14 El Gym

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Lunes.

Está lloviendo fuerte en la mañana, entonces Christopher no puede ir al sendero como suele hacer.  Decide ir a un gimnasio cerca de su nueva apartamento.

Esa mañana Dulce también va a un gym.  Aprovechando que no hay nadie a esa hora tan temprana, se viste (o mejor dicho, se desviste) para nadar en la piscina.

Poco después, se fija que ya no es la única persona andando por ahí.  La última persona que quería ver hoy  acaba de llegar.*

D: Ay no qué hace Chris aquí!  y justo cuando iba a nadar :(  *Piensa en un plan rápido para esquivarlo.*  Me puedo esconder en el sauna!  Ni modo Dul, vas a tener que nadar en otro momento.

*Se apresura a esconderse en el sauna antes de que él la vea.  Todavía en su bikini, Dulce se relaja lo más que puede, intentando ignorar y olvidar quién está afuera.  Pero le resulta casi imposible porque justo ese día se sentía tan débil...se había puesto la chamarra de él en la mañana....

Su justificación era que necesitaba un impermeable para protegerse de la lluvia.  Como no tenía uno propio, solo estaba tomando prestado el abrigo de un amigo.

Dulce y sus pensamientos se ven interrumpidos por la puerta de la sauna que se abre de repente.  Para su mala (o buena) suerte, el que la descubre ahí dentro es Christopher.  Claro que sería él.  Por supuesto le pasaría esto.* 

C: Dulce!  Que haces aquí?!  *sorprendido y contento de haberse encontrado con su amiga.  Se acerca para abrazarla.*

D: Evitándote *murmura a sí misma*

C: Como dijiste?  *Se abrazan*

D: M no, nada, Hola buenos días

C: Oye te puedo decir algo... Sé que nos vimos anoche, pero ya te extrañé  *todavía abrazándola*

D: Nooo Quítate Christopher estoy sudando  *Ella rompe el abrazo.*

C: Desde cuando me importa eso  *Le guiña un ojo.  Ahora la mira bien.* ...Ey Por que llevas un bikini ? Así vas al gimnasio??

D: Si lo hiciera, no sería de tu incumbencia.  Oye no quiero ser grosera, pero te puedes salir por favor?  Yo estaba aquí primero

C: Que no sabes que más que una persona puede estar aquí?  *Cruza los brazos*  No me voy a ningún lado.

D: Creo que sobras

C: y si hacemos que haya tercera persona aquí?  *tocándole su abdomen y mirándola a los ojos con pícaro*

*Dulce lo empuja enojada.  Como se atreve él a entrar así como así en su gimnasio, en su mañana de ejercicio--y en su vida, por cierto!   

Pero no quiere que él se dé cuenta de lo mucho que le está afectando, así que intenta calmarse.  Ya estaba haciendo demasiado calor...*

D: Te daría una cachetada por ese comentario, pero no quiero pelear.  *Respira para centrarse*  En buena onda, vete.  Este cuarto es tan pequeño; me estoy volviendo claustrofóbica

C: y yo me estoy calentando... *La envuelve en sus brazos.  

Allí, frente a ella, tenía la fuente de ese aroma que siempre la había vuelto loca, ese que encontraba en la chamarra.  Dulce le empuja otra vez, pero esta vez, lo hace despacio y hacia la puerta.  En lugar de abrirla, se queda con las manos sobre él, fundiéndose en ese aroma que tanto la atrae y mirando a esos ojos que siempre la han derretido.  Él la mira también.  

y es ahí donde Dulce pierde el juego.

Están tratando de comunicarse algo a través de sus miradas, como siempre hacían, pero el deseo ya les consumía.  Los nubla.  Él se acerca lentamente a sus labios.  Dulce ya no puede pensar, y mucho menos resistirse.  Cierra los ojos y hace lo único que una mujer puede hacer en ese momento: deja que Christopher la bese.*

El Camino VondyWhere stories live. Discover now