Tratar

Suspiró, cerró sus ojos antes de volver a enfrentar esos ojos verdes que la miraban fijamente, buscando las palabras correctas para decir en ese momento. Marinette desvío la mirada sintiendo como si su mirada verde la quemara y la apuñalara una y otra vez su corazón.

— ¿Te irás sin decir nada?— pregunto con su voz temblorosa, no quería que su voz sonará así pero fue inevitable.

Adrien cerró sus ojos y apretó el mango de su maleta con fuerza, sintiendo como su corazón se rompía en pedazos, no quería hacerlo pero tenía que hacerlo.

— Mari... — la llamo en un intento que ella lo mirara— Lo siento pero... Ya no hay nada que podamos salvar de este desastre que hemos provocado ambos.

Marinette apretó sus labios en un intento de no replicar aquello pero era verdad, el tenía razón. Ambos habían forzado todo, el intentar se amar con y sin antifaces, llevar una relación tan larga cuando ambos no estaban completamente enamorados del uno del otro, crear una ilusión e ignorar a toda costa la cruda realidad.

— Podemos intentarlo...— se levantó de la silla en la que estaba —  Sólo tenemos que hablar entre nosotros, quizás ir a terapia de pareja o...

— No Mari, — la interrumpió Adrien, soltó su maleta para acercarse a ella— No podemos forzar algo que ya no se puede  salvar, ¿Acaso no lo ves? Todo lo que alguna vez construimos lo destruimos con el paso del tiempo, con el intento de salvar nuestra relación, una y otra vez.

Adrien hizo una pausa para ver a la azabache quien cerró sus ojos con fuerza, el sabía que su Lady entendía lo que trataba de decirle, sólo que aún no quería entenderlo, quería aún tratar de salvar su relación.

— Adrien claro si podemos salvarlo,  — contestó Marinette con algo de desesperación, no, no quería dejarlo ir — solo hay que tratar una vez mas...

— Marinette, detente.

Marinette calló y lo miró con sus ojos humedecidos, no quería que acabará todo. No después de 7 años de relación, no quería que acabarán así las cosas. Adrien la miraba con una expresión neutra en su rostro y tranquila.

— Adrien...

— Conocí a alguien.— confesó al fin el rubio, el corazón de Marinette se desmoronó en ese instante, la sangre le abandonó en su cabeza y sólo le dejo una fría sensación de vacío y dolor.

— ¿Q-qué...?— tartamudeo sin poderse creer lo que le había dicho Adrien. Miró sus ojos en busca de que este mintiendo pero no fue así.

Era verdad.

— Conocí a alguien y estoy enamorado de ella—continuó el rubio ahora sin mirar a Marinette, le rompía el corazón decirle la verdad— Ella no sabe mis sentimientos pero creo que es correcto decirte el porque... decidí esto.

Marinette estaba paralizada, se supone que ellos son Ladybug y Chat Noir, aquellos que estaban destinados a estar juntos, amarse para siempre pero al parecer no era así.

El estaba enamorado de otra, el ya no la quería.

— Mari...— alzo sus brazos y se acercó a ella para poderla abrazar pero ella retrocedió.

No podía estar pasandole esto a ella.

— No te acerques, — le rogo con la voz quebrada— por favor, no lo hagas. No me tengas lástima, sabes que odio eso.

El entendió y bajo sus brazos, la miro y vio como se abrazaba a ella misma en busca de auto consuelo, la conocía y sabía que estaba pensando que el ya no la quería pero no era así, el aún la quería pero no como antes.