One shots Jondami/Damijon

Omegaverse

El moreno arrugo la nariz molesto al sentir cierto peculiar aroma a naranjas próximo a él, cerró su libro y abrió la ventana soltando un ligero suspiro, luego volvió a su escritorio atento a la ventana, donde, Jonathan Kent hizo su ingreso a la habitación.

-¡Damian!-Saludó, el mayor lo observó con interés ¿Qué desearía ahora el hijo de los Kent?-Mamá ha hecho tarta y me dijo que si quería podía guardarte un trozo, ten-El adolescente sacó un pote plástico de su mochila, este tenía calcomanías de autos, Damian sonrió divertido apunto de soltar una burla desconciderada.

-¿Sólo viniste por eso?-Preguntó el ojiolivo acercándose para recibir el pote-Alfred siempre hace tartas, no es necesario que traigas más, pero la recibiré por el respeto que le tengo a tu madre-Jonathan sonrió estirando más el pote, el aroma de naranjas volvió a molestar en la nariz de Damian, comenzó a respirar por la boca.

-También he venido a entregarte esto-Volvió a buscar en su mochila, sacó la lengua y miró el techo, un raro tic al que Damian ya se había acostumbrado-Espera no la encuentro-Damian seguía en su faceta lo que hizo que el menor se pusiera más nervioso-¡Aquí! Es la invitación a mi cumpleaños, ya sabes que voy a cumplir 16 la próxima semana.

-En realidad no lo sabía.

-Imbécil-Respondió Jon entregandole la invitación, Damian ahora si no aguanto las ganas de burlarse.

-Pff, Jonathan ¿Qué eres? ¿Un niño? ¿Cómo es posible que sigas entregando estas cosas?-Abrió el sobre blanco y se encontró una entrada con forma de globo, soltó una carcajada.

-Basta, no te burles, las compró mi mamá.

-Eso lo hace aún más patético, Kent-Jon hizo una seña de silencio.

-Promete que irás, eres un idiota detestable pero aún así eres mi mejor amigo-Damian lo miró molesto, Jonathan estaba tan acostumbrado a aquella mirada fría que nisiquiera se inmutó.

-Está bien mocoso, iré.

Jonathan esbozó una pequeña sonrisa, Damian sin querer la siguió.

-Entonces me voy ahora, necesito terminar un reporte de física y las medidas universales, nos vemos-Se despidió para luego salir por el mismo lugar por el que entró, la ventana, Damian se levantó y cerró esta, pegó su frente al cristal.

¡Ese maldito, desgraciado olor a naranjas!

Últimamente no había logrado sacarlo de su mente, la sensación de tener a Jonathan cerca, las cosas infantiles que inscocientemente hacía, la forma poco respetuosa en que lo trataba, sus sonrisas.

¡Esas malditas sonrisas!

Damian se lanzó de lleno a la cama, escuchó la campanilla de Alfred y luego sintió un peso sobre él, se quedó quieto pensando.

Maldita sea, ellos ya no eran niños, Damian nunca se consideró uno realmente, pero el cambio, el pesar de los años se veían en Jon, como seguía creciendo, el moreno aún puede recordar cuando al pequeño Jon de casi 12 años le instalaron sus brackets, o cuando pasó los niveles académicos de a poco, actualmente es un sophomore de secundaria y el mayor aún se pregunta ¿Cuándo?

Él ya lo había abandonado solo en la escuela hace 1 año, actualmente cursaba la universidad en la carrera de literatura ¿La necesitaba? ¡Claro que no! Pero le ayuda a mantenerse ocupado.

Suspiró frustrado.

Estaba luchando día a día por meses con la idea de sentir atracción hacía el azabache, inclusive prefería engañarse a si mismo diciendo que el aroma de Jonathan es repulsivo, pero en realidad apenas siente ese aroma cerca su saliva empieza a producirse con más rapidez, su lengua parece sisear a su mente y rogar sentir la piel del contrario, casi como una necesidad.