You Are My Everything

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M E V I E

Una vez más le pedía otro vestido para su cita con Ben. Una vez más Evie se lo hacía con lágrimas en los ojos. Una vez más Mal le sonreía diciéndole que era la mejor amiga de mundo. Una vez más Evie correspondía sus abrazos con el corazón aún más roto que la vez anterior.

Esa mañana Mal no estaba cuando Evie despertó. No se le hacía raro, la noche anterior había tenido una cita con Ben y que no estuviera por la mañana ya era normal para la peliazul.

Suspiro y se levantó entrando al baño. Se dio una larga ducha, en la que cantó y lloró liberando todo su sufrimiento. Salió del baño y se envolvió la toalla azul al rededor de su cuerpo. Salió de la ducha y se acercó al meson donde empezó a peinarse.

Salió aún con la toalla puesta y se acercó  a su cama, en donde se tiró de espaldas suspirando.

— Supéralo Evie — Le había dicho Carlos la noche pasada — Ella no va a dejar a Ben Por ti. Eres su mejor amiga.

— Pero la amo.

— ¿Estas dispuesta a romper su relación?. — Evie Suspiro y negó. Carlos posó sus manos en los hombros de la chica y le sonrió — Ya veras que vas a poder superarla.

— ¿Que si no lo hago?. — Pregunto Ella.

— Lo mejor es que lo hagas, de lo contrario vas a sufrir toda la vida.

Evie volvió a suspirar saliendo de sus recuerdos. Desbloqueó su celular y entró a los mensajes, al chat de Mal.

~M, ¿Te demoras mucho?

Ben tuvo un problema y lo voy a ayudar . Llegaré más tarde, no te preocupes. Te quiero 💜.~

~También Te quiero.

— Ella Nunca va a corresponderme — Susurro ella acomodándose en su cama — Carlos tiene razón, tengo que olvidarme de ella.

Mal entró a la habitación con un ramo de flores azules en la mano, detrás ella Ben tenía una caja grande del mismo Color de las rosas.

— Déjala por ahí — Susurro ella al ver que su compañera estaba dormida. Ben dejó la caja y le sonrió a la chica.

— Suerte. Ya veras que Evie siente lo mismo.

— Espero y tengas razón — Lo abrazo — Gracias Ben.

— De nada Mal, nos vemos luego — Beso su mejilla y se fue cerrando la puerta de la habitación.

Mal se acercó a ella y la movió suavemente.

— Evie despierta — Ahí fue donde Mal se dio cuenta de que Evie estaba en toalla. La pelimorada se dio cuenta de que la toalla no cubría más allá de los muslos de la chica.

Mal se dedicó a mirarla de pies a cabeza, pasando sus fornidas piernas, sus brazos ejercitados y sus manos delicadas.

— Evie — Susurro Mal atraída por la belleza de su compañera. La pelimorada se acercó más a su amiga y beso su mejilla.

La peliazul se sobresaltó al sentir los brazos de su crush en su cintura y sus labios en su cuello.

— ¿Ma-Mal?¿Que Estas ha-ciendo? — Pregunto Evie nerviosa.

— Bueno, no tenía en mente hacerlo así — Respondió Mal sin dejar de besar su cuello. — Pero no todo es lo que se espera — Rio ella mandándole escalosfrios a Evie.

— De que hablas — Controlo su voz y con toda su fuerza de voluntad separó a Mal de ella.

— Te tengo que confesar algo — Mal beso su mejilla — Me gustas mucho Evie. Me has gustados desde hace tiempo pero no sabía — Mal se sonrojó — Como decírtelo.

— ¿Y Ben? — Fue lo único que Evie pudo decir después de un rato callada.

— Ben es mi nada realmente — Rio — Pero tú eres mi todo Evie.

— Pero tu salías con el todas las noches..

— El me estaba ayudando a declararme hacia ti — Suspiro Mal cerrando los ojos — Entiendo si tú no me amas.

— ¿Estas demente? — Evie se lanzó hacia los brazos de Mal sujetando la toalla y abrazando a la otra chica — No sabes cuantas noches soñé que me dijeras que me amabas.

— ¿Entonces Te gusto?.

— Mas de lo que crees — Sonrió Evie besando a Mal.

— Espero que no tengas nada que hacer esta noche, por que no te voy a soltar.

— No tengo más planes que estar contigo — Ambas Sonrieron.

— No puedo creer que haya estado tan ciega para no ver lo hermosa que eres — Sonrió Mal y volvió a atacar el cuello de Evie.

La peliazul llevó su cabeza hacia atrás dejando más espacio para que Mal devorara su cuello. La descendiente de Maléfica sonrió y mordió la parte sensible del cuello de la descendiente de La Reina Malvada haciéndola gemir.

Mal pasó rápidamente de su cuello a sus hombros y bajo hasta el inicio de la toalla e hizo que Evie la soltara  para poder quitársela.

La chica se sonrojó fuertemente y apretó la toalla más fuerte y contra ella.

— No Espera..

— Si vamos muy rápido podemos parar — Respondió Mal rápidamente.

— No Es eso Es que.. Me da algo de pena — Susurro sonrojada.

— No Te preocupes preciosa — Sonrió Mal — Está bien — Beso su mejilla — Lo haremos cuando quieras.

— Es que quiero hacerlo ahora — Respondió aún más roja. mal comenzó a besar a Evie para poder distraerla. La chica soltó la toalla metida en el beso y Mal rápidamente se la quito y se separó admirando a la chica.

La pelimorada se quedó embobada mirando los pechos firmes de Evie, su abdomen marcado, sus caderas perfectas y sus curvas en su lugar. La chica sonrió bajando a probar los pechos su amada princesa.

Empezó a chupar uno de sus pechos y al otro lo empezó a acariciar tirando de su pezon. Evie gimió disfrutando de las caricias de la pelimorada.

Mal pensó que nunca se cansaría de esos pechos, de ese cuerpo o de esa chica, por que se había metido dentro de sus huesos y mucho más adentro. Cambio de pecho cuando sintió que el otro necesitaba la misma atención que el primero, así que se dedicó al otro.

Sus manos bajaron recorriendo el abdomen de Evie, jugando con la chica de pelo azul quien se retorcía de placer ante las caricias de la pelimorada.

La chica rápidamente empezó a bajar por el abdomen de Evie dejando besos por toda la piel que podía besar. Pronto su boca estuvo frente a la intimidad de su chica.

Mal sonrió ante el nerviosismo de la chica y llevó sus dedos hacia el clitoris de Evie empezando a jugar con el.

— Ahh — Evie arqueó su espalda — Dios Mal — La pelimorada decidió meter su lengua al juego y rápidamente se encontró lamiendo la vagina de Evie. — MAL - La nombrada sonrió sabiendo que era la razón del porqué Evie gritaba llena de placer. Sus dedos encontraron rápidamente un lugar en donde entrar y divertirse. - M-Mal no pares - Dijo Evie cerrando los ojos y tomando la cabeza de Mal presionándola contra su intimidad.

— No planeaba hacerlo — Sonrió la chica y siguió jugando mordiendo y lamiendo la intimidad de Evie.

— M Estoy llegando — Jadeo Evie al sentir la conocida sensación del orgasmo en su vientre. Mal aceleró sus movimientos e Evie grito liberandose y sintiendo las oleadas de placer.

La chica se levantó después de beber todo el jugo de la peliazul y se acostó a su lado tapándola y abrazándola.

— Pero — Jadeo Evie — Tú no..

— Está bien — Rio Mal — Créeme que tenemos mucho tiempo para que me devuelvas el favor, porque no creas que después de esto te voy a dejar libre.

— No iba a permitir dejarte ir de todos modos — Susurro Evie adormilada en los brazos de Mal.

— Duerme ya arandano — Beso Mal su cabeza — Más tarde te llevare a un lugar especial — Pero la chica ya se había dormido, abrazando a su nuevo peluche morado.

Girls like GirlsWhere stories live. Discover now