.

Le colgué a mi mejor amigo.

**

¡Hola! Ojalá les guste el capítulo, un poco triste, lo sé. Porfavor comenten que les pareció y voten.

Muchísimas gracias por leer esta novela, significa mucho para mí.

(En multimedia les dejo una foto de Finn serio, fue difícil de encontrar, el siempre sonríe.)

Los hermanos Harries.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora