Avanzar

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¿Cuánto tiempo había pasado?

Observo el cielo estrellado que tenía sobre ella, tan oscuro pero era iluminado por pequeños astros. Estiró su mano hacía el cielo, queriendo alcanzar la estrella más iluminada del cielo.

Queriendo alcanzarlo después de ocho meses desde la última vez que lo había visto.

El día que el se había ido aún permanecía fresco en su memoria, tan dolorosamente fresco que incluso aún le dolía.

No era fácil olvidar al amor de tu vida después de ocho meses desde el rompimiento.

Suspiró y se giró hacía su lado derecho para admirar los grandes árboles de su alrededor.

Desde el rompimiento de su relación, había decidido alejarse de todos y olvidarse de todos. Había renunciado en Gabriel's, había equipado la mayoría de sus pertenencias y se había mudado a las afueras de Noruega, en una casa alejada de la sociedad.

Únicamente le había avisado a sus padres y a Alya que se iría de París, que estaría ausente en un largo período de tiempo y trataría de comunicarse con ellos. No dejó que ninguno de ellos le preguntará el porque había colgado antes que lo hicieran.

Sabía que estaba mal hacerlo, solo les traería angustia y preocupación para sus padres y a Alta (esta última le había explicado brevemente la situación y le había rogado que no le hicera nada al rubio) pero lo necesitaba, necesitaba alejarse de todos para poder estar con ella misma.

Vivía sola, acompañada únicamente de la silenciosa soledad del bosque, de los cielos nocturnos estrellados y en ocasiones de las auroras polares. En ocasiones se ponía a pensar de la infantil actitud y de la decisión que había tomado, ya era una adulta de veintisiete años (casi veintiocho). Debió haber tomado el rompimiento de la forma más madura y avanzar, no estancarse como ahora mismo lo estaba haciendo.

-Soy tan patética.-susurró acariciando sus lóbulos desnudos- ¿Qué me habría dicho Tikki? ¿Se habrá sentido decepcionada por haberla regresado al maestro fu? ¿Cómo estara...?

Suspiró profundamente y cerró sus ojos al sentir como el nudo en la garganta la lastimaba y sus ojos se humedecian. Una de las decisiones que se había arrepentido era el quitarse los aretes para regresarselos al maestro fu para que el buscara otra Ladybug.

No quería volver a ser Ladybug si su Chat Noir tenía otra en su corazón.

Estaba conciente que no podía estancarse toda la vida en una relación que únicamente fue forzada por ambos, ella era fuerte y sabía que ya tenía que avanzar.

Avanzar para formar una nueva etapa de su vida, una vida lejos de París, una vida sin su prodigio o de aventuras.

Una vida sin el gato de su vida.

Porque aunque no se lo pudo decir, ella si lo llegar amar con o sin antifaz.

Se levantó del césped y camino lentamente a su nuevo hogar. Era probable que no regresaría a París en un largo tiempo pero sabe que algún dia lo hará, porque tenía que curar muchas heridas, inseguridades y hacerse más fuerte.

Porque ella era Marinette Dupain Cheng y era Ladybug con o sin el prodigio de la mariquita.

Y si ella pudo vencer al villano más temido de París junto con los villanos que el creaba, podrá hacerlo con el gato que rompió su corazón.

Y lo hará.

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No se cuanto tiempo ha pasado peroooo... aquí está la segunda parte. Es algo corto pero quizás si tenga una continuación.

Que emoción es escribir de nuevo, espero continuarla muy pronto.

Besos y abrazos para los hermosos cuervitos, los amoooo.

Hasta la proximaaa mis bebes cuarvooos.

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