Capítulo 2

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Edward acostado en su cama, pensó en todo aquello que había sucedido, pues aquella persona no debería estar abusando de él de esa manera. Se sentía sucio, impuro, asqueado de sí mismo a causa de que durante la mayor parte de la noche había sido violado, pues en ningún momento había disfrutado del sexo, en ningún momento veía el comienzo de esa relación como algo sano.

Después de tanto pensar, tantos lamentos, desagrado y asco, las lágrimas de Edward comenzaron a recorrer sus mejillas para caer en la almohada. Lloraba en silencio pues si Al le escuchaba le iba a comenzar a interrogar sobre lo sucedido y como es de saber, Edward solamente no quería preocupar a Alphonse.

Y de ese triste modo Edward cayó dormido envuelto en pesadillas.

Por la mañana, el pequeño Alphonse se había dispuesto a leer los documentos desde muy temprano pero se mantenía completamente distraído ya que la expresión de Edward de la noche anterior era algo en lo que no podía evitar pensar, parecía como si aquel chico hubiese perdido algo y le dolía verle de esa manera ya que era su hermano, la persona que más quería (además de Winry y Pinako) incluyendo que era lo que quedaba de su familia de sangre. Quería ayudar, lo iba a hacer a pesar de no saber el cómo lograrlo.

Pasadas las horas, había caído el mediodía sin haber podido pasar de la segunda hoja, constantes recuerdos y pensamientos de aquella expresión dolida de Edward le distraía, pues le amaba, amaba a su hermano con todo su corazón, y de tan solo recordad esa expresión sentía que algo se había "roto." El canto de las aves le distrajo de sus pensamiento haciendo que admirase el patio por la ventana y ver los rayos del sol, los cuales estaban en su punto máximo, por lo que sabía que debía despertar a su hermano mayor pues sus ordenes habían sido bastante claras "despiértame al atardecer." Se dirigió al cuarto de ambos y admiró un poco a su hermano pues a pesar de estar dormido su cara reflejaba incomodidad.

—¿Hermano?— habló moviendo suavemente al mayor, no quería tener que hacer aquello ya que realmente se veía un poco mal. —Me dijiste que te despertara hasta en la tarde y ya es medio día.— agregó al ver cómo era que Edward se removía un poco.

Mientras tanto aquel Coronel se encontraba plenamente satisfecho por lo ocurrido aquella noche, por lo que había descuidado un poco todo el papeleo diario por ponerse a buscar información que no fuese tan accesible. Solo deseaba tener al rubio, que fuese suyo cada noche. Amaba a Edward y no lo iba a negar pero, no amaba a Edward de ese modo cariñoso, solo quería tener relaciones con el chico debido a que su cuerpo era perfecto y lo deseaba , sin dejar de mencionar que ahorraba mucho dinero pues las salidas nocturnas con chicas le hacía gastar demasiado al mujeriego.

—Disculpe Coronel.— La voz de la teniente se escuchó por la habitación, había entrado sin previo aviso pues tenía suficientes motivos para estar enfadada y exigir algo por parte del Coronel.

Mustang, molesto, debido a que solo fantaseaba con aquel chico y aquella rubia le había sacado del trance. Inhaló antes de ver a aquella chica; realmente el Coronel no tenía motivos para estar molesto, no cumplía con su trabajo lo que atrasaba a los demás pues aquel papeleo era realmente importante.

—Necesito que me firme los documentos que le entregué ayer en la mañana, lo necesitaba para esta mañana y aún no los he recibido. — hablaba con exigencia y molestia.

—¿Me podría decir exactamente qué clase de papeles eran? — hablaba molesto, le era muy molesta la presencia de aquella y más cuando empezaba a exigirle el trabajo.

—Quizá para que sepa de cuales hablo, debería de comenzar por esta pila de papeles que tiene y probablemente los encuentre. — fue lo último que dijo antes de retirarse y dejar al Coronel molesto.

Avanzó con cierta lentitud, realmente deseaba estar con el chico pero solo se ganaba el odio del menor, pero eso no le importaba demasiado; en cuanto pudiese satisfacer sus deseos nada le importaba. Pero mientras hacía aquel aburrido trabajo se podía poner a pensar en dónde podría encontrar aquella información hasta que una pequeña idea iluminó su cabeza y era la biblioteca, en aquel lugar existía una pequeña zona donde nadie debía pasar, más que 3 personas (incluyéndole) que tenían acceso a la información, dejando de lado los papeles emprendió marcha a la biblioteca.

Buscó entre tantos pasillos aquel pequeño, pues al no ser muy visible i visitado por él, tardó un poco en hallarlo pero una vez ahí buscó aquel libro que recordaba que era de suma importancia. Lo tomó y se lo llevó.

"Con esto será suficiente para hacer a Edward mío por más de una noche" pensaba cruelmente aquel, pues un poco al instante su maliciosa sonrisa se dibujó en su rostro. La maldad albergaba en él y nada lo iba a hacer cambiar de parecer.

Edward difícilmente se había despertado y comido algo.

—Ed...— habló el menor con inseguridad. —yo pues, bueno, sabes me gustaría saber si pasa algo... Es que bueno tú, tú jamás habías hecho esto y realmente yo... — el menor no pudo terminar de hablar y mucho menos terminar de ordenar sus ideas, pues Edward le irrumpió bruscamente.

—Ya te dije que no es nada Al...— mencionó molesto, recordando todo aquello de la noche anterior, volvía a sentir aquellas caricias del Coronel, sus besos, su respiración cerca de él.

—Oye hermano no es por molestar pero el Coronel llamó hace rato y quería que fueras a su oficina.

Edward no dijo nada y partió marcha a aquel lugar , no sabía él por qué iba a ir si no le quería ver y mucho menos quería estar cerca de él.

Una vez llegó entró a la oficina del Coronel sin tocar la puerta, irrumpiendo el silencio.

—Bien, ya estoy aquí...

—Tranquilízate un poco y cierra la puerta con seguro. No quiero que nadie nos interrumpa.

El menor no le quedó de otra más que hacer caso y cerrar con seguro la puerta. Caminó al escritorio de él para quedar frente a él. —¿Qué necesita ahora? O es que anoche no fue suficiente.

—Es solo que encontré este pequeño libro.— Y fue ahí, en ese instante que aquel libro significaba mucho pues la expresión de Edward cambió drásticamente. —Sabes que tienes que pagar un precio.

Edward se acercó a el mayor y le comenzó a besar con pasión para luego sentarse en el escritorio, dispuesto a hacerlo en aquel instante.

—Vaya que eres muy impaciente.— hablaba con burla ante el menor.

—Sabes que no es por gusto.— reprochó con molestia, le odiaba le odiaba demasiado y más en esos momentos en que se sentía muy inferior ante él.

—¿Seguro que no es así?

"Solo suéltame maldito bastardo..." Aquel había comenzado a tocar al rubio por encima de la ropa, sus gemidos; aunque realmente eran quejidos, a ojos de Mustang eran a causa del placer y eso sólo le provocaba, deseando hacer aquello en ese momento, deseando abusar de él, deseando poseerlo. Debía esperar a la noche y eso le hacía ser más impaciente.

—Nos vemos a la noche.— Le susurró por consiguiente besó la mejilla y le vio con deseo mientras que Edward solo le veía con asco.

Pd: si ven algún error o una palabra mal escrita díganme que el celular a veces me teclea cosas que nu:c

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⏰ Última actualización: Apr 22, 2019 ⏰

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