¡HOLA AMORES!
Dos semanas después...
Como de costumbre, Inés se encontraba en la cocina haciendo sus deberes. Sintió la presencia de alguien detrás suyo, se dio la vuelta y se encontró con Victoriano que la observaba desde la puerta.
Se acercó a ella con mucho temor y la miró con un deje de tristeza en sus ojos; Inés preocupada, frunció el ceño y se mordió los labios. Sabía que algo iba mal, su rostro lo decía todo.
— Victoriano, ¿qué sucede? - preguntó con cierta preocupación en su voz.
No sabía como hacer esto, como decirle lo que pensaba sobre la gran noche de pasión que tuvieron, no la quería herir, pero necesitaba decírselo.
—Inés, yo - nervioso. — Yo necesito que hablemos.
— Sí, claro - dejando un paño que tenía en las manos, arriba de el pasa mano.
— Es sobre lo de la noche pasada. - tragó saliva, no era fácil para él.
— ¿Qué sucede? - desesperándose.
— Es que no se como decírtelo .- agarrando su sombrero y apretándolo contra su pecho.
—Déjate de rodeos y dime ya. - tenía los nervios a flor de piel.
— Es que... ¿te acuerdas de la noche aquella que pasamos juntos en la casita del huerto? - esto sí que no era fácil.
— Claro que lo recuerdo. - su mirada sé iluminó. — Pero ¿qué pasa con eso? - desconcertada.
— Bueno, lo que pasa es qué. -su voz se comenzaba a entre cortar. — en realidad pienso, que fue un error Inés, que eso no estuvo bien, fui débil, lo admito, y me dejé llevar por la pasión y el deseo que siento por ti, o más bien, sentía, la verdad no lo sé. - bajó su mirada, no podía mirarla a los ojos.
Ella no dijo nada, estaba estupefacta, sorprendida, desconcertada, no sabía que decir, pero sintió como algo muy dentro suyo se rompía en mil pedazos, su alma estaba rota al igual que su corazón. ¿cómo pudo Victoriano decirle eso? Cuándo para ella esa noche lo significó todo. De un momento a otro reaccionó, y en un impulso, cacheteó dos veces al causante de dichas lágrimas que amenazaban con salir.
—Pero..... pero ¿cómo puedes hacerme esto Victoriano? Eres de lo peor, eres un desgraciado - decía desesperada, mientras que él, se pasaba ambas manos por sus mejillas.
— Inés, entiendeme por favor, yo... - pero no terminó de hablar, ella lo había interrumpido.
— ¿Qué te entienda? eres un maldito, jamás pensé que me harías esto - comenzó a golpearlo en el pecho y sus ojos estaban rojos, ya sus lágrimas bajaban sin cesar.
— Cálmate, por favor -sosteniéndole las muñecas. — Tranquilízate.
— Suéltame, no me toques. - retrocedió un poco. — Te odio Victoriano, así como un día te amé, ahora te odio con todo mi alma, todo ese amor que sentía por ti, se acaba de morir, tú mismo lo acabas de matar. -dicho esto salió corriendo, ya no aguantaba más, tenía que salir cuanto antes.
Victoriano quedó allí, cabizbajo, sus ojos estaban humedecidos, apunto de llorar, no quería hacerle eso a Inés, pero según él, eso era lo mejor.
— Te amo, perdóname.. - murmuró para sí.
Y vaya la forma en la que amas a Inés, Victoriano.
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Mi primer y unico amor.
FanfictionInés y Victoriano, tendrán que pasar muchos obstáculos para poder vivir su amor libremente y ser felices por siempre.