Es sólo un perro.

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Levantó la mirada, Jonathan se mantuvo quieto, con su respiración normal, Damian estaba serio, completamente, pero Jon ni siquiera flaqueaba ante esa mirada fría.

—¿Qué es?—Preguntó Jonathan sintiendo un pelaje acariciar sus dedos, suave, cálido.

—Es un perro, un yorkshire.

—¿Un qué?

Damian negó con la cabeza, sintiéndose idiota.

—Nada, olvídalo.

El mayor había salido al parque con Jonathan, se habían comido un helado y finalmente habían terminado rodeados de pequeños perros que corrían y saltaban libres por el terreno, el azabache tenía la cabeza gacha, como si estuviese mirando al perro y asustó cuando las patitas de este se apoyaron en su pecho.

—Tranquilo, estoy aquí y no te hará daño—Jonathan de a poco se calmó, Damian suspiró aliviado.

Para el hijo de Bruce Wayne el azabache es como un pequeño animalito, demasiado indefenso y curioso, alguien que aunque no puede ver conserva las ganas de conocer el mundo entero.

Su mamá le enseñó que esas personas a las que les falta algo del cuerpo, a los que algo les imposibilita vivir como los demás, son basura, son inservibles y cuando alguien en la liga terminaba como uno de "ellos", debía ser asesinado, por lo tanto, Damian jamás pudo conocer a alguien ciego, o a alguien sordo, alguien con una extremidad menos o una máquina en el cuerpo.

Él pensaba que su madre tenía razón hasta que conoció a Jonathan.

Habían ido a la casa de Clark Kent, apartado de los demás, en el jardín, estaba un niño que aparentaba ser de su misma, como su padre siempre lo obligaba a saludar a los que recién conocía, así que se adelantó, levantó su mano frente a Jonathan, pero este seguía con su "mirada" pegada a un árbol, sin moverla, pestañeaba, nada más, Damian agitó su mano.

—¡Oye imbécil!—Gritó Damian, Jonathan se exaltó—¿¡Es que acaso no ves!?

El menor tosió.

—No—Respondió, el moreno se quedó en silencio, su expresión de furia se calmó.

—Oh.

Jon suspiró.

—No tienes muchos amigos ¿Verdad?—El moreno se sintió ofendido, no necesita amigos, los amigos sólo te retrasan, son basura.

—¿Quién necesita amigos?—Soltó enojado, se lanzó a uns de las sillas del jardín con los brazos cruzados, Jonathan siguió el sonido con sus ojos, Damian realmente sentía que lo estaba mirando, y le ponía un tanto un nervioso ¿¡Nervioso, él!?

Se comenzó a sentir incómodo, Jonathan lo pone incómodo.

El menor sonrió, y a Damian le dió un vuelco el corazón, retrocedió asustado, normalmente se sentía así sólo por los animales, sus bellas mascotas, no por idiotas que acaba de conocer.

¡Y Jonathan es inútil, no ve, y quizás tiene la herencia de Superman! ¡Un desperdicio completo!

—Todos necesitan amigos—Respondió finalmente, Damian chasqueó la lengua, pero no alegó nada.

Con el tiempo, la curiosidad dió frutos, acercándolos más, Damian no sabía nada del Braille, tampoco de la vida en general de un ciego, y es que, Jonathan a veces no lo parecía, seguía los sonidos con su mirada, parecía leer los libros que para Damian, son ilegibles, y a veces, muchas veces, el menor sonreía con su mirada.

Y eso le da un toque tan especial, es algo que sólo es de él.

Las manos del azabache tomaron las mejillas del moreno, recorriendo los detalles de su cara, sus rasgos, el mayor cerró los ojos y se acercó más, dejándolo explorar, Samuel soltó una pequeña risa burlona.

—¿No has tenido tiempo para afeitarte?—Preguntó, Damian sonrió.

—Ser Robin es difícil.

—Me gustaría acompañarte—El mayor negó, movió su cabeza como un gato ante el tacto suave del azabache.

—Es peligroso.

—Para ti no parece ser difícil—Sonrió, y esa sonrisa detuvo el corazón de Damian, otro perro se sentó en las piernas de Jon, este se exaltó nuevamente.

—Tranquilo, es sólo es un perro—Recitó antes de besar los labios de Jon.

One shots Jondami/DamijonWhere stories live. Discover now