el autobus

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Una vez al subir a un autobus con las ventanas empañadas por la lluvia, tomé asiento junto a la ventana y comencé a tratar de ver a través de ella. A pesar de que la maquina empezó a andar rara vez daba cuenta de su movimiento. Comenzó entonces a hacerseme muy largo el trayecto y trataba de mantener cuenta de donde estaba, esto por supuesto sin exito alguno debido a lo empañadas que estaban las ventanas. Una hora... dos horas... tres. Sentía que el tiempo pasaba y la maquina no se movia ni un centimetro aunque avanzara.

Decidí entonces preguntarle a la señorita que estaba a mi lado si ella sabía hacia donde se dirigia el bus y en donde estabamos en este momento. Por supuesto al igual que yo habia perdido la noción del tiempo y mucho mas el sentido de la orientación. Así pasaron unas cuatro horas mas con ambos teorizando en donde estabamos, eran ya las tres de la mañana y a pesar de que en un principio sabía muy bien hacia donde me dirigía, ahora lo había olvidado por completo.

Empezaba a perder la esperanza de llegar algún día a...no lo sé. Lo sabía cuando me subí y ahora ya no sabía si quiera si toda mi vida anterior a que me subí al maldito autobus había sido realidad. Estaba a punto de arrojarme por la ventana... (al menos si me arrojaba sabría que hiría a parar al infierno y eso era mejor que simplemente no saber nada), cuando al autobus por primera vez en días le dio por hacer una parada y a él subieron tres especimenes de lo mas peculiares. Primero un sujeto calvo, con barba y una toga. Tras de él subio un tipo que parecia una sombra, sus ojos eran de un negro tan profundo que parecia que sus cuencas estuvieran vacias y un aura fantasmal que helaba la sangre luego. Al ultimo, subio una niña con un hermoso vestido gotico una brillante cabellera rubia...¿como una niña con un vestido así era lo mas normal que se podía subir al autobus?

La niña se sentó junto a mi... A donde fue la otra muchacha sentada junto a mi ni la menor idea hace tiempo se habia ido ya. El tipo con la toga y el fantasma al frente, oigo comenzar a discutir fervientemente.

-La cuestion aqui mi querido amigo helenico, es saber como es posible que prefieras las fresas sin chocolate sobre las cubiertas de él-cuestionó su amigo-. El chocolate le da un dulce muy especial que convina genial con las fresas-concluyó.
-El sumergirlas en chocolate les quita su pureza y las cosas mas puras son las mas bellas también-se defendío aquel hombre, la niña simplemente me volvia la mirada disculpandose por el escandalo- pero tú mi necio amigo no sabes sobre la pureza de las cosas.
-¡ya callense! En serio no puedo creer que sigan discutiendo sobre si las fresas llevan chocolate o no-explotó la niña cansada-me tienen harta.

Yo por mi parte me dedicaba a tratar de salir de ahí lo mas rapido posible... la ventana no habria ni se desempañaba y así fue como comence a aceptar que no iria a salir de ahí jamás.

pequeñas historias Where stories live. Discover now