El Primer Amor de un Millonario. (Jungkook Y Tú) [Corrigiendo]

capítulo 21

La reacción fue sosa, ambos nos miramos sorprendidos. Estaba muerta de vergüenza. Pero era obvio, jamás había tenido besos de ese tipo, además de ser nueva con esta clase de cosas. Con nuestros rostros rojos y nerviosismo a flor de piel, nos separamos lentamente. Y nos quedamos en silencio por un momento, pues no quería que este fuera a más, además con la poca luz que entraba a la sala, podía ver que Jungkook tenía una mirada de no querer meter presión en cuanto a la situación.

Luego de unos minutos ambos nos miramos, la escasa luz hizo que pudiéramos ver nuestras sonrisas. Haciendo que la situación incomoda desapareciera, nuestros hombros se tocaron y una comodidad se instaló en mi pecho. Nos quedamos solamente escuchando la lluvia caer, mientras disfrutábamos de la compañía del contrario. Sin embargo, la cabeza de Jungkook fue a parar en mi hombro. Se había quedado dormido.
Tímidamente coloque mi mano en su cabello, comenzando a acariciarlo y removerlo un poco.

Un flash de cámara hizo que descolocara y que mi corazón diera un brinco.

- carajo, me asustaste. - dije mientras ponía mi mano derecha en mi pecho.

- no es obvio. tomándoles una foto - dijo encogiéndose de hombros.

Las luces de toda la casa se encendieron, haciendo que a mis ojos se les dificultará acostumbrarse.

- ya vete a dormir - le dije a SinB. Esta me vio y indignada se fue.

Me acomode un poco, mirando como Jungkook estaba en un sueño profundo. El doctor había dicho que eso podía pasar con los analgésicos.
Mire sus ojos, su nariz y su boca. Parecían los rasgos de un niño, pero no, eran de un chico que ahora tenía mi hombro babeado. Dejando eso de lado, sus rasgos me parecían familiares, sentía como si ya los hubiera visto en alguna parte. Extraño, porque no recuerdo a ningún chico con esos rasgos.

Me levanté cuidadosamente para no despertarlo y fui a mi habitación para traer una manta.

Cuando llegué a donde el de nuevo, lo cubrí con la manta. Aún que no quería dejarlo solo, tenia sueño,y no podría con tanto peso. Cuando iba subiendo las escaleras una locura vino a mi mente. Pero me negaba, iba a parecer extraño y un poco acosador, ¿estaría mal que fuera a su habitación y oler sus sábanas? No, no iré.

A la mañana siguiente me desperté con un peso encima mío. Y con un olor a shampo de fresas, mi shampo de fresas.

- al fin despiertas - dijo sonriendo.

- ¿que hora es? - pregunté.

- las 8:00 am, tu amiga ya se fue, sólo estamos tú y yo - dijo apretándome más a él.

Mire a mi alrededor, y cuando caie en cuenta de que esta no era mi habitación, me senté en la cama y mi boca se abrió en grande.

- ¿cómo llegué aquí? - pregunté.

- cuando vine aquí ya estabas dormida en mi cama. - explico Jungkook. - por cierto, que mala eres por dejarme dormir torcido en el sofá. -

Aclare mis recuerdos, y si. En mi defensa, sólo iba a venir a acostarme un rato en su cama y luego me iría. Intente levantarme. Pero su mano evitó que lo hiciera.

- ¿dónde vas? - preguntó.

- a mi cuarto, te recuerdo que tengo trabajo. - le dije.

- dame un beso. - dijo levantando sus labios.

- ¿Por qué lo haría? - pregunte levantando una ceja.

- me duele el cuello de dormir torcido en el sofá. - dijo sonriendo. - vamos, uno pequeño. -

- no. - dije soltandome.

Sin embargo, me regresé y le di un beso. Dejándolo en sorpresa y luego saliendo de la habitación rápido.

Sonreí y toque mis labios, se sentía bien besar.

Entre a mi habitación y me tiré a la cama. Sintiendo como las mariposas revolotean en mi estómago. Patalee como toda una chica enamorada, y suspire. No quería admitirlo, pero quería más besos. Tal vez una sobre la cama, no, eso sería mucho.

Me levanté y me fui a alistarme, quería seguir ayudando mientras podía en el restaurante. Me hice una coleta y me vestí con mi camisa de vestir blanca. Baje hacia la cocina para prepararme un café. Estaba alegre, no podía dejar de sonreír y pensar en una bonita relación.

Por andar de distraída, me quedé mi mano, la taza cayó al suelo y un jadeo salió de mi boca. Era frustrante quebrar una taza. Además, mi príncipe azul estaba durmiendo. Busque la pala y escoba.

Cuando estaba recogiendo los pedazos una imagen vi no a mí mente... era mi padre. Es cierto que después de que mi padre nos abandonó a mi madre y a mi ya no lo volví a ver pero... ¿porque viene esa imagen a mi mente? Si apenas recordaba su rostro. Eso le confundía demasiado.

No me acuerdo de haber visitado a mi padre cuando estaba pequeña ¿por que esa imagen? Además, por el estrés mi mente me ha de estar jugando una broma

Después de recoger los pedazos de taza, voté los pedazos en la basura.

Pero que...

Otra imagen vino a mente, pero esta vez era yo con mi madre en un ¿parque? ¿Por qué esas imágenes vienen de repente a mi mente?

Me acosté en el sofá y me puse a pensar.

¿por que esas imágenes?

Una dolor de cabeza surgió. Lleve mi mano hacia mi frente y comencé a masajearla. No podía ir a trabajar, sería incómodo llevar un dolor de cabeza al trabajo. Además, no por ser la hija de la dueña podía hacer lo que quisiera.