El Primer Amor de un Millonario. (Jungkook Y Tú) [Corrigiendo]

capítulo 11

(POV) de Jungkook.

Me encanta el olor de su perfume, hace que se me acelere el corazón cuando la miró. Tal vez en verdad me.he enamorado. Pero tengo intriga, no he podido de pensar en ella, me recuerda a una lejana memoria de una niña. Sin embargo aquellos recuerdos están borrosos. Aún así, siento calidez cuando esta a mi lado.

Estuvimos un buen tiempo sentados en el sofá. Su cuerpo estaba algo tenso y me sentí mal, no quería hacerla sentir incómoda, sin embargo no quería despegar de ella.
Mi estómago gruño, haciendo que soltara una sonrisa, tenía hambre.

- ¿Vamos a comer? - pregunté.

- No, si quieres yo puedo cocinar. - mi corazón di un brinco al ver sus ojos.

- esta bien. - ella se levantó y se puso su delantal, sonreí de lado, esa imagen me gustó tanto que saqué mi celular y apagué el flash para no delatarme.

Empezó a preparar los alimentos, lo único que hacía era verla, la televisión estaba demás, se miraba como toda una profesional en la cocina.
Hay algo en su aura que es radiante, algo que hace que brille y no quiera dejar de ver.

- mierda. - dijo tomando su dedo.

- ¿Que paso?- pregunté levantándome y acercandome a ella, se había hecho una herida en uno de sus dedos - te tendré que vendar. - dije tomando su dedo.

- No es para tanto - dijo rodando los ojos.

- entonces ¿quieres que lo chupe o lo bese?- iba a besarlo pero ella se negó.

- mejor vendalo. - dijo con cara de asustada.

- Esta bien. - dije riendo. Fui a buscar en el botiquín que había visto en el cuarto del baño.      - a ver, dame tu dedo. - extendí mi mano.
Ella me dio su mano y empecé a vendar su dedo.
Después de que quedó vendado le di un beso en este, viendo como sus mejillas se tornaron rojas.

- me estás volviendo loco. - me dije en mi mente.

- Gracias. - dijo dándose la vuelta y regresando a la cocina.

- Ya casi va hacer año nuevo - le dije y ella volteó a ver.

- si, sólo faltan 3 días para que lo sea. -

- Que deseas para año nuevo. - me mataba de la curiosidad por preguntar.

- Nada. - dijo simplemente.

- ¿No quieres nada? - me extrañe tanto mi Ex novia siempre me pedía cualquier capricho pero ella dijo "nada".

- Si, con solo estar con las personas que quiero y seguir teniendo salud está bien para mí -

- Ah. - asentí.

- ¿Porque preguntas? - pregunto curiosa.

- curiosidad. - dije sonriendo.

- Sabes, eres demasiado curioso para ser tan atractivo. - dijo regresando a cocinar.

- ¿estás diciendo que soy guapo? - pregunte sonriendo con picardía.

- si aja. - dijo con sarcasmo.

- Tú también me atraías desde que te vi - dije con mi mirada seductora.

Ella no respondio y siguió cocinando, parecía que daba todo su esfuerzo para darme de comer lo cual me hacía sentir bien.

Terminó de cocinar y servio la comida, ella se sentó en frente de mí. Empezamos a comer. Mi paladar quedó fascinado con los sabores que degustaban, era como una explosión.

- jamás había probado algo tan delicioso. - dije aún comiendo - excepto por tus labios. - dije para ver su reacción.

Ella levantó la vista y sólo río por el halago, ocultando sus mejillas que comenzaron a ponerse rojas.

- supongo que ¿gracias? - dijo limpiandose con una servilleta.

Luego de unos minutos terminamos de comer, sintiendo un ambiente algo tenso.

- Gracias por la comida. - dije sonriendo.

Ayudé a lavar los platos, ambos en silencio, sólo gozando de los roces de nuestras manos y dándonos miradas de vez en cuando, rompiendo el aire tenso entre nosotros. Luego subí a mí habitación y quería cambiarme.

- carajo. - dije casi susurrando - No tengo ropa. -

Escuche que tocaron la puerta, fui a abrirla, pensando en que me tocaría pedir una mudada de ropa a ______.

- ¿todo está bien? - pregunto.

- No, es que no tengo ropa se me olvidó comprar. - dije rascando mi cabeza suavemente.

- Quiero ver si mi madre tiene más. - dijo caminando a la habitación de la señora Kim.

Entramos al cuarto de su madre y ella empezó a revisar en los cajones hasta que encontró una camisa y un pantalón.

- Ten. - dijo dándome la ropa.

- ¿como es que tu madre tiene ropa de hombre? - le pregunté.

- Cuando éramos pobres mi madre compraba ropa de hombre ya que era más cómoda para ella al trabajar. - dijo cerrando de la habitación.

Ella se volteó y quedamos juntos nuestras respiraciones chocaban, necesitaba un beso suyo y sentir su sabor. La tomé su mejilla y rocé nuestros labios suavemente, pero ella fue la que me beso, le correspondí el beso. Lo que comenzó por ser un lindo y tierno beso, se hizo uno apasionado e intenso, quería sentir más sus labios y mordí suave su labio inferior, dejando una bonita marcar en el, se sonrojo tanto y me encantó ver esa cara. Ambos nos miramos a los ojos por unos segundos, sentí como mi estómago se contrajo ¿estás eran las famosas mariposas?

- te ves hermosa. - le dije besando su nariz.

- y tú no estás nada mal. - me dijo riendo, haciendo que yo también lo hiciera.

Nos miramos un par de segundos, solo escuchando nuestras respiraciones y el aleteo de ambos corazones. Le di un beso corto en los labios y la abracé, sintiendo lo cálido de su cuerpo, era como un imán que me atraía y me gustaba.