Capitulo 7: Touché.

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Azoté la puerta, me tiré en la cama y contemplé la pantalla una vez más.

Está bien, en circunstancias como estas hubiera esperado un mensaje de Chris, Emily, o incluso Finn… ¿Pero Jack?

Sentía ese horrible cosquilleo en mis sienes indicándome que un potente dolor de cabeza se acercaba. ¿Pero por qué? Ni siquiera había abierto el mensaje.

<<Jack, 8:38>>

¿Podemos vernos? Necesito hablar contigo.

¿Necesita? ¿Qué podría decirme? En cualquier otra situación le hubiera llamado, pero me limité a responderle el mensaje de texto.

<<Allison, 8:47>>

¿Sobre qué?

<<Jack, 8:47>>

Mañana al medio día en el parque. No te preocupes, sólo iré yo.

¿No preocuparme? Aunque estuviera algo así como “peleada” con Finn, preferiría que él también fuera, a tener que hablar a solas con Jack. No contesté el mensaje, y me limité a lanzar el teléfono al otro lado de la habitación.

Si, obviamente después me arrepentí.

De pronto me pregunté… ¿Por qué? ¿Por qué Jack tenía este efecto en mí? Es decir, es tan solo el hermano de mi mejor amigo. Más bien, el hermano gemelo de mi mejor amigo.

Me envolví en las mantas de mi cama y, sin darme cuenta, me quedé dormida.

**

Sonó mi despertador a las diez de la mañana.

Me había propuesto que hasta esa hora podría dormir durante vacaciones, ya que sin despertador podría dormir hasta las tres de la tarde.

Me levanté y bajé a desayunar. Leí un rato. Me duché.

Nada realmente extraordinario.

Estaba eligiendo en que gastar el resto del día cuando recordé la cita con Jack. No, Allison, no es una cita.

Me miré frente al espejo.

¿Qué podría tener yo que le gustara a Jack?

Es decir, no había nada fuera de lo normal en mí. Nada que pudiera llamar la atención.

Bajé la mirada a mis pies. ¿Y qué importa si le gustas o no? Sólo quiere hablar contigo, no va a pedirte matrimonio.

Miré una vez más mi reflejo, esta vez dándome cuenta que mi cabello parecía más melena. Tomé un gorro gris, o color rata como diría Finn, e intenté domar a los alborotados rizos que caían sobre mis hombros.

Tomé mi patineta, dejé una nota en la cocina indicando que no sabría a qué hora regresaría, y salí.

**

Debí traer impermeable, fue lo primero que se me vino a la mente.

Aunque por la mañana parecía que iba a ser un día soleado, ahora no lo era. Uno nunca puede confiar en el clima de Londres.

Me acerqué al parque y comencé a buscar a Jack. No veía a nadie cerca de allí, es decir, en un día lluvioso y frío como este nadie querría salir a pasear. Solo Jack.

La lluvia iba en aumento, y sencillamente no encontraba a Jack ni a nadie parecido a él.

Casi dándome por vencida, entré a una cafetería en frente del parque, desde donde podía ver si llegaba alguien.

Estuve a punto de comprar un café cuando divisé una figura encapuchada dirigiéndose hacia una banca.

Debido a su sudadera no podía verle el rostro, pero la estatura y complexión podrían ser las de Jack.

Miré mi reloj: doce con dos minutos.

En realidad yo me había adelantado.

Decidí ir a ver al extraño que ahora estaba sentado con los brazos cruzados en una banca en la esquina del parque.

Corrí hacia donde estaba, en la banca justo debajo de un árbol que interceptaba casi todas las gotas que caían sobre él.

Recordé cuando Finn y yo habíamos elegido esa banca, debido a eso. Ya fuera el sol o la lluvia, el árbol siempre nos protegía.

Me detuve en seco. Ese era nuestro árbol. Nuestra banca. Jack difícilmente sabría de su existencia.

Volví a acercarme, ahora caminando, y me detuve unos pasos antes de llegar. Supuse que quienquiera que estuviera detrás de esa capucha pensaría que iba a llegar tarde. Segundos después, "el extraño" volvió la mirada hacia mí.

**

Reconocería esos ojos en cualquier parte. En cualquier momento.

Finn me miraba fijamente, con los ojos ligeramente llorosos; o quizás solo fuera mi imaginación.

Quería abrazarlo, decirle lo mucho que lo sentía y lo quería, quería pedirle perdón por comportarme así. Pero no podía. ¿Por qué? Lo mismo me preguntaba en ese momento.  

-Al, yo… La verdad es que tenías razón. Ambos nos hemos comportado como tontos y quiero que sepas que… Eh… No estoy dispuesto a perder nuestra amistad por algo tan tonto y… Bueno…

Comenzaba a tartamudear. Se sonrojó ligeramente. Estaba nervioso. Una sonrisa apareció en mi rostro, y sin pensarlo dos veces, lo abracé. Con todas mis fuerzas, y sin querer soltarlo, lo abracé.

Enseguida su olor me inundó y agradecí su compañía. Estaba consciente de que le importaba lo suficiente como para romper su orgullo por mí. 

-Desde que recibí el mensaje de “Jack”, –hice las comillas con mis dedos- deseaba con todas mis fuerzas que fueras tú.

-No eres lo suficientemente inteligente como para adivinarlo. –sonrió y me guiñó un ojo.

-Tu tampoco, tomando en cuenta que viniste a nuestra banca, tontito.

Finn frunció el seño y miró la banca en la que segundos antes estaba sentado. Sonrió de medio lado y sacudió la cabeza.

-Touché. –reconoció Finn.

** 

¡Hola! Capítulo corto. Espero que les guste y en verdad muchas gracias por leer. Aprecio mucho sus votos y comentarios (aunque no sean muchos cada uno de ellos los aprecio enormemente). 

Muchas gracias por todo, nos leemos pronto. ¡Un beso! 

[Finn en multimedia]

Los hermanos Harries.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora