Snow Snake {°MitsuBoru°}

9.- Quemarropa al corazón

¿Es acaso demasiado rápido para hacerme ilusiones? Porque de ser así lo lamento, no lo pude evitar.

Tras ese beso sé lo que piensan, no, no pasó nada más entre Mitsuki y yo, de hecho todo siguió su curso normal, finalizamos cuando el aire los hizo falta y después de unos minutos de silencio ambos nos paramos, miramos y proseguimos a meternos a mi hogar siguiendo con la fiesta hasta que los adultos decidieron que era hora de acabar. Dudo mucho que mi papá o tu papá hubieran accedido a que te quedaras a dormir pero en lo que sí acabaron acordando es que al siguiente día nos veríamos todos para poder “recalentar” y es que a pesar de ser japoneses, aquella tradición occidental le parecía a mi padre de lo más aprovechable y rendidora. Por primera vez no odiaba un recalentado.

(…)

Me hallaba colocando la mesa en conjunto a Sarada quien desde hace rato había llegado, eran las once de la mañana y mamá estaba en la cocina alistando las cosas, papá duchándose. Jamás lo había visto tan mal después de una cena como esa, sin embargo dentro de mí me sentía feliz porque jamás había visto tampoco a mi familia así de feliz -o quizá sí y no lo noté hasta ahora-, el amigo de mi padre, Sasuke, el apuesto padre de Sarada ni se diga, no fue, quizá por trabajo o resaca pero al menos, la mujer sí se hallaba, esa familia era bastante extraña y a lengua de Sarada bastante complicada.

Y no es que me gustara indagar mucho pero parecía que la “pequeña” familia de Mitsuki lo era igual, sin madre y tan sólo con padre. Yo no sé qué sería de mí sin mamá y hermana, sólo con papá ¡Me habría colgado ya hace tiempo!

—¿Oíste lo que Orochimaru dijo ayer? —Cuestionó mi amiga Uchiha mientras volteaba los vasos sobre los manteles individuales dejando el lado de la boca sobre el mismo evitando ensuciarle.

—No —Contesté alzando ambas cejas. —¿Qué fue? —Pregunté con curiosidad, estabas casi seguro de que fue algo en lo cual Mitsuki y yo no estuvimos presentes.

—Me parece que se la pasó tan bien que sugirió poner su casa de campo como lugar en donde pasarla el fin de año —Me relató de forma breve llevándose las manos a la cadera una vez terminó y suspirando. —Sería súper pero… Me parece que mamá y papá quieren pasarla con el tío Itachi. —De forma quejica, me dejó salir su inseguridad. —Si él estaba hablando en serio. Me hubiera gustado ir con ustedes.

—¡¿De verdad dijo eso?! —Incrédulo, asombrado e ilusionado quise corroborar eso. Es decir ¿Fin de año con Mitsuki? Por dios, por primera vez sentía lo hermoso que era un cliché romántico en vida y real.

—Bueno, eso oí quizá hoy lo reafirme no lo sé —Sonrió y me miró. —Vaya qué emoción la tuya.

—B-Bueno es que… Me gusta el campo —Rasqué mi mejilla y tras una brevedad de segundos mis labios formaron una perfecta “o”, si había dicho campo, eso significaba que cabía la posibilidad de ser ese campo donde cuando más joven me caí, me enamoré de las serpientes y me fleche con Mitsuki. Quizá el papá de Mitsuki tenía casa ahí y quizá revivir recuerdos era mejor de lo que sonaba.

—Boruto, ¿Puedes ir a abrir la puerta? —La voz de mi mamá me hizo salir de mis pensamientos y verla a los ojos, nunca oí el timbre pero si ella lo decía era por algo.

—Claro —Respondí en cuanto pude y a un ligero trote fui hasta la entrada donde, acicalándome el pelo antes de sonreír, abrí. —Hola —Saludé queriendo lucir natural dirigiendo mi mirada a el adulto y poco después a Mitsuki, ah quería besarle de nuevo.

—Boruto —Llamó el hombre mientras me hacía a un lado y así les dejaba entrar. —¿Y tu papá?

—Arriba, en un momento baja —Expliqué embobado con el albino mientras rascaba tras mi nuca. —M-Mi-Mitsuki —Reí con claro nerviosismo.

—Me sorprende que en tu casa se pongan las camisas al revés —Mis ojos se abrieron a la par tras el comentario de Mitsuki y miré mi ropa comprobando que efectivamente me veía tan estúpido como se oía.

Pude sentir como mi quijada llegaba hasta el suelo al sentido no literal, la cara me ardía y tenía fuertes deseos de que me tragara la tierra. Y, para acabar esto, sólo me limité a subir el cierre de mi chamarra hasta el cuello recriminándome de lo idiota que había quedado frente a el chico que me gusta. Mitsuki ¿No podrías volver a ser el romántico de anoche? ¿O también estabas ebrio?

(…)

Me había sentado justo a lado de Sarada y enfrente de Mitsuki, mi mesa era grande aunque no pareciera y cabíamos todos a excepción de que Sakura, papá y mamá se hallaban sentados en sillas diferentes a las del comedor por lo mismo de que faltaban más sillas. Las manos me temblaban que mantener los cubiertos sobre mis dedos era por mucho una tarea que requería de intensos esfuerzos mentales para no quedar más estúpido de lo que ya. Los pies de Mitsuki de vez en cuando rozaban con los míos y me estremecían, esperaba que nadie más notase el estado tan nervioso en el que me encontraba, lo peor de todo era que él parecía no notarlo, se mantenía fuera de mi campo visual, casi no me miraba, tampoco parecía notarme y esa actitud me molestaba un poco ¿Estaba actuando frente a su padre? ¿O de verdad no le había importado en nada lo que hicimos ayer?

—Entonces ¿Querrán pasarla en mi casa? —Cuestionó Orochimaru una vez se terminó su bocado, llevando la mirada hacia mi papá.

—Bueno, siempre lo pasamos con mis suegros y no sé si… —Ay no papá, no empieces ¡Acepta!

—Cariño te había dicho que mi papá esta vez se la pasará con la familia de la prometida de Neji, en pocas palabras nos cambio —Mamá, te amo.

—¿En serio? ¡Perdón! Sabes que tengo memoria de corto plazo. —O eres idiota.

—¡Perfecto! Eso quiere decir que están disponibles. ¿Y tú Sakura? Me daría gusto que Sasuke y tú estén. —La mamá de Sarada suspiró y tras esbozar una sonrisa miró a Orochimaru.

—Nos encantaría pero, Sasuke planeó desde antes ir con su familia, hace tanto que no la vemos que cancelar sería descortés de nuestra parte. Esta vez lamento decir que no Orochimaru.

—Es aceptable, Sasuke siempre fue distante con su familia, me alegra saber que por lo menos ya se está reconciliando de a poco…

Una sonrisa se formó en mi rostro, por primera vez en todo el rato me sentía en un ambiente agradable hasta que bueno, un comentario me devolvió el estado, pero en vez de nervios me puso algo molesto.

—Qué lástima que no estará Sarada y su familia, la habríamos pasado bien —Mitsuki miró a la azabache y en seguida bajé la mirada para evitar cruzarme con la de él ¿Qué me pasa?

—Estarás con Boruto, también es tu amigo —Rió y pude ver de reojo como se acomodaba sus lentes.

—Está bien, supongo —Su tono sonó feliz pero ¿Acababa de decir “Supongo”? Maldición Mitsuki, íbamos bien.

—Está decidido entonces —Finalizó Orochimaru.

Mi vista volvió a alzarse y tras cruzarse un momento con la de Mitsuki, me dedicó una sonrisa y luego miró a su papá.

¿Qué hice? ¿Acaso ya no querías verme?