Destinados al amor •Otayuri•[Pausada]

Capítulo #18

Después de unos días los chicos ya les habían contado a Yuuri y Viktor sobre su relación, sobra decir que se emocionaron más que ellos al saberlo, y cómo no, si éstos chicos se veían tan lindos juntos aunque no lo demostraran tanto en público. Habían pasado San Valentín en compañia del otro y Yuri ya le había dicho a su madre que estaba saliendo con Otabek.

Hoy los cuatro chicos iban a salir, se divertirían. Además ese día era el comienzo de unas pequeñas vacaciones sin escuela, así que aprovecharon para disfrutar juntos a pesar de estar con uniforme.

-Oye Yurio, mañana es tu cumpleaños ¿no es cierto?- Preguntó el chico japones.

-Sí.- Contestó indiferente, el chico rubio nunca celebraba su cumpleaños con algo grande.

-¿Qué harás?- Preguntaba ahora el peliplata.

-Nada.- Levantó los hombros.

-Oh.- A los chicos no les extrañaba la opinión que tenía en el menor sobre esas celebraciones.

Los chicos caminaban relajadamente por la calle discutiendo sobre dónde irían a pasar el rato. Después de unos minutos de debate el grupo de estudiantes decidió ir a los bolos, quizá no era la mejor opción, pero ahí estaban, poniéndose esos zapatos caracterizados por no ser exactamente lindos, pero de uso obligatorio.

-No sé por qué no pueden hacer unos diseños más decentes para estos zapatos- Se quejaba el más bajo de todos, a lo que su novio solo sonreía al ver el puchero de enfado que se formaba en sus labios.

-Otabek, a ti te toca primero.- Dijo el mayor de todos mirando la pantalla que se había encendido recientemente.
El moreno se levantó de su asiento y tomó una de las bolas de colores para acercarse y lanzarla, había botado todos los pinos.

-Wow!- Exclamó el peliplata. -Bien hecho.-

Ahora le tocaba a Yuuri. Se levantó y de igual manera tomó una de las bolas y la lanzó, no logró botar todos los pinos, pero dejó solo dos.

-Yurio.- Dijo el mayor para llamar la atención del chico, Quién tenía la mirada en su celular.

Cuando se dio cuenta de que era su turno se paró de inmediato de su asiento y tomó apenas la primera bola que vio. Yuri nunca había ido a un lugar como esos, así que no tenía experiencia y mucho menos sabía que habían bolas con distinto peso. Con dificultad camino hacia la pista donde debía tirarla, la tiró y de inmediato se fue a una de las esquinas, el rubio se volteó rápidamente para dar una escusa y callar a Viktor, quién reía, pero no alcanzó, ya que chocó con el cuerpo de Otabek.

-Vamos, te ayudaré.- Dijo en mayor acercándose a la barra dónde se encontraban las demás bolas.

-No necesito que me ayudes, sé hacerlo solo.- Rechazó el más bajo, mientras volvía a tomar una de las pesadas esferas.

-Entonces ¿Por qué tomas una bola tan pesada?- Susurró el moreno mientras tomaba en sus manos la que sostenía Yuri y la depositaba de nuevo en su lugar, provocando que el rubio se sonrojara. -Toma ésta.- El mayor le pasó una con el peso adecuado y se dirigieron a la pequeña pista.

-Bien, tienes que poner tus manos así- indicaba Otabek mientras se paraba detrás de Yuri y tomaba sus manos para enseñarle mejor, el menor solo seguía las indicaciones del kazajo con un leve sonrojo. -Ahora tienes que lanzarla como te estoy mostrando.- Lo miró el más alto -¿Bien?-

-Sí.- Contestó seguro el chico de los ojos verdes.

-Bien.- Se separó del menor para dejar que lo hiciera solo, y así lo hizo, botando la gran mayoría de pinos. Asombrado, miro a Otabek quién le sonreía por haberlo logrado.