Sinopsis

46 6 0
                                    

  —¡Nick! —Elizabeth me grita desesperada. ¿Qué mierda estaba pasando? Sentía cómo mi cuerpo se movía involuntariamente. No tenía control de él, quería gritarle que me ayudara pero había algo en mí que dominaba mi cuerpo. 

Una voz ronca se escucha por todo el pasillo— ¡Lárgate de aquí, él ya no es el mismo, ahora me pertenece! —Mi chica se queda petrificada al momento en que una risa tétrica y ensordecedora sale de mi boca. 

Las lágrimas comienzan a resbalar por sus mejillas enrojecidas y de un instante a otro corre en mi dirección. Toma una gran bocanada de aire y, justo cuando está a escasos pasos de distancia, eleva su mirada en mi dirección y analiza mi reacción. Sus ojos buscan algo en mí que le haga saber que no me he ido y que no soy yo quien emite dichas respuestas.

Siento cómo mi cuerpo se tensa y retrocedo un par de pasos. En su boca se dibuja una pequeña sonrisa débil y mantiene su mirada fija en mis movimientos.— Sé que él está ahí...lo sé.—

Elimina el espacio que nos separa y une sus labios con los míos. Intento seguir el beso pero mis labios y manos se mantienen quietos.— También sé que acaba de sentir el mismo torbellino de emociones que yo...—Pero esta vez no era así, no había sentido el calor tan familiar que su cuerpo irradia siempre que estamos juntos. ¡Carajo!  


Condenados: la llegada del malWhere stories live. Discover now