El domingo, Gwen y yo salimos a festejar el hecho de que ahora sabíamos cuál era el nombre del tal chico nuevo: Wade Johnson, "excitante y raro" según ella. Habló sobre cómo podría hacerle para acercarse a él, el plan "ataque al bombón del salón G17". Por supuesto, el "ataque" era literal. Esto involucraba, nuevamente según ella, aparecerse al final de todas sus clases, como por acto de divina casualidad en la que dos estudiantes normales se encontraban en los pasillos. Pero Gwen no era para nada normal. Así que ella no paró de hablar sobre su malvado plan de conquistar a Wade, incluso el lunes por la mañana cuando llegué a la escuela.
-Voy a decir algo como: "Hey, hola, no te había visto por aquí, ¿acaso eres nuevo?" -dijo ella, justo cinco minutos después que llegué a sacar mis libros del casillero. -Será algo... natural -se alzó de hombros.
- ¿Estás segura? Gwen, creo que eso es algo desesperado y muy obvio.
Ella me lanzó una mueca.
-Es el plan perfecto, J. ¿De qué otra manera podría topármelo en esta escuela? Además, las brujas de sus compañeras parecen estar detrás de él. No puedo dejar que esas malditas no me dejen una rebaja de pastel.
- ¿No crees que pueda pensar que eres una acosadora? -reí.
-Claro que no -ella cerró su casillero. Se quedó mirando por encima de mi hombro y alzó una ceja. -Hablando de acosadores... -murmuró.
Giré la vista sobre mi hombro para darme cuenta a lo que Gwen se estaba refiriendo. Ahí estaba Cara Marcox, la chica más inteligente de nuestro curso, llevando sus gafas negras cuadradas de siempre y libros abrazados al pecho. Ella no era una nerd, ella era inteligente. Es decir sí, llevaba gafas cuadradas, pero además ella era bonita, realmente bonita: cabello rubio oscuro y ojos grises. Ella no tenía novio, porque sabía que ningún chico de aquí convenía. Ni siquiera Jaffe, quien andaba como perro faldero detrás de ella. Pero ella parecía no hacerle caso, más bien podría decirse que estaba a punto de entrarle las ganas de darle un golpe. La entendía perfectamente.
Ambos pasaron enfrente de nosotros por los casilleros, Cara tratando de ignorar a Jaffe que no dejaba de hablarle, y a este, quien cuando nos miró se le formó una sonrisa burlona en los labios y nos guiñó un ojo.
Gwen fue la primera en reír.
- ¿Acaso va en serio? ¿Cara Marcox?
-Él es increíble -dije, y Gwen me miro extrañada. -Quiero decir, no en el sentido de "¡Wow, él es increíble!, sino en el sentido de "Wow, él es increíble" -mencioné disgustada.
- ¿Qué se supone que hace? ¿Buscando quien le haga la tarea del semestre? Porque estoy segura que eso es lo más lejos que podrá llegar con ella -mencionó Gwen riendo. - ¿Qué te pasa? -me di cuenta de que me había perdido mirando hacia el pasillo en que ellos se habían ido.
Algo estaba haciendo Jaffe, conocía a Cara porque íbamos juntas en Química, y sabía de antemano que ningún chico podría acercársele sin que saliera un "no" por respuesta de ella antes de que hablara. Claro que no todos eran Jaffe y no se quedaban con un "no", sin tener que seguirte hasta que cambiaras de idea.
-Nada -le respondí. -Vamos a Historia.
En la clase de la profesora Jones, Gwen había estado mandándome bolas de hojas de papel arrugadas, las cuales rebotaban en mi cabeza a cada cinco segundos cuando la profesora no se daba cuenta.
-Yo creo que sólo es cosa para que Cara pueda hacerle pasar el semestre -inmediatamente, mi sentido chismoso se activó al escuchar el nombre de Cara. Reconocí lo susurros de la voz de Ally Khigh, una de las novias de uno de los amigos de Jaffe. -Ashton me dijo que no era importante, una tontería o algo así -continuó.
YOU ARE READING
Please Don't Say You Love Me
Teen FictionEsta es la cosa: hay un chico en mi clase de Literatura llamado Jaffe Wayland, y lo conozco desde mi nacimiento, literalmente. Él es un maldito chico arrogante, quisiera aventarlo de un pozo pero temo que regrese en venganza saliendo de alguna telev...