8.- Lo mejor de mí.

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La cena fue de lo más regular, se podría decir que hasta incómoda al no tener muchos temas que tratar, después de todo Orochimaru parecía conocer a Sasuke y a pesar de tener esto a su favor no tocaron más que temas pasados de los cuales Sakura y papá sabían un poco y en cuanto a mamá, ni se diga, sobraba ahí y se veía en su rostro.

Eso no evitó que yo literalmente quisiera que eso acabara, total, yo sólo quería estar con Mitsuki, oportunidad que no se me brindaba por estar con Sarada todo el rato.

En este preciso instante me hallaba sentado en el pórtico de mi casa sosteniendo una luz de bengala con aburrimiento mientras veía como las chispas consumían la pólvora que tenía el peculiar alambre.

—Te noto distraído —Me dijo mi amiga mientras ella meneaba su varita de un lado a otro trazando líneas instantáneas de luz que se borraban a los pocos segundos dejando un efímero hilo dorado. —¿Acaso no te gusta la navidad?

—Ah... Lo siento —Me disculpé rascando tras mi nuca y guiñando mi ojo. —Sólo que, siento que esta fiesta fue más una reunión de viejos amigos que familiares. —Hasta yo sentí que mi respuesta fue estúpida.

—¿Eh? Pero si para eso es la navidad Boruto. Yo en cambio no sería tan pesimista y pensaría mejor "qué bueno que mis padres siguen vivos, juntos y se aman" vaya egoísta eres —Testaruda, como era costumbre verla, chasqueo la lengua y acomodó sus lentes. —En fin, entonces no sé lo que quieres.

—Créeme que ni yo lo sé —Aseguré soltando una risa.

—Qué falso eres —Con burla ella de igual manera soltó una risa y pronto vio su bengala extinguirse por completo. —Aquí afuera hace frío. Creo que viene siendo hora de meternos —Señalando con la vista hacia la puerta la cual se mantenía cerrada me sonrió. —Ya son pasadas las doce, dios... Creo que mis padres se quedarán un largo rato aquí.

—Espero papá no se pase de copas —Giré mis ojos y me dediqué a mover de forma vaga la varita. —Anda, yo me quiero quedar un rato aquí... A solas.

—Vale, y no te deprimas bobo, la navidad es preciosa. —Contestó a la par que se levantaba, sacudía sus prendas y finalmente se metía en mi casa.

La navidad es preciosa ¿Con que así piensa Sarada? Me gustaría tener esa mentalidad tan positiva que aunque no siempre dejara ver, te hacía reflexionar sobre tus palabras, esa era Sarada, una persona justa, noble, bondadosa. A veces me preguntaba porqué con tal chica tan espectacular me tenía que ir por el lado difícil, los hombres y no cualquiera, sino uno en concreto con el cual estoy tremendamente obsesionado.
Y es que ese no era el problema, sino que Mitsuki no era capaz de darse cuenta de mis sentimientos, yo daba lo mejor de mí y lo doy cuando le veo, intento ser disimulado a la vez que quiero ser obvio para ver si de esa forma logra captar mis intensiones pero parece no funcionar.

—Ah... Qué difícil —Balbucee mientras bostezaba apoyando mi codo sobre mis rodillas y mi barbilla sobre mi mano.

Mi bengala se apagó causándome una desilusión momentánea, después de todo era divertido.

En ese momento la puerta sonó pero realmente no me apetecía voltear, seguro era Sarada, es decir, se había ido hace unos segundos, quizá regresaba a decirme respecto a que me metiera.

—Ya te dije que quiero estar solo Sarada —Musité con un tono de aburrimiento oyendo los pasos aproximarse.

—Qué cruel, yo venía a hacerte compañía. —Esa voz, esa hermosa voz que me hizo chillar y pegar un brinco fue lo que finalmente llamó mi atención completa.

—Mitsuki... Pensé que... Que estarías dormido —Mentí queriendo hacer ver con naturalidad el encuentro mientras me acicalaba el cabello con disimulo.

—Apenas son las doce y media —Me contradijo sentándose a un lado mío acomodándose su bufanda. —Además me da un poco de vergüenza que me vean dormido en tu sala.

—Comprendo eso —Reí tirando la varita lejos y apoyando ahora ambos codos sobre mis rodillas.

—¿Por qué estás aquí? ¿Acaso no te estás divirtiendo? —Excelente, alguien más a quien contarle lo inmensamente incómodo que me siento.

—Bueno... —Divagué apoyando una de mis manos atrás en el pórtico para hacerme hacia atrás y estirar mis piernas, con la otra mano me dediqué a dibujar círculos imaginarios sobre la madera. —Algo así.

—Uhhm, ya veo —De nuevo silencio, más incomodidad.

—Oye... Mitsuki —Llamé sintiendo como la penetrante mirada del adolescente decaía sobre mí. —Tú... No tienes pareja porque no quieres ¿Verdad? —Cuestioné sintiendo mi mano temblar pero aun así no dejé de dibujar círculos sobre la madera, mis ojos no se atrevieron a elevarse. No quería verlo.

—Vaya que pregunta tan al azar —Dijo él logrando hacerme sonrojar de vergüenza. —Pero, no tengo pareja por otros motivos. —Sentí su vista apartar y tras eso fue que me atreví a mirarle, él mantenía sus ojos, sus preciosos ojos sobre el cielo, me daban ganas de acercarme a él. —Noto interés ¿Quieres saber por qué? —De nuevo me miró y esta vez no pude apartar mi vista a tiempo.

Tenía que ser hombre y sostenerla. Sí o sí.

—¿Qué? Es sólo curiosidad, no interés —Sarada, gracias por enseñarme a hacer el tono de indignación y testarudez es bastante útil en estos momentos.

—¿Tú por qué no tienes pareja?

—¿Eso importa?

—A ti te importa saber de mí como yo de ti

—N-No... No es lo que...

—¿Por qué evitas hablar de esto? —Esa pregunta me desconcertó y en seguida me hizo encogerme en mi lugar. —Te he observado, lo suficiente.

—¿Qué tanto?

—Bueno. —Rió y apartó la vista guiándola a sus manos, en ese momento me rectifique en mi lugar logrando verle a la cara. —Cuando te llamo por tu nombre tiendes a alzar tus dos cejas lo cual es adorable, cuando algo te molesta tuerces los labios y cierras un ojo. Además cuando algo te incomoda o te parece difícil de tratar lo ignoras o cambias como en estos momentos.

—¿Qué? ¡No puedes sacar esas conclusiones! N-No me conoces del todo.

—Porque no me das la oportunidad. ¿A qué le tienes miedo? —Con velocidad giró su rostro y me sentí intimidado ¿Y esa actitud? No la conocía, lo que más me perturbaba es que continuara sonriendo.

—Mitsuki yo no... —Su mano se posó en mi bufanda jalando con cuidado de ella mientras desde la altura baja de donde me miraba se acercaba y pronto cerraba sus ojos.

Sabía bien que significaba eso y no me iba a negar, no me importa qué tan cliché sonara esto pero el amor a primera vista existe, y dejenme decirles que es hermoso.

Mis labios se unieron con los de él y a los pocos segundos los míos temblaron del nervio traicionándome y haciendo que el contacto fuera tan efímero que tras abrir los ojos me encontré con los de Mitsuki mirándome de una forma que no pude describir en esos momentos.

—¿A qué le tienes miedo? —Volvió a preguntarme y yo, tras relamer mis labios sonreí.

—A nada.

Nuevamente se acercó a mí y me volvió a besar, esta vez contribuí y moví mi boca al lento y romántico ritmo que el adoptó en llevar.

Estaba dando lo mejor de .

Snow Snake {°MitsuBoru°}Where stories live. Discover now